VI: Complicado

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Anteriormente...

Nos tenía en vilo. Sí, nos, incluyéndome otra vez.

Es el de los Stones — musitó. Escupí todo el whisky que me había metido a la boca y me gané la atención del grupo.

¿Quién? — pregunté con la sangre helada.

'Complicado'

— ...El guitarrista. Rubiecito, bien vestido, totalmente solo en el bar — prosiguió el informante, es decir, a quien yo le llamaba el líder de este clan hasta ahora.

— Ok Bill, haz tu trabajo, arrástralo a nuestro grupo — dijo la pelirroja entusiasmada.

— Deberíamos mandar a Mary, dudo que el tipo quiera aceptar si voy yo, pero si va Mary...

Seguí la trayectoria de los ojos de Bill hasta que me detuve en la segunda chica y tuve que darle la razón por segunda vez en la noche: Brian sí seguiría a la tal Mary. Su parecido con Anita era totalmente válido, llevaba el mismo corte de cabello y, en la oscuridad del bar y lo borroso que veía ya con tantos vasos bebidos, consideré que Brian caería por la nostalgia de su ex novia y vendría.

Y yo estaría jodida.

Y Allen Klein me mataría. No, Allen no, Allen me despediría.

Brian me mataría.

— Pues no lo inviten, quizás quiere estar solo — sugerí. Nuevamente el grupo volvió a mirarme como si fuera un ser de otro planeta. Me encogí de hombros cuando decidieron ignorarme y prácticamente empujaron a Mary fuera de nuestra mesa para que fuera a hablarle a un solitario Brian Jones sentado en la barra, esperando por un trago.

¿No que no estaba de humor para salir?

Me quedé mirando cómo todo pasaba junto a los cinco que quedaban. La chica se le acercó con mucho cuidado y escogió la táctica de sentarse a su lado como si fuera a pedir algo y eso forzaría eventualmente a Brian a mirarla. No me sorprendió cuando funcionó. El rubio se giró a verla y apoyó su barbilla en una de sus manos. Si no lo conociera, pensaría que se está haciendo el interesante.

Vamos, Jones, declina esa invitación o llévatela a tu cuarto, lo que sea pero no vengas aquí.

Comencé a morder mis uñas como si estuviera en primera fila mirando mi futuro pasar frente a mí. Sin dinero y enviada de vuelta a Inglaterra en un ataúd. Bueno, no tanto, pero realmente me hizo tomarle el peso y las dimensiones al asunto: si Brian me veía, su reacción no sería favorable. No me abriría los brazos como si estuviera ante una vieja amiga sino que todo lo contrario, probablemente querría que le diera explicaciones y, por último, que me fuera a casa cuando supiera toda la verdad, eso significaba que fracasaría en la misión y Allen no me pagaría nada más que el pasaje de vuelta. Si él se levanta de ese taburete y camina con esa muchacha hacia aquí, mi trabajo se termina.

Llegué a morderme el dedo en vez de la uña cuando vi que Mary hizo un ademán y, de pronto, ambos estaban mirando hacia nuestra mesa y todos nos dimos vuelta haciendo parecer como que éramos muy normales y no estábamos, para nada, monitoreando toda la interacción. Luego de un rato, cuando vi que los demás volvían a asomarse, lo hice yo también. Fortuna debía quererme mucho, pues Mary volvía con las manos vacías y Brian recibía su pedido tranquilamente en la barra.

— ¿Qué pasó? — preguntó Bill, intrigado.

— Es un maldito — declaró Mary, dejándose caer en su puesto original. Todos la estábamos mirando y esperando que dijera algo más que eso y cuando se dio cuenta de aquello, bufó y prosiguió: — Pensó que estaba sola y que quería un poco de "amor". Idiota. Cuando le dije que estaba con ustedes me echó como si tuviera la peste.

Complicated || Brian JonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora