- Voy a hablar con Tom- le dije echando el champú en sus manos, y luego me eché yo-
- ¿Te ha dicho algo en estos días?-
- No. Pero, ni falta que me hace- suspiré-
- Oye- la miré- Todo saldrá bien, como dijiste. Confío en tus palabras, y sé que se cumplen siempre- sonreí-
- Eres la cosita más tierna que existe- le dije con voz ñoña, y ella rió-
- Te voy a poner formas- dijo acercándose un poco más a mí, y me empezó a amasar el cabello con el champú- Eres un punki con la cresta- reímos- Un emo con este flequillo-
- Te gusta hacerme formas-
- Me encanta- estuvo jugando con mi cabello un buen rato- Es un cabello precioso-
- Ya mismo tengo que volver a repasarlo, me está saliendo rubio-
- Dejatelo rubio, Billy-
- No me gusta, me recuerda a mi ausente padre- abrí el agua caliente-
- Oh, vaya. Lo siento- negué sonriendo, y puse el teléfono de la ducha arriba para poder enjuagarme en cabello-
- ¿Te lo enjuagas o te lo dejas con el champú?- se metió debajo del agua también, y me abrazó. No todos los momentos en los que estemos sin ropa alguna tiene que ser un encuentro íntimo, puede ser amoroso, donde no hay nada más allá de los besos o de las caricias. Amaba esos momentos con ella, y casi siempre nos duchamos juntos por lo mismo-
- Te quiero, Billy-
- Y yo, Rowan- nos dimos un beso aún estando abrazados, y yo llevé mis manos a su espalda haciéndole algunas cosquillitas-
- Me gusta cuando haces eso-
- Porque a mí me gusta hacerte reír- nos terminamos de enjuagar, y salimos para secarnos-
- Te voy a poner bigote- me dijo, y cogió un mechón de mi cabello poniéndolo sobre mi labio superior- La barba te quedaría bien-
- Pincha- le dije, y nos reímos- Es verdad, tengo que estar afeitandome cada cuatro días. Y además, te pincharía a tí también cuando te diera un beso-
- Algún día te la dejas, a ver qué tal-
- Vale- reímos-
- Entonces...- la miré- ¿Cuántos años tienes tú?-
- Cuenta desde la edad media hasta ahora. Esa época sí que fue oscura, dios mío. Te mataban por todo, nos invocaban para los rituales de sacrificio, desmembrabamos a las personas de manera obligada... Fue una masacre, y una época muy mala-
- Joder- asentí-
- Se supone que desde pequeño estoy enseñado a matar, a reinar, y a castigar- puse la palma de mi mano mirando hacia el techo, y salió fuego de esta- Pero, no quiero, no soy así. Voy al revés del sistema del infierno, y el código anda por las nubes-
- Eres un rebelde-
- Me volví rebelde, pequeña- le dije poniendo un brazo en su cintura, y con el otro usé mi mano para hacer aparecer una rosa- Para tí-
- Eres tan tierno- sonrió, y me besó la mejilla- ¿Me puedes contar sobre por qué me conoces desde pequeña?- asentí-
- ¿Estás seca?-
- Sí-
- Te lo cuento mientras nos vestimos- nos salimos a la habitación y sacamos nuestra ropa- Verás, pequeña. Tu padre y yo nos conocíamos desde que nació. A él también lo cuidé, y éramos amigos de toda la vida. Llegó un día a mi casa con tu madre de cinco meses, y me dijo que te estaban esperando- sonreí- Me puse muy feliz con tu llegada, fui a verte al hospital y todo- me levanté para abrocharme los pantalones, y cuando lo hice, cogí mi cartera- Mira- le enseñé la foto que me hizo su padre cuando la tuve en mis brazos al nacer, y ella sonrió-
- Llevas conmigo toda la vida- asentí- Y no has cambiado nada-
- Para que me pudieras reconocer, cielo- rió-
- Bill, eres un encanto- se terminó de poner la camiseta- Me encantas-
- Tú me encantas más- le di un ligero achuchón- Ven, te voy a arreglar el pelo-
- Vale- lo peiné, lo sequé, y lo volví a peinar. Se lo alisé un poco, que a ella le gustaba- Billy, monta una peluquería. Se te da genial-
- Podría ser- reí- Tú serías mi clienta número uno-
- Por supuesto que sí- nuestras miradas delataron nuestros deseos. Pero, debíamos de hacer nuestro trabajo. Firmar, entrevista, concierto y hotel. Eso lo haríamos en Berlín, nuestro siguiente vuelo, y tendríamos unos días con muchas cosas que hacer. Claro que, la noche es libre- ¿Lo tienes todo guardado?-
- Sí- sonreí de nuevo- Mm...malpensada- le dije al leerle el pensamiento, y ella rió-
- ¡Nos vamos!- dijo su madre pegando a la puerta, y fui a abrir- Perderemos el vuelo si no nos damos bulla-
- Vale- cogí mis cosas y miré a Rowan quién ya se acercaba a la salida conmigo. Salimos del hotel, y mucha gente se pegó a nosotros-
