Los pájaros cantaban por la mañana, y el sonido del sartén siendo aplastado por la masa de panqueques, la hacían sentir como que era el indicio de un día excelente, tranquilo y perfectamente normal.
Habían pasado dos días desde aquella pesadilla y todo había vuelto a la normalidad. Ella le dio vuelta al panqueque que empezaba a pegarse en el sartén y luego danzo por la cocina hasta que alcanzo un plato para poner su obra maestra. Mientras terminaba de freírlo, sonó el timbre de su casa y esto capto su atención.
-"Dalia, creo que te buscan." - Opino su madre de forma molestona.
-"¡Si! Debe ser Keaton." - Dijo ella con una sonrisa enorme dibujada en su rostro, al mismo tiempo, se empezó a sentir un olor a quemado. -"Hija, ¡El panqueque se quema!"-Grito su madre mientras corría apresurada a quitarlo del sartén. Y al mismo tiempo, un poco de humo empezaba a salir de este. Dalila rio tontamente. - "Lo siento mama, lo olvide por un segundo."
-"Sí, sé muy bien, que ese muchacho te tiene bastante atontada pero no es excusa para quemarme la casa. Ahora ve y ábrele antes de que se moleste y se vaya. Yo me encargare de esto por mientras." - Dijo la mujer de cabello rubio mientras lanzaba más mezcla sobre el sartén.
-"Oh por favor, el jamás haría algo así mama. Es Keaton no As..."--De pronto una sombra se cruzó por la cara de Dalila y su madre entendió a que venía todo eso.
-"Hija, llegaran tarde a la escuela. Y Keaton parece que se va a saltar el muro por lo que veo desde aquí. Tanto te quiere ver que hará una locura, ¡Detenle por favor! No quiero otro portón quebrado."-Le exigió su madre mientras ojeaba el patio desde la ventana de la cocina.
-"Oh cielos, eso sí es capaz de hacerlo."- Dalia salió corriendo sin recordar que andaba un moño, un centro negro y unos pantalones de pijama. Cuando llego a la entrada vio a Keaton ya dentro del patio y con una rosa en su mano.
-"Keaton como..." -Pregunto ella mientras miraba como el tenía sus mejillas rojas pero no parecía sudado ni agitado, además de ese pequeño detalle que contrastaba con su piel blanca como la nieve.
Él se encogió de hombros. -"Ya te dije que tengo complejo de spiderman. ¿Cómo amaneciste hoy princesa?"-Pregunto el chico mientras la miraba con ternura a los ojos y le entregaba la rosa en la mano.
-"Ay Keaton. Eres un amor. Jamás me cansare de tus detalles." - Le dijo ella muy emocionada mientras observaba la rosa con delicadeza y admiración.
-"Una rosa para otra rosa." -Comento el mientras acariciaba la mejilla de la chica. Y luego se acercaba a darle un beso suave sobre la boca a su novia. Luego la chica sonrió. --"¿Ya comiste?"
-"Nop"-Contesto el muy relajado, como que sabia que le estaban preparando algo de comer.
-"Pues vienes a tiempo mi amor, porque te prepare un delicioso panqueque a la carbonara. Por un lado tiene forma de corazón y el "crust" es de carbon, está negro y quemado. ¿Qué te parece? Estamos listos para casarnos. ¿No es cierto?"-Bromeo ella mientras le daba un codazo suave.
-"Uff... Tal y como me encantan. Panqueques a la carbonara hecho con amor y atención por la linda de mi novia. ¿Hoy no tendrá pedacitos de fresas verdad?"
-"No, ya sé que no te gustan y a menos que quiera un pez globo por novio, mejor evito cualquier cosa que te provoque alergia."
-"Entonces acepto." -Dijo el entre risas. -"Solo que si tu mama me ofrece de sus porciones tendré que rechazar tu oferta y aprovechar las exquisitas delicias que hace mi suegra. Y a ti te tocaría el carbón."
-"Lo siento. Pero tu aceptaste el carbón; así que Shotgun a los panqueques de mi madre." -Dijo ella provocando que ambos rieran al mismo tiempo que se encaminaban hacia adentro.--"En ultimo caso, Puchi tendrá que comérselo, de igual manera come hasta las piedras asadas que yo hago."
-"Pobre perro." -Murmuro Keaton mientras Dalila solamente se reía.
-"A todo esto, así iras a la escuela o ¿No te has ni bañado?"-Pregunto Keaton.
"-¿No te gusta mi nuevo look? Así te recibiré todos los días, sexy no?"
-"Por mí no hay problema, pero dudo que la directora quiera dejarte ir en pijama." -Ambos rieron.
-"Le diré que me secuestraste y no tenia de otra." -Keaton la quedo viendo con los ojos entre cerrados. -"Mañosa." -Ella se encogió de hombros mientras reía, luego subió dos gradas y antes que él las subiera, ella se dio la vuelta para verlo de frente y lo abrazo rodeándole los hombros con un brazo. -"Me alegra tanto tenerte en mi vida. Esta sonrisa se debe a ti y a nadie más." -Le susurro ella al oído mientras aun lo abrazaba y este la correspondió. -"Por primera vez estas a mi altura." -Rió el mientras ella sarcásticamente lo imitaba. - "Ja Ja, chistoso. Recordemos quien de los dos es el que crecio de manera anormal."--El se sonrió por el comentario grosero de ella e hizo caso omiso para decirle lo que sentía en ese momento.
-"No tienes idea de la bendición que eres en mi vida, Dalila. ¿Nunca te vayas okay?" -Ella asintió con la cabeza y lo beso lentamente, cuando terminaron de besarse ella pudo ver por sobre el hombro de él que había algo o alguien moviéndose por atrás de unos árboles. Eso la asusto y le recordó su sueño. -"Oh no, algo. Ahí hay algo." -Dijo ella señalando hacia el árbol.
Keaton se volteo inmediatamente con ferocidad pero no vio nada. -"Tranquila mi vida, son secuelas de tu sueño. Todo pasara y dentro de poco no lo recordaras, ya verás."
-"Pero no estoy loca Keaton. Algo se movió."
El negó con la cabeza. -"Alguna ardilla." -Ella seguía negando incrédula, sabía lo que había visto. -"Sera mejor que entremos antes que te pegue un ataque y no dejen afuera de la escuela por llegar muy tarde." -Ella asintió con la cabeza y entraron a la casa a desayunar.
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Déjame Ir
Teen FictionDalila tiene un vida normal, estable y feliz. Su novio Keaton, quien la adora ha sido un apoyo incondicional durante los últimos 6 meses, gracias a el ha logrado ser una persona alegre de nuevo. Eso, hasta que recibe inesperadas visitas de su pasado...