-¡Keaton! Te amo.-- Grito la castaña mientras corría hacia el rubio de prominente estatura para abrazarlo fuertemente. Ella era bastante cariñosa, en cuanto a sus muestras de afecto y el se limitaba a dejarla que ella se los otorgara.-- Keaton, eres lo mejor que me ha pasado. -- Agrego ella, mientras acariciaba su mejilla contra el brazo de el, dándole la impresión de un gatito acariciando a su dueño.
-Si no hubiese sido por ti, no se que seria de mi en estos momentos. Te amo, de verdad que agradezco tu compañía.-- Repetía ella con los ojos cerrados pero con mucha emoción y simultáneamente, se acercaba a las mejillas blancas del chico y le plantaba un beso en una de sus mejillas. -- Keaton...-- pronuncio ella mientras abría sus ojos y su cara empezaba a denotar un poco de decepción.
-¿Que ocurre?-- El no entendía porque pero sentía que sus emociones estaban detrás de la linea. Tal y como antes de que ella llegara. Todo en orden, todo neutro, todo bajo su control.
-No me ocurre nada. ¿A que te refieres?-- Le pregunto el en un tono seco pero no grosero.
-Es que de pronto te siento frió, distante... poco expresivo.
-Pfft... Así soy yo.-- El no sabia porque pero su tono era cada vez mas frió y sarcástico.
-No... Tu no eres así. Tú, ya no eras así... Es como si estuvieras retrocediendo a como eras justo en el principio de nuestra relación. -- Ella se notaba preocupada pero el... el no sentía nada. Absolutamente nada dentro de su corazón. No había consternación. No había alegría solo neutralidad y control de si mismo. Sin grandes sentimientos no surgían ni las mas mínimas decepciones.
-No lo se, Dalila. No me preguntes tantas cosas a las cuales no te voy a poder responder.-- Su tono empezaba a subir y no podía ya disimular su molestia con tanta hostilidad. ¿Acaso estaba molesto por la insistencia y pegajosidad de la chica o porque no entendía que pasaba dentro de sí mismo?
-Yo... Lo siento. Pensé que probablemente podría ayudarte pero veo que mas bien te estoy molestando. Mejor te dejare tranquilo un momento.-- Declaro ella cabiz-baja mientras se separaba del chico, se daba la vuelta y se marchaba.
El quiso detenerla, verla marcharse provoco que el alzara su mano pero algo se lo impidió. Así que la bajo de nuevo y le permitió marcharse.
No sabia cuanto tiempo había pasado, tal vez muchas horas, días, semanas o meses pero lo que sí sabia, es que la chica no había aparecido desde aquella vez en que prácticamente la corrió. El se preguntaba donde se habría metido ella pero por mucho que el desease sentir preocupación. De lo único que estaba consciente era de la poca importancia que le ponía a esa situación.
De pronto, ella volvió a aparecer. Tal y como siempre lo hacia. De manera sorpresiva, apareciendo de la nada, sin ser llamada y sin ser tan esperada como lo fue en esta ocasión. El no entendía que quería. No sentía que le extrañaba mas aun la esperaba llegar. No la quería sobre el quitando-le su espacio pero se preguntaba porque ella se ausentaba con su tacto cálido y sus caricias de terciopelo, esos besos que sabían a fruta y abrazos interminables; mas ahora no estaba tan solo, la soledad era su fiel compañera. Pero aun no entendía porque... porque, aun la esperaba día tras día, hora tras hora; sin importar como fuera que el tiempo transcurriera en este mundo.
Sí, era ella. No lo dudaba. Ese cabello castaño hasta el área lumbar, ese par de ojos azules que parecían no mirarlo mas, esa sonrisa en forma de media luna con esa curva tan única de ella. Pero había algo diferente en ella esta vez. No solo era el hecho que lo hacia tornarse en poesía cada vez que ella volvía a el. Sino que esta vez lo tornaría en llanto, una canción con tan solo un estribillo y carente de emoción o quizás mas bien era esto lo que ocupaba para despertar. Sus cejas se fruncieron y sus azules ojos enfocaron en lo que provocaba esa sonrisa... la misma sonrisa que había él extinguido con su propia indiferencia. ¿Acaso estaba tan perspicaz porque él estaba con ella o porque ella sonreía y no era el quien se lo provocaba?
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Déjame Ir
Teen FictionDalila tiene un vida normal, estable y feliz. Su novio Keaton, quien la adora ha sido un apoyo incondicional durante los últimos 6 meses, gracias a el ha logrado ser una persona alegre de nuevo. Eso, hasta que recibe inesperadas visitas de su pasado...