Capitulo 26

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Celeste

Llego a casa aun con la nota de Benjamín sin leer. Quería estar en la comodidad de mi hogar y leerla con libertad.

Mi tome mi tiempo antes de leerla.

Me cambie la ropa de trabajo por un piyama de seda. Alimente a Roro. Me prepare un té de manzanilla, y al final de todo, me senté en el sillón de mi sala de estar y abrí la nota. 

<<Estoy desesperado, al borde de un ataque de ansiedad que nunca había sentido. Y la necesidad por Celeste aumenta día tras día. No se si a ella le gusto, no se si es amor o lujuria. Es la primera vez que desearía poder leer la mente de una persona, para infiltrarme en sus pensamientos. No se si deje de pensar que la música era repetitiva, y que no todas las películas eran irrealistas por Celeste. Ella es como una campo de fuerza, me atrae a sus gustos y me hace cambiar de parecer. No se si lo que me gusta es más de ella que mío, si me estoy apropiando de sus películas favoritas y estoy robando sus canciones. Pero todo es mejor con ella, todo cambia con ella. Y no se como llamar a ese sentimiento, solo se que: 

El león no se enamora de la oveja, o la simplicidad se vuelve compleja. No hay lógica para el amor, solo se que que estoy desesperado por verla. Mis días comienzan a extrañarla, y mi cama se siente vacía. No me gusta el eco de su ausencia. Ella no es números ni ciencia, pero quiero entenderla, para aprender a retenerla mas tiempo a mi lado>>

Era la primera vez en mi vida que podía afirmar que estaba llorando de felicidad. Y era la primera vez en mi vida que recibía una carta de amor.



El león y la ovejaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora