- ¿Te gusta Paris, cielo?-
- Me encanta, Billy- le dije, y sonreí-
- Hay muchos lugares bonitos- me dijo mirando la calle-
- Es precioso- asintió, y cogió mi mano- Gracias-
- ¿Por qué?- me miró-
- Por dejar que venga de gira con vosotros. Me lo paso muy bien, y estoy descubriendo mundo con vosotros- él sonrió-
- Yo también me lo estoy pasando muy bien, Rowan. Además- se me acercó al oído- Me gusta verte de dormir- me susurró poniéndome roja hasta las orejas- No te sonrojes tanto, que al final mira- lo miré a él, y empezamos a reír. Apreté más el agarre de nuestras manos, y nos pegamos el uno al otro. He cogido mucho cariño y confianza con él, la verdad, está tan loco. Ayer estuvimos de concierto, y me encantó, son geniales. Bueno, somos geniales. Tom está muy raro, la verdad, a penas le dirige palabra a Bill. Y cuando se cruzan, se miran de mala manera. Le pregunté a Bill, y él me dijo que se le pasaría-
- A ver, chicos. Con el dinero que guardamos para las habitaciones solamente me ha alcanzado para cinco, no para seis-
- ¡¿Qué?!- dijimos los cinco a la vez-
- Alguien tendrá que compartir habitación con alguno de vosotros- Bill y yo nos miramos-
- Nosotros dos- dijo él-
- La llave- nos la dio- Nada de cosas raras, chicos-
- No- dijimos a la vez, y entramos rápidamente a la habitación. Cuando cerró la puerta, los dos nos miramos, y empezamos a reír-
- No me mires así- le pedí algo nerviosa, y él rió-
- Compartimos habitación, ¿eh?- se tiró a mi lado- Estoy que no puedo-
- Lo sé-
- Al lado está Tom- mierda, no. Yo que quería que fuese todo bien-
- Ya- suspiré-
- ¿Qué te pasa, mi niña?- me preguntó abrazándome-
- Pensando-
- ¿En qué?-
- En todo, Bill- lo miré- ¿Puedo hacerte una pregunta?-
- Me acabas de hacer una- reímos-
- Una seria, bobo-
- Las que quieras- me miró-
- ¿Por qué te comportas así conmigo?- lo miré, y él se sonrojó un poco- Y quiero que me seas sincero-
- ¿Sí?- asentí, y le di una mirada seria- Rowan-
- ¿Qué?- me dio un beso, en el que mi interior pareció florecer. Nos separamos cuando ya nos estábamos ahogando y, pasados unos segundos, nos volvimos a besar. Él rió cuando se separó, esa risita de niño pequeño que tenía me mataba-
- ¿Te vale eso como respuesta?- sonreí-
- Me sobra- él también sonrió, y nos dimos un beso corto ahora- ¿Qué hay que hacer hoy?- le pregunté cuando me levanté de su lado-
- Concierto a las once y media de la noche, dura dos horas. Pero antes, tenemos que hacer la prueba de sonido y todo el rollo ese. Ahora tenemos el tiempo de descanso-
- Vale-
- Después de descansar del viaje- dijo mirando su agenda- Tenemos que ir de tour-
- ¡Me encanta!- le dije sonriendo, y él me miró- Por la Torre Eiffel, observando cómo se ve Paris-
- Que romántico parece- rió- Y bueno, eso es lo de hoy. A ver, nos tenemos que ver con más gente estos días que estemos aquí-
- Me imagino- le dije, y me quité el abrigo-
- Oye- lo miré- Me encanta ese pantalón de cuero. Te hace unas piernas preciosas, Rowan- le tiré el abrigo, él rió- Eres muy vergonzosa-
- Lo sé. Y tú un atrevido- dije haciéndome la indignada, y él volvió a reír-
- Sabes que luego no aguantas- dijo acercándose a mí por detrás-
- ¿Me estás poniendo a prueba?-
- Puede ser- me dijo, y llevó sus brazos a mi cintura-
- Acepto el reto- él apoyó su cabeza en mi hombro izquierdo, y miré al espejo del frente mía- Quedaría guay una foto así-
- Hazla, igual que harás el reto-
- Está bien- la hice, y guardé el móvil en mi pantalón- ¿Qué reto me pones?-
- Aguanta todo el día conmigo así- lo miré por el espejo-
- ¿Así cómo?-
- Así de amoroso. Y, si lo cumples, te daré la recompensa- sonrió, y yo me estremecí al notar después besos en mi cuello- ¿Aceptas?-
