Capítulo 4.5: Un mal presentimiento
Dalila estaba frente al tocador de su cuarto y mientras tomaba el lipstick de color rosa, parecía mirarse al espejo pero la verdad, aunque su cuerpo estaba presente… tenía la mente ausente.
Dalila estaba recordando el día anterior, cuando había llegado Astor. Pero no era ese chico el motivo de su ansiedad e intriga, más bien, era Keaton. Ella no entendía que le pasaba y peor aún porque estaba actuando de esa manera con ella.
Últimamente había estado distante y luego de que la defendió de Astor, cuando el ya no estaba. Dalila quiso conversar con Keaton, darle las gracias y decirle que fueran a otro lugar a platicar pero este solo se dio la vuelta sin decir una sola palabra; y la dejo con la palabra en la boca. Y a pesar que ella lo llamo, él la ignoro y se marchó dejándola sola y abandonada, y además, todo el mundo que estaba alrededor lo vio hacer el desplante. Ella se sintió avergonzada por eso pero ahora en lo único que pensaba era en recuperar a Keaton, poner las cosas en claro y volver a ser como eran antes… Si es que se podía.
Como no había podido contactarlo, tomo medidas desesperadas y a pesar que no confiaba mucho en Roy; lo llamo para preguntarle si podía ayudarle para contactar a Keaton o que de alguna forma, el consiguiera que… aunque sonaba ridículo, ella y su novio se pudieran reunir.
Roy no sonaba muy convencido y a pesar que él siempre se mostraba bastante servicial; había algo en su persona que hacía que Dalila no confiara en él. De una u otra forma, sentía que él podría ser un arma de doble filo si acaso le pedía ayuda pero no tenía otro remedio más… no sabía qué hacer y estaba desconcertada con las últimas actuaciones de Keaton.
El mejor amigo de su novio, le había comentado que esa noche tendría una fiesta en su casa por lo que ella estaba invitada y él se aseguraría que Keaton estuviera ahí para que pudieran irse a un cuarto a “platicar”, él lo decía con otra intención pero Dalila sabia como era Keaton y él era un total caballero y además, con los últimos sucesos era muy poco probable que ocurriera algo, lo inmediato era arreglar el problemón que se había armado.
Dalila termino aplicarse el labial y lanzo un beso al espejo, estaba perfecta para la noche. Ella se puso en pie mientras sentía como crecía gracias a los tacones negros de Steve madden que había comprado hace un tiempo. Ella se vio por última vez en el espejo y su vestido de color azul marino ceñido al cuerpo le delineaba la figura y le hacía ver un poco de caderas porque llegaba a la mitad del muslo. Suerte que Keaton no era tan celoso a como era su ex novio porque si no jamás la dejaría ponerse un vestido de ese tipo, la mandaría de regreso a su cuarto a cambiarse como si fuese un papa regañón y celoso.
Dalila suspiro, su ex… Ese era otro problema. Ojala ya se haya marchado para siempre pero conociéndolo era muy poco probable que se hubiese marchado sin cumplir su cometido, por otro lado, él era tan versátil que así como podría ser que apareciera de nuevo, podría marcharse sin más y no volver a aparecer por otro largo periodo de tiempo. Pero por alguna razón, la intuición de Dalila le decía que él no lo haría que no se marcharía así no más.
Ella bajo las escaleras y llego a la sala en donde se encontró con su madre quien comía helado mientras miraba una película en la sala. —Estoy lista mama, ya me voy. —Le dijo Dalila desde atrás del sofá y le dio un beso en la mejilla.
-Ah, está bien cariño. Déjame verte cómo vas. —Le dijo su madre mientras apoyaba sus rodillas sobre el sofá y colocaba sus manos sobre el respaldar de este, y al mismo tiempo, su hija se paraba de manera que parecía que estaba modelando su vestuario. —Te ves hermosa, hija. Y esos risos en las puntas están espectaculares. Lleva los primeros auxilios porque le puedes causar un infarto a Keaton. —Bromeo su madre.
Dalila rio. – Oh no seas chistosa mami. Me voy porque no quiero que Keaton este ahí solo y se le vaya a pegar alguna zorra… como Sarah. —Mascullo ella más para sí misma.
-¿Cómo quién?—Pregunto su mama algo perdida.
-Nadie mama, solo me estaba recordando que calle debía tomar.
-Vete por la menos oscura. Siempre me dan mal sentimiento las calles poco transitadas. —Cuando su madre pronuncio la palabra mal sentimiento, se le vino un mal presentimiento a Dalila. Algo le decía que mejor no fuera a la fiesta, algo en sus adentros le decía que algo malo podía pasar pero... ¿Qué de malo podría pasar?
Dalila tuvo un flash de su sueño, cuando vio al tipo encadenado y ensangrentado y eso la hizo empezar a jadear; luego recordó a Astor. ¿Por qué los había relacionado? ¿Sería porque ambos salían en el sueño? ¿O seria que Astor tenía que ver con el muerto de su sueño?
Ella estaba confundida y empezaba a marearse pero su mama la hizo volver en si cuando le ofreció un bombón. —Hija, hija… Te ves pálida toma este bombón comételo rápido. —Dalila se comió el bombón y una vez que se sintió más recuperada, decidió marcharse antes de que pensamientos estúpidos volvieran a su mente y antes de que el miedo o un ataque de pánico la detuviera de su encuentro con su amado Keaton. Solo esperaba que ese mal presentimiento fuera solo su imaginación y no se convirtiera en una verdadera pesadilla.
…………………………………….
ESTÁS LEYENDO
Déjame Ir
Dla nastolatkówDalila tiene un vida normal, estable y feliz. Su novio Keaton, quien la adora ha sido un apoyo incondicional durante los últimos 6 meses, gracias a el ha logrado ser una persona alegre de nuevo. Eso, hasta que recibe inesperadas visitas de su pasado...