Capítulo 28 - Esperanza

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Me alegra que todo entre Aaron y yo haya sido aclarado, no más secretos, peleas por celos, ni nada que interfiera entre nosotros.

Hablamos con Mónica, Max, Hannah y Emmett cuando volvimos de la mesa de comida, debatían sobre el amor y cosas así. Nunca me imagine a Emmett como alguien romántico, mucho menos a Hannah.

—¿Estás bien? —inquirió Aaron inquieto.

—Sí, solo me quedé pensando.

—¿En qué?

—En que tienes razón.

—¿Sobre qué?

—En lo de las almas gemelas.

—¿En serio?

—Tú y yo somos la perfecta definición de almas gemelas y estamos más que bien, estamos genial. Sí eso representa el amor entonces te tengo que dar la razón aunque odio hacer esas cosas. —Aaron me sonrió y yo a él.

Pasaron un par de horas más en las que con Aaron trabajamos como si no hubiera mañana mientras que los chicos disfrutaron de la feria, juegos, comida y cosas para comprar.

—Ve a divertirte, estuviste toda la tarde ayudándome y no disfrutaste de la feria.

—Son cada mes, podemos esperar al siguiente para divertirnos. Aunque aquí no está para nada mal.

—¿Seguro? No me molesta que vayas a divertirte con ellos.

—Tara cállate. —dijo sonriendo —Me quedo, además en un rato tu padre dijo que nos libera a ambos.

—Luego no me eches la culpa si no llegamos al show.

—Si eso pasa exijo un pago. —miré intrigada y le sonreí.

El show es de música, todo el mundo se queda festejando. Los adultos beben y la pasan bien, los adolescentes hacen lo mismo pero sin que nadie los vea y los más chicos se quedan en los juegos o en donde prefieran.

Luego de otros veinte minutos ya no queríamos hacer nada más y papá coincidió con nosotros.

—Chicos vayan a disfrutar de lo que queda antes de que comience el show.

—Gracias pa. —tomé a Aaron de la mano y lo arrastre conmigo —Vamos. —él no se opuso a ser secuestrados por mí.

—¿A dónde vamos?

—A buscar algo dulce de feria.

—¿Algodón de azúcar?

—Exacto.

Hicimos la fila por dos algodones de azúcar y no pusimos a buscar a los chicos, luego de unos minutos los vimos sentados junto a la fuente.

Max y Mónica se acercaron a nosotros solo por la comida, Mónica le robó un pedazo a Aaron.

—¿Quieres perder la mano Max?

—Eso es gigante para ti sola, comparte.

—No tienes ni idea mi limite con la comida.

—Mala persona. —dijo molesto en broma.

—Está bien, come. —me rendí ante la suplica —¿Quieren chicos? —les ofrecí a Hannah y Emmett que eran los más civilizados.

—No gracias, no como azúcar. —dijo Hannah.

—Tampoco quiero, estoy lleno. Comí de todo.

—Lo dice literalmente. Comió todo, cada una de las cosas de la feria, desde gomitas hasta las hamburguesas. —comentó Mónica.

Kitsune: El nogitsune Parte 1 y 2 (+18🔥)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora