Capítulo 11: Quitando Mascaras
Creía haber escuchado como una página de papel era partida en dos de un solo estirón. Sentía como que habían arrancado una buena parte de su sensibilidad y esta vez el veneno que había salido de la boca de esa víbora, le había alcanzado cada céntimo de su cuerpo. Sus sentimientos... si es que aún le quedaba alguno. Estaban anulados, congelados. Y eran sus emociones quienes la dominaban esta vez, impulsando a que cada musculo de su cuerpo se estirara sin que ella quisiese, provocándole saltar hasta quedar de pie y en un segundo estaba sobre la Pelirroja, quien la miraba con ojos victoriosos y una sonrisa maquiavélica. Dalila tenía en la mano una botella y no sabía cómo esta se había convertido en ese instrumento; sí ella recordaba haber lanzado al suelo una copa de vino que había quedado hecha trizas. ¿Pero que importaba? Si en fin, le serviría para defenderse y acabar con este martirio que era tener que tolerar la existencia de Macy, quien atentaba contra ella de manera emocional.... Era más bien, un milagro que la pelirroja no la hubiese desaparecido del mapa. Talvez no lo hizo, porque ella se desapareció por su propia cuenta, dejándole el camino libre con Astor. Dalila ya no estaba pensando, tan solo respondía a sus sentimientos más oscuros y profundos, de modo que actuaba de manera impulsiva. Justo en el momento en que Dalila sabía que la botella se estrellaría contra la cabeza de Macy; esta se sintió liviana de pronto. Macy abrió sus ojos de par en par; y pudo ver como Dalila tenía aun alzado su brazo pero no por voluntad propia sino porque alguien estaba sosteniéndoselo... su salvador, Max.
Los ojos de Dalila parecían un par de platos por lo grandes que se habían vuelto pero dentro de ellos, su iris era oscura tenia las pupilas dilatadas y parecía casi como si hubiese perdido su alma. Mientras ella volteaba a ver quién la tenía sostenida; Max se encontraba parado detrás de ambas. Con una pose de tranquilidad pero se notaba que actuaría inmediatamente, si ella se metía con la persona que la tenía sostenida.
-Hola Dalila. ¿Te acuerdas de mi verdad?-Le susurro una chica al oído mientras Dalila se imaginaba como sus finos labios pintados de morado oscuro se movían para articular esas palabras. La furia, fue esa emoción, la que se desato dentro de su cuerpo en ese momento. ¿Cómo se atrevían a boicotear su final perfecto? Se supone que esta vida es una comedia irónica pero todos se estaban encargando de hacerla parecer como un circo. Cada intento que ella procuraba por pecar y terminar con todo el dolor; ellos parecían estar pactando con el Diablo y queriendo arruinarle aún más la vida. ¿Qué acaso ella era el chiste principal?
Dalila intento soltarse. -Suéltame. -Mascullo mientras forcejeaba para soltarse. Pero la chica solamente sonreía como un niño grande haciéndole bullying a uno menor. - Suéltate. -La reto su captora, quien por la posición en que tenía a Dalila sabía que no podría hacerlo, recordándole a un pequeño animal salvaje con un poco de rabia tratando de quedar en libertad. -Suéltame Mandy. No tienes vela en este entierro. -Mascullo Dalila mientras se volvía loca moviéndose de un lado al otro para obtener su tan preciada libertad pero Mandy solamente se reía con una voz dulce y tranquila. Sabía que tenía el control, y mientras Dalila siguiera en ese estado de descontrol, la situación no cambiaría. Además era obvio que si Dalila le hacía algo, entonces Max se lanzaría sobre ella como una hiena salvaje y la destazaría. Nadie se metía con Mandy sin pasar primero sobre Max; y hasta ahora nadie había logrado pasar sobre Max. Talvez por eso es que Mandy era toda una bufona.
Dalila decidió calmarse. Y noto que Macy aun la observaba desde el suelo, parecía aun estar un poco asombrada por los comportamientos de Dalila pero cuando noto que la castaña poso su atención sobre ella como un perro salvaje; Macy rio para sí misma, y se levantó lentamente al mismo tiempo que se sacudía sus rodillas. -Ay Dalila. -Suspiro ella mientras se acercaba a la chica de grandes ojos azules, quien la miraba con una mirada que demostraba que la mataría en cuanto tuviera la oportunidad. -Eres tan patética. Por un momento pensé en que te unieras a nosotros. -Confeso Macy mientras negaba con la cabeza y miraba a la castaña con ojos de lastima y una sonrisa ladeada. -Ni modo. No eras más que la marioneta de Astor. Y me da pesar, tenías tanto potencial. -Dijo mientras acariciaba la mejilla de la chica y esta reacciono quitándole la cara. -No me toques perra.
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Déjame Ir
Teen FictionDalila tiene un vida normal, estable y feliz. Su novio Keaton, quien la adora ha sido un apoyo incondicional durante los últimos 6 meses, gracias a el ha logrado ser una persona alegre de nuevo. Eso, hasta que recibe inesperadas visitas de su pasado...