Donde Yang Jeongin intenta descubrir por qué esos ocho chicos de su universidad se odian tanto después de conocer a cada uno de ellos, al mismo tiempo que se abren las puertas de su pasado y se descubre a él mismo.
- "Hyung, no entiendo porque ellos...
La señora Kim esperaba fuera de la casa de la señora Yang, impaciente y con el ceño fruncido.
Escuchó la puerta abrirse tras ella encontrándose con Sun Hee, quien la miraba de la misma forma desagradable de siempre.
—Creí que no volverías a juntarte con alguien tan salvaje como yo —dijo sarcástica Yang.
—Juré que no volvería a verte la cara después de que me tiraste comida encima.
Ambas mujeres hicieron un pesado contacto visual hasta que el esposo de la señora Yang las interrumpió.
—Pero están aquí por Jeongin, ¿cierto? —Dio un breve beso a los labios de su esposa antes de salir alejarse para ir a su trabajo.
—Escucha Taeyeon, provócame y te juro que te echo a patadas. —Se hizo a un lado dejando el espacio libre de la entrada.
Kim solo reviró los ojos pasando al hogar ignorando sus ganas de responderle a Yang.
—Sun Hee, sé que nuestros escuentros han sido un tanto... desastrosos. Especialmente el de hace diez años —habló mientras tomaba asiento en un sofá del living—. ¿Tanto te encanta tirarme cosas encima?, esa vez fue una masa de galletas que me tomó días quitarme del cabello.
—¿Qué querías que hiciera?, llegaste de la nada diciendo que me quitarías a mi hijo y que tus abogados se encargarían de eso.
—Solo quería a mi sobrino de vuelta. Era lo único que me quedaba de ella y cuando me enteré que seguía vivo no dudé ni un momento a venir por él. Mas ya estaba adoptado legalmente por ustedes, al final no pude hacer nada. Hace poco envié a uno de mis abogados para que les explicara aspectos de la herencia y-
—Sí, lo sé, hubo un malentendido. Creí que intentarías quitármelo de nuevo.
—Podía. —La señora Yang miró atenta a la mujer después de lo que dijo—. En ese momento podía, pero Jeongin me hubiera odiado.
Hubo un pequeño silencio demasiado incómodo para ambas mujeres.
—Hace años te pedí de manera amable que me dejaras pasar tiempo con él. —Taeyeon siguió con la plática.
—¿Crees que iba a permitir eso después de que me amenazaste?
—Hay que dejar eso atrás. Ahora Jeongin será mayor de edad y ninguna de las dos podrá hacer nada. Además, de cierta forma nos beneficia a ambas. Las dos pasaremos tiempo con él.
—Tal vez soy demasiado egoísta por no querer que mi hijo pase tiempo contigo... —bajó la mirada—o tal vez tengo miedo de que al final termines arrebatándomelo.
—Eres su madre... adoptiva —enfatizó la última palabra—. Él nunca te cambiaría por nada, y eso me hace perder la cordura.
Sun hee levantó la mirada encontrándose con los ojos contrarios. Ambas tenían miradas temerosas y nerviosas, pero más relajadas que al principio.
—Debería sentirme agradecida de que ambas podemos pasar tiempo con él, mas no me agradas... tampoco confío en ti. —Kim enarcó una ceja.
—¿Y crees que eso a mí me importa? —Taeyeon sacó una agenda de su bolso para después abrirla y ponerla sobre sus piernas—. Solo vine para planear el cumpleaños número diecinueve de mi sobrino.
—Ah... sí, sus amigos me hablaron acerca de eso.
Ambas mujeres soltaron al mismo tiempo un: "será en mi casa", para después mirarse con la misma rivalidad común de siempre.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.