Donde Yang Jeongin intenta descubrir por qué esos ocho chicos de su universidad se odian tanto después de conocer a cada uno de ellos, al mismo tiempo que se abren las puertas de su pasado y se descubre a él mismo.
- "Hyung, no entiendo porque ellos...
Este capítulo se ubica unos días antes que el anterior. Son partes que no se han narrado en la historia.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
- ¿Qué haces Lix? - Preguntó Hyunjin al recién nombrado, quien desde hace rato no dejaba de decorar, recortar y pegar imágenes en un gran cuadro de madera.
- Es un proyecto que tengo para mí mismo... - Respondió - Desde hace tiempo le pedí unas fotos a Jeongin de cuando era más pequeño para juntarlas con las mías. Cuando termine este cuadro lo colgaremos en nuestra habitación - Sonrió feliz porque su trabajo iba por un buen camino.
- Hablando de Jeongin, ¿sabes dónde está? - El menor sintió una leve molestia al escuchar aquella pregunta.
- Claramente aquí no... - Sonrió - Ha de estar en la cafetería - El mayor asintió - ¿Podrías ayudarme a recortar todo esto?
Cuando el australiano preguntó, Hyunjin se levantó de la cama para ir a tomar asiento al lado del de pecas. Observó la gran cantidad de fotografías en la mesa para luego admirar el trabajo de Felix, se notaba que le estaba poniendo mucha dedicación. Enfocó su mirada en las fotos que debía recortar y soltó un suspiro al ver que eran bastantes.
- ¿Has estado haciendo todo esto solo?
- Sí. No permito que Jeongin toque mis materiales ni tampoco lo dejo hacer estas clases de cosas... es muy distraído y algo torpe - Ambos sonrieron.
Hablando de Yang Jeongin, Hyunjin se concentró bastante viendo una foto de él cuando era un niño muy pequeño. Entrecerró los ojos analizándola más, sintiendo aquella sensación familiar, de curiosidad por saber de dónde venía aquel sentimiento, pero simplemente no lo hayaba.
O probablemente sí, pero tenía miedo de admitirlo.
Agarró la fotografía discretamente sin que Felix lo viera y la guardó en su bolsillo doblándola un poco.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Sintió un poco de tensión, temor e impotencia a no atreverse a abrir aquella puerta perteneciente a la habitación frente a la suya. Sentía que sus manos temblaban y que sus piernas fallaban ante querer entrar a esa pieza a la cual no entraba hace años.