Donde Yang Jeongin intenta descubrir por qué esos ocho chicos de su universidad se odian tanto después de conocer a cada uno de ellos, al mismo tiempo que se abren las puertas de su pasado y se descubre a él mismo.
- "Hyung, no entiendo porque ellos...
-Aquí vamos... -Chan suspiró pesadamente mientras negaba con la cabeza y ojos cerrados.
-Me enamoré de uno de mis amigos, quien me usó para darle celos a la persona que le gustaba. Lo curioso era que esa persona también lo usaba para darle celos a su novio... o tal vez solo era demasiado egoísta, y su novio estaba confundido con sus sentimientos, así que experimentaba con esa persona para ver si realmente le gustaba...
El cuarteto paró de reir inmediatamente remplazando el sentimiento por seriedad y tensión. Incluso Changbin paró de grabar.
-Lo curioso era que la persona que me gustaba y la persona que lo usaba se enamoraron. Me usaron y luego me terminaron. Se causaron muchos problemas, peleas, nuestra amistad se rompió por años hasta que el cumpleañero de esta fiesta llegó como un ángel caído del cielo el cual no pudo controlar su curiosidad y terminó uniéndonos de nuevo. ¿Conclusión? el amor es un asco, muchas felicidades Yang Jeongin, ¡y brindo por mí y mi preciosa soltería!, ¡SALUD! -Seungmin alzó su vaso junto con el resto de personas en el lugar, quienes lo animaban y apoyaban con risas y gritos.
Seungmin empezó a cantar una canción, posiblemente sobre desamor, mientras que cuatro chicos se habían quedado mas tiesos que el pan, serios y pensativos.
Bang Chan solo se removía incómodo sabiendo que esto pasaría, así que para intentar romper la tensión habló:
-H-hay que intentar quitarle la ebriedad a Seungmin antes de que abra la boca de más... ¿ideas?
Cuando Seungmin terminó de cantar su canción y la gente aplaudió, su próximo destino fue ser lanzado desde la azotea hasta el balcón con alberca por Changbin.
Si el agua no le quitó la borrachera el susto seguro sí lo hizo.
-Ahora a buscar a Hyunjin y a Jeongin. -Mencionó el mayor nervioso mientras, casi pálido y aliviado de que nada le haya pasado a Kim, se diera la vuelta para continuar con su búsqueda.
Los cuatro chicos aún miraban fijamente en fila a su amigo en la piscina y el mayor solo pensaba en cómo se había atrevido a aceptar y permitir aquella idea.
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-¿No tienes una roja o un dos? -preguntó Jeongin mientras mordía su labio emocionado.
Hyunjin solo suspiró resignado.
-No...
-Te toca robar. -Dijo el menor sonriente mientras veía a Hyunjin tomar cuatro cartas hasta que colocó la que debía en el centro-. ¡Uno! -gritó cuando puso una carta más y solo le quedaba una.
-Ya no quiero jugar esto -mencionó Hyunjin puchereando-. Jeongin, me ganaste quince veces seguidas, ¿no me estarás haciendo trampa? -se quejó rendido mientras dejaba sus cartas sobre el césped.
-Es que Felix me obligó a ver un anime sobre cartas y juegos de apuesta... ¡Vamos hyung, terminemos esta jugada!
-Jeongin, te dije que teníamos que hablar y me hiciste jugar este juego quince ve-