- Los restos están para cumplirlos, no tengo miedo-
- Eso crees, pequeña- me cogió-
- ¿Dónde me llevas?-
- Este es mi trato- me dejó sentada en la cama, y luego me empujó hacia atrás tirándome en el colchón-
- Bill- le dije nerviosa, y el gateó hay este encima mía- ¿Qué tipo de reto es? Me estoy poniendo un poco.... nerviosa- rió-
- Te diré toda la verdad si haces el reto que te dije antes. Y, me tendrás toda la noche para tí- esa idea me gustaba, pero, me pongo muy nerviosa al tenerlo así- ¿Aceptas definitivamente o no?- dijo subiendo con sus manos mis brazos, y aprisionó mis muñecas contra el colchón-
- No soy una cobarde- le dije con una sonrisa y con aires superiores, él subió un par de veces sus cejas-
- Me salió rebelde-
- Siempre fui rebelde- le respondí, y él besó mis labios- Bill, para- le pedí suspirando cuando me besó el cuello, y volvieron a tocar a la puerta-
- Maldita sea- dijo él, y se quitó de encima mía- ¿Sí?-
- ¿Bill?- él abrió la puerta-
- ¿Qué ocurre, Catherine?-
- Buenas noticias. Me ha dado para una habitación más, si quieres la puedo pedir-
- No, da igual. No me gusta dormir solo-
- ¿Seguro?- asintió- Confío en tí-
- Debes hacerlo- sonrió-
- Hasta luego, cariño- me despedí con la mano, y él cerró la puerta-
- No te vas a librar- me dijo, y volvió a ponerse encima mía-
- Espera- me miró- ¿Acaso tienes...-
- Tengo- me dijo entendiendo a lo que me refería, y se sonrojó un poco- Oye, no mires. Sólo quiero besarte- dijo riendo, y yo también reí-
- Si sólo es besarme, vale- le dije, y él volvió a sonreír. Me sentía tan querida, él era tan tierno pero tan picante, era raro y bonito. Es una caja de sorpresas desde luego. Os aseguro que un día a su lado pasan como si fuesen cinco minutos. Cuando mejor estábamos, tuvo que sonar la alarma para irnos al tour-
- Joder- dijo disgustado, y la apagó- Quiero seguir-
- Hay que irse-
- Es que, prefiero besarte-
- Podrás hacerlo en lo alto de la torre- sonreí, igual que él- Nos vamos a divertir tú y yo, somos adolescentes-
- ¡Sí!- dijo contento, y sonrió de nuevo-
- ¡Vámonos!- le dije, y abrí la puerta. Fuimos jugando todo el camino, parecíamos dos niños pequeños, y él va a cumplir dentro de dos meses los dieciocho- ¡Perrete!-
- ¿Dónde?- se lo señalé- ¡Qué monada!- me dijo en susurro, y yo reí- Ooh-
- ¿Qué?- me detuve, y él se agachó-
- Una flor para mi bella niña pequeña- dijo levantándose, y me dio la flor. Era preciosa-
- Me encanta, Billy- sonreí- Es preciosa-
- Mira- la cogió, y me la colocó en el cabello- Estás preciosa-
- Ñeñeñe- le dije imitando su voz, y él rió-
- ¿Escaleras o ascensor?- me miró-
- Ascensor-
- Opino lo mismo- los dos esperamos a que la gente se bajara, y subimos. Los demás se quedaron investigando toda la torre por sus distintas plantas, mientras que nosotros fuimos a la punta de la torre- Es precioso-
- Sí- me apoyé en la barandilla mirando Paris, y él hizo igual a mi lado-
- Me gustas, Rowan- lo miré, y él agachó la mirada algo sonrojado-
- Billy- sonrió algo tímido. Para quitarle la vergüenza le di un beso en la mejilla, y un pellizquito de la pierna- Tú a mí también, Bill- me miró, y yo sonreí igual de tímida que él. Después de que me diera un tierno beso, sonrió-
- Esto se merece una foto-
- Venga- los dos nos hicimos unas fotos ahí arriba, me encantó esa visita. Aguanté todo el día con él encima, así que, me daría el premio pronto. "Ojalá sea chocolate" pensé, y reí-***
- ¡Aguantaste!- dijo antes de empezar el concierto, y yo asentí- Que fuerte-
- Salimos en veinte segundos- dijo Tom, y él asintió-
- Nos vemos luego, Billy-
- A partir del próximo álbum, darás el concierto con nosotros-sonreí, y nos abrazamos- Te quiero-
