El león y la oveja

Capitulo 17

Celeste

Realmente no tenía ánimos de ir as desayunar con mamá este sábado. Pero ya había cancelado muchas veces, y ya no tenía más excusas que dar.

Me puse mi vestido camisero sin mangas color lila y mis cuñas blancas. Ya que no había lavado mi cabello, decidí atarlo en una coleta baja. Apenas y me puse maquillaje. Solo un poco de rubor en las mejillas color melocotón, mascara de pestañas y un hidratante de labios con un tono neutral.  

Mamá ya estaba en el restaurante. Vestía impecablemente como siempre. Vestido largo de lino, su cabello recogido en un moño bajo y su maquillaje de tonos claros.

Para ser una mujer de cincuenta años, mamá aun se miraba fresca, con la piel tersa y el cabello negro sedoso. Había heredado su cabellera y el color miel de sus ojos. Todo lo demás era de papá. 

Sabía de qué iría el primer tema de conversación, y esa era una de las razones por las que no quería venir a comer con mamá.

- No puedo creer que tu papá te haya reemplazado como si fueras una más de sus trabajadores. Eres su hija, debe darte prioridad-

-Ya sabes como es papá. A él nunca le han gustado las cosas mediocres-

Mamá arruga en el entrecejo disgustada.

-Ya vas de nuevo con tú autodestrucción. Es por eso que nunca progresas- le da un sorbo a su café aún con el entrecejo fruncido -¿Ya leíste el libro que te regale para tú cumpleaños?-

Mamá pensaba que todos mis problemas iban a resolverse leyendo libros de autosuperación. Y si, quizá me ayudaban en un treinta por ciento. Sin embargo, no eran la solución definitiva para todos mis problemas. Pero mamá prefería pensar que lo eran, para de esa forma no tener que lidiar ella con mis problemas emocionales. 

Desde que era una niña, mamá siempre evadió la responsabilidad de enseñarme a lidiar con mis problemas emocionales de una forma correcta. Para ella con decir que todo estaría bien y que con llorar no solucionaba nada, era suficiente para que yo aprendiera a ser fuerte. Incluso cuando se divorcio de papá. Ella pensó que como yo era una niña de apenas diez años, no me afectaría en nada. Pero me afectó. 

Papá y mamá siempre quisieron que me comportara como toda una mujer de carácter fuerte, una mujer con decisión y visión. Pero como diablos esperaban eso de mi, si nunca me enseñaron como serlo. Tuve que lidiar muchas veces sola con mis emociones, y resulta que me moldeé diferente a como ellos esperaban. He vivido mi vida entera tratando de complacerlos, pero ya estaba comenzando agotarme. 

Decido cambiar de tema para para aminorar la mañana. 

-Ariana pronto va a casarse. En la fiesta de la tía Roberta me dijo que ella y Kevin están prontos a fijar una fecha-

Mama bufa divertida y se lleva la servilleta a sus labios para limpiar las migas de pan que se pegaron a su labial.   

-Esa chica no sabe ni lavar un plato y ya piensa en casarse. Tiene que ser buena en la cama si Kevin le prepuso matrimonio. Un hombre no se casa con una mujer solo por su cara bonita. Se casan porque quieren alguien que los atienda y los complazca sexualmente. Quieren a una sirvienta en el día y una experta en el sexo por las noches-