El león y la oveja

Capitulo 2

Benjamín 

-Hoy conocí a una mujer-

-¿Si? ¿Cuál es su nombre?- 

-Celeste Palermo. Se podría decir que es mi némesis. Estamos compitiendo por el mismo puesto dentro de la empresa de su padre. A ella no le agrado mucho escuchar esa noticia. Me miro como si yo fuera la muerte-

-¿Y piensas competir contra ella?-

-Yo hago lo que me indican. Si fui contratado para competir contra ella, es lo que debo hacer-

-¿Puedo hacerte una pregunta Benjamín?- asiento -¿Porque Celeste llamo tu atención? si la trajiste a colación en nuestra sesión  es porque llamo tu atención- 

-Ella no bajo la mirada. Me miro directo a los ojos sin siquiera inmutarse como la mayoría de las personas lo hacen. Note el patrón del color de sus ojos. En la luz del sol seguro son mas claros que bajo la luz artificial. Tiene pestañas espesas, y la mirada, podría decirse que melancólica-

-¿Te pareció atractiva? o ¿interesante?-

-Ambas. Para los estándares  de belleza femenina, ella es atractiva. Pechos redondos y firmes, caderas anchas, estatura promedio para una chica, cabello lacio. Suelen llamarme mas la atención las mujeres con cabello largo, pero el de ella me gusto. Era corto, hasta abajo de sus hombros. En cuanto a interesante, supongo que mi intriga porque no bajo la mirada- 

-¿Pero eres consiente de que no puedes mantener relaciones físicas con ella porque estas dentro de un área laboral?-

-No creo que eso sea un impedimento para tener sexo con ella. Nadie respeta las reglas. Las reglas solo se hicieron para crear la ilusión de un orden, pero solo es una fachada- 

-¿Así que piensas mantener relaciones sexuales con ella?- 

-Si. También pude ver en sus ojos el deseo- 

-Una mirada puede significar muchas cosas Benjamín-  

-Las miradas pueden mentir, pero el cuerpo no. Se puso rígida cuando mi mano le roza el brazo-

-Bien, si estas seguro de eso. Pero no la intimides Benjamín, intenta conocerla-