- Y yo a tí también- nos dimos un beso, y el concierto empezó. Mi madre y yo estábamos alucinando, estábamos sobre el escenario viendo el concierto, y yo era que me moría. Por un momento me puse en la piel de sus fans, en cómo lo amaban, en cómo se morían por estar con él, y en cómo de locas estaban. Cuando acabó, me sentí tan liberada, toda mi bestia interior salió. Al final del todo le salió el típico gritó gutural de los heavys, y las fans también lo imitaron- ¡¿Cómo hiciste eso?!- dije cuando se acercó a mí empapado en sudor, y rió- ¡Sí tu voz es de angelito!-
- Soy el ángel con voz de demonio- los dos nos reímos-
- Estuvo genial-
- Ya te vi de saltar y de cantar- me dijo, y yo me sonrojé. Volvimos al hotel, nos dimos una ducha, él antes que yo, y nos tumbamos- Debo darte la recompensa-
- Verdad- se volvió a poner como esta mañana, y ahora bajó hasta mi clavícula- Bill, no puedo-
- Por eso lo hago- reímos-
- Hazlo- me miró-
- ¿El qué?-
- Ya sabes a lo que me refiero- se puso rojo hasta la punta de la nariz otra vez-
- ¿Estás segura?- asentí-
- Te quiero, Bill- acaricié su espalda. Me encantaba su cuerpo, y todo él en verdad-
- No sabes cómo me siento- volvimos a reír-
- Tranquila- dijo acariciando mi rostro y mi cabello para calmar mi dolor- Que sepas que eres la única mujer con la que quiero estar siempre, Rowan-
- Gracias- le dije, y nos dimos un beso. Hubo algún momento en el que le vi los ojos rojos, pero no podía ser, no era William, o sí. Dios, estoy tan confundida con las identidades- ¡Bill!-
- Ya lo sé- suspiró echando su cabeza hacia atrás-
- Ssssh, Tom se va a enfadar como hagamos ruido- rió-
- Me da igual. Él se tira a su novia y es el más ruidoso del mundo, por mi experiencia lo sé-
- ¡Oye!- rió, y volvió a suspirar-
- ¿Por qué me haces esto?-
- Bill...por favor- le arañé la espalda, y él justo llegó. Los dos nos separamos, y nos miramos por unos minutos antes de irnos a dormir-
- Te amo- me dijo, y me abrazó- Gracias por lo de esta noche-
- Gracias a tí-
- Hay algo que te quiero enseñar- lo miré, y se empezó a poner más oscuro-
- Bill- cuando abrió sus ojos, los tenía completamente negros, todo entero. Su cabello se volvió a poner se punta, como el de....-
- Necesito que sepas la verdad- me miró- Si vamos a seguir con esto, dejaré las mentiras atrás-
- Eres...eres tú- acaricié su rostro, el mismo tacto de William. Observé sus ojos, su boca, sus dientes, su cuerpo, todo- Eras tú todo el tiempo-
- Siento haberte mentido tantas veces, cielo. No te quería perder, creí que me tendrías miedo, y yo mismo estaba asustado- me abrazó más fuerte- Siempre te he querido. Desde que naciste, llevo esperando a que crezcas, y a que nuestras vidas se encuentren. Y ahora, mira- sonrió- Estamos compartiendo una noche inolvidable-
- ¿Por qué pensaste que te tendría miedo?-
- Soy Satanás, Rowan-
- ¿Y qué?- le acaricié el cabello- Te amo aún así, me da igual lo que seas- le dije, y le di un beso-
- Eres mi pequeña mortal-
- Por supuesto que sí- sonrió de nuevo, y ahora volvía a cambiar. Su cabello volvió a estar húmedo por el sudor, su pintura de ojos corrida, y su perfecto cuerpo al lado del mío-
- Lo siento-
- No pasa nada, amor mío- le dije, y él sonrió- ¿Quién es mi diablillo?-
- Yo- dijo haciendo voz de niño, y me abrazó más fuerte aún besando mi mejilla- Buenas noches, cariño-
- Descansa bien, Billy-¡La verdad sea dicha!
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Satanás en persona. (Bill Kaulitz-Tokio hotel)
Fanfiction»Sufre un gran cambio en su vida. Ella se muda a Alemania, sus padres se han separado, y su madre no quiere seguir en su país natal. Ambas empiezan una nueva vida, ella es la manager de uno de los grupos que están siendo el puntazo, y su hija no pue...