Capitulo 9

1.2K 87 12
                                    

Santiago

Después del suceso esperamos aproximadamente 20 minutos para retirarnos debido a que generaría problemas si nos vamos justo detrás de ellos, las chicas se lamentaban que no nos quedáramos el otro semestre que donde se realizaban fiestas importantes como era la fiesta de Halloween y la fiesta de ingreso de semestre o bienvenida del semestre que también era una de las mejores, pero hasta allí llego la conversación pues Sebastián y yo nos retiramos con la excusa que teníamos que reclamar un libro en la biblioteca no sin antes Sebastián tomar sus números de teléfonos.
Una semana el parlamento se demoró en aceptar mi propuesta por lo que fue una semana en la que me dedique a pasear por la capital y posteriormente me traslade a una villa lo suficiente cercana al recinto o casa de Emma.

Sin embargo, en toda esa semana no salió de su casa.

Así que me dedique a montar a caballo, pasear por los alrededores y aprender un poco de la cultura, recuerdo todavía la conversación con el abuelo de Emma en aquella cena en la casa de Emma, donde me sugería que una de las mejores prácticas para pensar o reflexionar era la pesca él decía que mientras se hacia esta práctica, más fluían los pensamientos y las decisiones eran las mejores.

Así que Sebastián y yo fuimos a pescar al lago, según lo que había dicho el arrendatario de la villa se podía pescar en el mientras se respetara las reglas de la naturaleza, es decir la pesca debe ser menor a 3 peces al día. Para evitar que es lago se quedara sin habitantes, pero según lo que nos dijo un día cada tanto tiempo la comunidad traían nuevos habitantes al lago.

Después de un buen tiempo en el lago y darnos cuenta que éramos un desastre para la pesca.

Vi a mi suegro, efectivamente el señor Antonio Materrazzi estaba del otro lado del lago, en compañía del abuelo de Emma.

Así que lo salude desde la otra parte del lago.

Extrañados me devolvieron el saludo e hicieron señas para que me acercara mi relación con el papa y su abuelo creía que estaban bien por la forma en que me llamaron.

-O puede que solo te estén dando confianza para luego darte una paliza- dijo Sebastián al ver cómo me montaba solo al bote.

-No vas a venir – le pregunte.

-Creo que te sirvo más de este lado, cualquier cosa yo soy tu testigo y próximo sucesor del trono no quieres dejar a nuestro país sin gobernante tan temprano.

Así que reme todo el camino hasta llegar al otro lado.

Al llegar lo primero que hice fue saludar al sr Antonio.

La conversación fue larga, productiva y muy sabia entendí muchas cosas y me nutrió para fortalecer mi relación con mi futura reina.

Volví a la villa con la frente en alto, optimismo y sin un golpe.

Lo que para Sebastián fue impresionante, según el me merecía un toquecito en la mejilla o en el ojo.

Para el papa de Emma fue un alivio saber que su hija no iba a estar con cualquier persona como si estuviera en venta, para el abuelo simplemente fue la forma más brillante que encontró para salvar al reino y ser feliz a su nieta.

Me pase los días respondiendo correos, escribiendo documentos y arreglando unos asuntos de mi puesto, y tratando de hacer productivo mi tiempo libre hasta que recibí la llamada del parlamento, el cual me invitaron estar en las instalaciones el día que iba ella a recibir la noticia, no lo pensé dos veces y acepte.

Sabia que no le podía pedir matrimonio, pero si podía generar nuestro primer encuentro para que ella descargue su rabia en mí, y que no sea tan duro al final comentarle que soy su futuro esposo, sabia perfectamente que era una noticia que le generaría rabia, enojo y que lo miraría como una asquerosa broma, sabía que se volvería frenética, pero estaría allí firme para ver su reacción que ella y viera que la amo, la amo y la amo.

Seduciendo a su Majestad ♔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora