Kitsune: El nogitsune Parte 1 y 2 (+18🔥)

Capítulo 17 - Bailando entre fuego y luces (+18🔥)

Llegamos a casa y dejamos las mochilas junto a la puerta, hicimos palomitas y subimos a mi cuarto. Mónica se tiró directo a mi cama de lo cansada que estaba físicamente, compartimos todo como si fuéramos hermanas, lo mío es suyo y viceversa.

—Creo que voy a morir en tu cama. Si es así diles a mis padres que den en adopción a mi hermana y vayan a Hawái. —nos reíamos.

—No seas mala, tu hermanita es muy tierna.

—Eso porque no convives con ella. Si quieres te la traigo.

—No gracias, soy feliz como hija única.

—¡Ves! Ni tú la quieres aquí. —se sentó en la cama —Cambiemos de tema. ¿Qué pasó al final con Max?

—¡Ay Moni, fue horrible! —mi voz se escuchó angustiada y quebradiza.

Me acosté en la cama junto a ella y agarré un puñado de palomitas y me las metí en la boca con depresión.

—¿Tan mal estuvo?

—Peor que mal.

—¿Qué pasó?

—Él escuchó todo lo que dije.

—¡No! —agarró un puñado de palomitas y se las metió en la boca.

—¡Sí! —apoyé mi cara en la almohada muy apenada.

—Envidio la gran audición del chico. —dijo con la boca llena de comida.

—Lo habré dicho muy alto, más de lo que creí.

—¿Y ... qué pasó? —abrió los ojos aún más y movió la mano para que siga hablando.

—Lo perseguí pero él no quería ni mirarme, le grité y se dio vuelta de una forma muy brusca hacia mí. —levanté mi cara de la almohada —Me dijo que le dolía mucho lo que dije. No haberlo escuchado sino el que yo lo dijera y como lo hice.

—Ay amiga ... —se acercó a abrazarme.

—Espera, falta lo peor de todo. —puse mis manos en mi cara.

Apartó su cabeza de mi hombro y me soltó.

—¿¡Qué!?

—Me dijo que él quería que le dijera que lo ame como él está comenzando a hacerlo.

—Básicamente te dijo que te ama.

—Sí y luego me besó. —se quedó con la boca abierta y la mandíbula en el piso metafóricamente —Fue apasionado y romántico pero se sintió mal.

—¿Se sintió erróneo?

—Justamente eso.

—No era el momento correcto para un beso o que te diga que te ama.

—Pensé lo mismo. Se sintió muy pasional pero estaba borroso por el hecho que él estaba vulnerable y herido.

—Ay mi amor, si no te quedas con Max ¿me lo puedo quedar yo? —le arrojé un puñado de palomitas a la cara y se comenzó a reír —Pero es muy lindo y sexy, su apariencia de chico malo es todo lo que está bien en este mundo.

—Y eso que no lo viste sin camisa. —me reí con una dulce culpa.

—Suertuda, si lo llegas a ver otra vez así te doy cincuenta si le tomas una foto.

—Eres una tonta. —tomé la almohada detrás mío y sé la arrojé a la cara con dureza.

—Si fueras yo también lo pedirías.

—No creo verlo en el tiempo cercano, al menos de la forma en que me lo pides.

—Dejemos los dramas de un lado, hoy debía ser un gran día así que es hora de prepararse.