Donde Yang Jeongin intenta descubrir por qué esos ocho chicos de su universidad se odian tanto después de conocer a cada uno de ellos, al mismo tiempo que se abren las puertas de su pasado y se descubre a él mismo.
- "Hyung, no entiendo porque ellos...
- ¡Volví! - Gritó Jeongin abriendo con fuerza la puerta de la habitación que compartía con Felix.
- ¿Ya viste que vendrán alumnos de intercambio? - Su ahora amigo peliblanco se encontraba cambiando el diseño de su cama.
- Sí... ¿qué haces?
- Estos colores ya pasaron de moda.
- Fui a casa de Hyunjin... - El australiano paró en seco al escuchar esa frase.
- ¿Por qué?
- Después de la fista Chan y Jisung hyung y yo pasamos la noche ahí.
- ¿Enserio...?
- ¡Sí, no te miento! Dormí en su habitación y cuando desperté... - Felix lo interrumpió.
- ¿Hiciste qué? - El mayor no mostraba ninguna expresión, pero el menor podía sentir la dureza de su voz.
- Me emborraché... Hyunjin me cargó y me llevó a su habitación, ambos dormimos ahí, ¡pero el durmió en el suelo para no molestar! No sucedió nada.
- Hyunjin... fue amable contigo.
- Lo es, aveces. ¡Quería decirte que vi unos anuarios y...!
- Jeongin... necesito caminar solo, vuelvo más tarde - El de pecas dejó un cojín negro en su cama sin terminar, y un poco ido salió de la habitación.
Jeongin quedó confundido, ¿le molestó que viera fotos viejas de él?
Y es que lo que el pelinegro no se imaginaba, era que tal vez su amigo australiano no había superado a Hwang Hyunjin.
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Jeongin se dirigió al primer lugar en donde creyó que Changbin podría estár.
Y efectivamente, Changbin estaba en el jardín de siempre con sus cámaras.
- ¡Changbin hyung! - Gritó Jeongin al ver al rubio cenizo en el césped.
El mayor se asustó al igual que las dos pequeñas mariposas que estaba apunto de fotografiar, y que sin dudarlo, al escuchar el grito del menor, salieron volando.
Era curioso que la gente piense que es una persona fría, ruda y su estilo dark dan fuerza a esas descripciones. Pero vamos, Yang Jeongin hacía que hasta la persona más amargada sonriera, además, Changbin era muy amable.
- Jeonginnie, hola.
- Lo siento, hyung...
- No te preocupes, ¿necesitas algo?
- ¿Tengo que necesitar algo para venir a ver a mi hyung favorito? - Sonrió mientras que el contrario arqueaba una ceja.
- ¿Qué hiciste?
- ¡Nada! Pero si eres de mis hyungs favoritos. Es raro que en esta universidad siga sin encontrar a alguien menor que yo.
- Tal vez alguno de los chicos del intercambio sea menor que tú. Ahora dime, ¿qué pasó? - Jeongin de sintió pequeño e intimidado por la fija mirada que su hyung le daba.