- ¡Rowan, Rowan! ¡¿Son ciertos los rumores sobre vosotros dos?!-
- ¡Cuidado, amigo!- dije apartandolo de ella- No te despegues de mí-
- Vale- me respondió, y se pegó a mi cuerpo-
- ¡¿Es verdad que están juntos, Bill?!- preguntó una muchacha, y yo pasé de largo. El camino hasta la furgoneta fue eterno, desde luego-
- ¿Qué significa esto, chicos? ¿Cómo que juntos?- preguntó su madre-
- Sus paranoias- le dije- Como somos tan cariñosos-
- Sí, son muy cariñosos- dijo Tom, a lo que yo lo miré mal. Apuesto lo que sea a que ha sido él el chivato. Tras una hora hasta el aeropuerto, cogimos el avión, y nos fuimos al final del todo-
- Creo que se ha dado cuenta- me dijo, y me miró- Mi madre se ha dado cuenta-
- Me da igual, cielo. No te van a separar de mí- cogí su mano juntandola con la mía, y ella sonrió-
- Siempre pensé que Satanás era peor-
- De eso nada- le dije- No soy como me pintan en las historias. Por desgracia, sí tuve que hacer cosas malas, en la edad media como ya te he dicho- asintió- Pero, yo soy un peluche achuchable-
- Anda que no- me abrazó- Eres adorable-
- Ssh, aquí no- le dije riendo, y ella también rió-
- Lo siento. Pero, si te sientas de esa manera, cualquiera lo haría-
- Si tan solo tengo las piernas sobre el asiento de delante-
- Me da igual, a mí me encanta. Me pareces perfecto, Bill- me susurró, y suspiró- Te quiero, William- sonreí-
- Yo más, amor mío- le dije notando que me volvía oscuro, y ella me miró sonriendo-
- No puedo creer que hayas sido tú todo este tiempo. No entiendo por qué no me contaste, no debiste tener miedo a perderme-
- Pues lo tenía-
- Fuiste bobo. Yo a tí te quiero mucho- rió, y me besó la mejilla. Recosté los sillones hacia atrás, y los dos nos cubrimos con una manta de su maleta. Ella siempre fue friolera. Nos abrazamos para darnos más calorcito, y nos quedamos dormidos-***
- ¡Me encanta Berlín!- dije emocionado, me encanta Berlín, más que mi cuidad incluso- Al fin vuelvo a pisar esta cuidad-
- Yo nunca había estado-
- Bienvenida, entonces- le dije, y eché mi brazo izquierdo por sus hombros. Ella llevó el suyo a mi cintura, y los dos fuimos así todo el camino- ¿Habitaciones?- pregunté mirando a los demás-
- Cinco- dijo la madre- Ya os distribuis como queráis-
- Está bien- dijo mi novia cogiendo una de las llaves, y nos dirigimos a esa habitación. Nuestras habitaciones ocupaban el mismo pasillo, estábamos pared con pared con algún integrante del grupo- Me gusta esta-
- Y a mí- dejamos las maletas, y cerré la puerta-
- Voy a poner un poco de ropa en el armario- los dos estuvimos arreglando nuestra ropa, y después salimos al balcón- Que buenas vistas-
- Joder, ya ves- dije llevando mi mano a su trasero, y ella rió sonrojada- Lo hago con cariño, no con malas intenciones, y lo sabes-
- Ya lo sé, mira yo- me dio un pellizquito a mi trasero también-
- ¡Si yo no tengo trasero, parezco un pescado!-
- ¡Mentiroso! Tienes el cuerpo completo, idiota- dijo haciéndome cariñitos con la punta de su nariz en mi mejilla- Me encanta todo de tí-
- ¿Cuáles son las tres cosas que más te gustan de mí?- la miré, y ella sonrió-
- Tus ojos, tu boca, y...- levantó un par de veces las cejas- Tu culete-
- Si no tengo-
- No me lo vuelvas a negar-
- ¿Y si lo hago de nuevo?-
- ¿Me vas a poner otro reto?-
- Puede ser- le dije algo pícaro, y sonreí de esa manera-
- ¡Me sigue dando vergüenza!- reímos- Tengo sueño, Billy-
- Ven, anda- la cogí, y la llevé a la cama como una bebé grande- A dormir-
- Vale- rió- Si me besas el cuello, no podré-
- Por eso lo hago- volvió a reír- ¿Quieres?-
- ¿Y tú?-
- Como mi reina diga- sonrió-
- Por un poco no pasa nada- se subió encima mía y me besó hasta que le faltó el aliento- Bill, quiero ser tu diabla- hicimos cambio de posiciones, y ahora ella estaba debajo-
- Dale tiempo al tiempo, cariño- me dije, y nos volvimos a probar el uno al otro esa noche. Esta chica sabe sacarme de quicio con tan solo una caricia-
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Satanás en persona. (Bill Kaulitz-Tokio hotel)
Fanfiction»Sufre un gran cambio en su vida. Ella se muda a Alemania, sus padres se han separado, y su madre no quiere seguir en su país natal. Ambas empiezan una nueva vida, ella es la manager de uno de los grupos que están siendo el puntazo, y su hija no pue...