Capítulo 13:
El mundo estaba sobre sus hombros. Talvez no era en un sentido literal pero sentía que apenas podía mantenerse en pie y caminar por ese camino oscuro, lúgubre y estrecho por el que no sabia ni como salir y mucho menos como había entrado. Ella sentía que mas que un camino recto había estado en círculos por un largo rato. Ella se detuvo y se sentó en el suelo, si es que había un suelo en ese lugar negro y lleno de neblina. De pronto, hubo una luz que partió hacia dos lados la neblina provocando que una mano apareciera frente a ella. La chica no podía evitar querer tocar esa mano resplandeciente, por lo que coloco sus dos manos sobre esta; y su contacto provoco que todo se iluminara con tal intensidad que tuvo que cerrar sus ojos porque era demasiado el resplandor. Todo se volvió blanco y cuando abrió sus ojos de nuevo, estaba en un lugar muy conocido por sus sentidos. Era su escuela, ella se sentía desubicada porque no recordaba como había llegado hasta ese lugar, pensaba mas bien que se había marchado de esa ciudad hace unos días pero al parecer no era así.
La castaña sintió como su pelo se agitaba contra el viento mientras un brazo se posicionaba alrededor de su cuello y le hacia una llave. Esta coloco sus manos sobre el antebrazo de la persona para intentar soltarse pero se detuvo al escuchar una voz masculina.—¿Que haces tan perdida en el espacio, Dalia?
Ese apodo y esa voz retumbaron en su cerebro atraves de su oído. –¡Keaton!—Pronuncio sorprendida al ver que era el quien la estaba molestando. —El mismo y único que conoces, cariño. —Su sonrisa prepotente era algo que lo caracterizaba y a ella de una u otra forma, le encantaba. – Te he extrañado. ¿Dónde te habías metido?
-No lo se Keaton. De pronto me encontraba en ese lugar y tenia miedo hasta que llegaste tu a iluminar mi camino.— Confeso la chica mientras miraba intensamente a Keaton atravez de sus intensos ojos azules. La forma en que ella lo miraba, como si su vida dependiera de el, lo hacia sentir como si fuese una especie de Superman y lo único que pudo hacer con tanta ternura fue abrazarla fuertemente entre sus brazos.— Yo siempre voy a estar aquí para ti, mi vida.
Mientras el pronunciaba esas palabras ella sonreía pero muy dentro se preguntaba porque sentía su corazón tan pesado. Algo no estaba bien, y mas importante aun. Ella recordaba haberlo dejado por Astor. Entonces ¿Qué hacia aquí abrazada con el?
Ella no se dio cuenta a que hora Keaton empezó a besarla pero la chica abrió sus ojos, y estos le quedaron como platos al ver lo que estaba detrás de Keaton. Eran un par de ojos rojos y una sonrisa filosa, Un cabello castaño y un brazo que sostenía un cuchillo, se aproximaban a su novio. A pesar que ella quiso gritar, Keaton no paro de besarla y no pudo evitar escuchar como se desgarraba la piel de Keaton por el impacto de las cuchilladas que Astor le estaba metiendo por la espalda. Lo curioso fue que solo ella gritaba mientras Astor reía de una manera psicopática.
-¿Por qué Diablos hiciste eso?—Le grito ella histérica mientras lo empujaba; y luego proseguía a arrancar el cuchillo que estaba ensartado en el cuerpo de Keaton, el cual ahora estaba tendido sobre el suelo y lleno de sangre. Astor seguía sonriendo, parecía no poder contener su emoción.—El me estorbaba desde ya días. Ademas lo trajiste aquí donde estábamos tu y yo. Y bien sabes que el y yo no podemos convivir en el mismo mundo. O es el, o soy yo. Así que tome la decisión por ti. Al igual que hice con... John.
Dalila empezó a gritar histérica y a llorar por las dos perdidas que había tenido; y siempre era por celos del mismo culpable, ya que cuando ella quería salir de ese ciclo vicioso, siempre era el mismo resultado, y siempre sus manos quedaban cubiertas de sangre.
¡Sus manos cubiertas de sangre!... Ella miro sus manos y estaban empapadas y mas sangre parecía Salir de ellas. Ella no podía evitar gritar; sentía que iba a quedar loca si seguía así. Lo ultimo que recordaba era ver a Macy desde atrás de Astor riendo con zaña mientras la miraba sufrir.—Y adivina quien sigue ahora. Ya que no entiendes que para estar conmigo tienes que morir.—Comento el chico mientras sus ojos volvían a tornarse rojos y oscuros. Su cabello estaba negro y su camisa y mejillas blancas chispeadas por sangre. El coloco su dedo sobre el chispazo de sangre que tenia en el pómulo y lo lamió de su dedo.— Ahora nos reuniremos pero por los momentos haré tu sacrificio.—Comento el mientras levantaba el cuchillo y se le abalanzaba encima.—Ella grito y luego se levanto de la cama de un solo. Ella jadeaba mientras sus ojos estaban llenos de lágrimas. —Fue un sueño. —Comento ella mientras miraba a su alrededor y notaba que se había quedado dormida en el cuarto de Astor. —Keaton. —Pronuncio ella mientras buscaba de manera desesperada su celular dentro de su cartera, y cuando lo consiguió marco el número que se sabia de memoria y espero a que el chico contestara pero nada... no hubo respuesta.
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Déjame Ir
Teen FictionDalila tiene un vida normal, estable y feliz. Su novio Keaton, quien la adora ha sido un apoyo incondicional durante los últimos 6 meses, gracias a el ha logrado ser una persona alegre de nuevo. Eso, hasta que recibe inesperadas visitas de su pasado...