— Así que...
Estaba en la boca del lobo. Brian me había dejado de lado tan pronto entramos, como lo previne, y me quedé casi una hora con Pete y su banda. Roger era una dulzura de persona, también John, pero cuando llegaba a intentar analizar a Keith, toda palabra se me escapaba. Era... una persona particular, por comenzar a describirlo.
Luego de eso comencé a beber de la ansiedad que me daba quedarme sola, aunque no era muy difícil entablar conversación con cualquiera una vez agarras confianza. Incluso me crucé con uno que me ofreció un porro —o lo que parecía ser un porro, quizás tenía otras cosas— y se lo rechacé porque no tenía muchas ganas de perder mi lucidez en una fiesta en donde todo puede explotar, literalmente, y según Brian tendríamos que escapar antes de que llegara la policía.
Las cervezas no estaban mal. Supuse que eran de la mejor marca que encontraron y que todo lo que me rodeaba era sumamente costoso, por lo que no dejé ir la oportunidad y cambié de bebida por un whisky con rapidez. Fue en ese momento en el que noté a 'Moonie' a mi lado, bebiendo lo mismo que yo mientras observaba la fiesta con una mueca maliciosa, como si estuviera esperando el momento preciso para atacar.
No me moví, solo lo miré de reojo y seguí con la mirada aparentemente hacia el frente.
— ¿Aburrida? — siguió, cambiando de posición de mi derecha hacia mi izquierda. Tomé una buena bocanada de aire, intranquila.
No te líes con Keith Moon, no te líes con Keith Moon, no te...
— ¿Acaso Brian ya te abandonó? — preguntó, su barbilla estaba a centímetros de mi hombro, casi apoyándose en él mientras se quedaba tras de mí.
— Eso es un hecho — solté con amargura. Ni siquiera podía tener un vistazo del cabello de oro de Brian por entre la gente, simplemente había desaparecido y yo suponía que se encontraba en alguna habitación con alguien, por lo que no iría a buscarlo para encontrar cosas que no querría ni imaginar.
— Qué te parece si hacemos un trato — continuó.
— No quiero hacer volar este lugar contigo, Keith — me rehusé, lo cual le hizo reír, encantado con la situación. Me rodeó y se puso frente a mí, era un poco más alto que yo, por lo que lo seguí con la mirada un poco inclinada hacia arriba para conectar con sus ojos, los cuales bajo la escasa luz de aquella suite lucían negros.
— Pete me ha comentado que Brian ha hecho que tengas miedo de mi arte para el entretenimiento — explicó.
— Tengo miedo de ser atrapada por la policía americana — le aclaré. — No de ti, ni de tus trucos de magia — añadí. A esas alturas era el whisky el que hablaba. El whisky y todas las cervezas que me bebí antes de comenzar con el plato fuerte.
Lo vi sonreír otra vez.
— No estaré haciendo ninguno de mis trucos de magia esta noche si vienes conmigo — fue al grano. — Esa es mi propuesta.
Un minuto. Keith Moon me...
Abrí la boca ligeramente.
— Sí, estás en lo correcto. Lo que quiero esta noche es a ti — prosiguió.
— Y a todas — solté una risa irónica, mirando hacia otro lado, nerviosa. En el fondo, temblaba como una niña avergonzada. ¿Realmente me quería porque creía que yo era algo distinto en una fiesta con muchísimas mujeres bellas? ¿O solo me quería porque era la amiga de Brian Jones y, quizás, represento un premio intercambiable?
Millones de posibilidades de que todo eso fuera una broma entre bandas, una apuesta, algo más allá de un interés sincero, pasaron por mi cabeza en ese minuto.
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Complicated || Brian Jones
FanfictionLos altos y bajos de ser la ama de casa de Brian Jones. [Ambientada en 1967]