Cap 19

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- Tom, ¿qué murmuras?- me asomé a su habitación, pues estaba hablando en sueños. Y yo siempre fui el hermano cotilla- Tom, ¿estás bien?- me senté a su lado en la cama, y lo moví, pero este demonio duerme a pierna suelta. Decidí adentrarme en sus sueños, aunque luego fue un error enorme-
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- ¡Tomy!-
- Relájate, nena-
- ¡Quiero más!-
- ¿Sí? Espera y verás-
- Eres mucho mejor que Bill en esto-
- Tengo más experiencia-
- Ooh, por dios. Tomyyyy-
- Bill se enfadará si nos encuentra así-
- Me da igual, yo te prefiero a tí-
- Por dios, Rowan- cuando me vio a mí, cuando miró hacia donde yo estaba, sonrió. Mi cuerpo no se podía mover, sólo podía ver cómo ese asqueroso que tengo por hermano se tiraba a mi novia delante mía. Y más rabia me dio cuando le empezó a besar el cuello sin miramientos alguno. A mi novia no la toca nadie-
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- ¡TOM, DESPIERTA!- le tiré agua encima, y él se despertó sobresaltado-
- ¡¿A tí qué te pasa?!-
- ¡ERES UN SUCIO, TOM!- le grité enfadado, y él me miró sin entender- ¡¿Cómo sueñas eso?!-
- Oooh, eso- rió- Bill, solo son sueños-
- ¡Guarro!-
- ¡A mí no me llames guarro, Bill!- me gritó también-
- ¡Eres, eres....-
- ¡Dilo!- lo miré más que enfadado-
- ¡ERES UN DESGRACIADO, TOM! ¡CAMBIA! ¡¿NO VES QUE DENTRO DE POCO PODRÍA PONERSE A PARIR A TUS HIJOS, IDIOTA?! ¡Y TÚ SÓLO PENSANDO EN QUÉ AGUJERO PODER VOLVER A...- me callé la boca- ¡No me esperaba eso de tí!-
- Todos tenemos nuestros deseos, ¿o no?-
- Yo al menos no fantaseo con tu novia- le dije cabreado- O cambias, o desapareceré-
- Muy bien- salí de casa, si no, lo reventaría contra el suelo y le pisaría la cabeza a ese gusano. Mi pequeña y yo nos veríamos en el parque, pero iba con demasiado enfado. Espero no asustarla-
- ¡Rowan!- ella me miró, y sonrió-
- Hola, mi amor- me dijo como siempre me dice, y me abrazó- Ya te pasó algo-
- Me conoces muy bien- nos dimos un beso- Cariño, siento si sueno imbécil-
- Qué me dirás- nos sentamos en un banco, y empecé a contarle-
- ¿Tú...te acostarías con Tom?-
- ¡¿Qué?!- me miró-
- Oye, sé que parece algo idiota-
- ¿A qué viene eso?-
- ¿Lo harías?-
- Bill, ¿a caso me ves cara de infiel?- dijo pasando la mano por delante de su rostro varias veces- ¿Estás tonto?-
- Responde a mi pregunta-
- Ya te la respondí. Bill, no sé qué bicho te ha picado esta mañana-
- ¡Que me respondas, joder!- me volvió a mirar-
- ¡A mí no me grites, no tienes derecho!-
- ¡Pues responde!-
- ¡Te he respondido, Bill!-
- ¡¿SÍ O NO, ROWAN?!- le grité más alto aún- ¡RESPONDE, SOY TU NOVIO!-
- ¡NO ME GRITES ASÍ! ¡TE HE DICHO QUE NO, NO LO HARÍA!-
- ¡NO, NO ME HAS DICHO SI SÍ O SI NO!-
- ¡TE LO ACABO DE DECIR, IDIOTA! ¡CREÍ QUE CONFIABAS EN MÍ!- me gritó, y me miró de nuevo- ¡He venido a pasar un buen rato contigo, no a pelearme contigo!- la cogí de las muñecas apretando el agarre- ¡Bill, me haces daño!-
- ¡DAME UNA PUTA RESPUESTA DECENTE, ROWAN LÓPEZ!- la agarré más fuerte aún, sin querer estaba cometiendo un grave error con ella-
- ¡BILL, SUÉLTAME! ¡ME HACES DAÑO! ¡YA TE HE DICHO QUE NO, DÉJAME EN PAZ!- volví a mi ser en cuanto la vi de llorar, y enseguida la solté-
- Rowan...- al rato la intenté abrazar, pero ella me rechazó parandome con su mano en el pecho-
- Déjame- me volvió a mirar- No sé que te ha pasado, Bill. Yo solamente quería tener una mañana feliz contigo-
- Espera, no te vayas-
- ¡Como me vuelvas a tocar, te pego!- me dijo quitándose mi mano de su brazo, y ahora era yo quien estaba mal-
- Por favor...-
- Vuelve cuando te veas preparado, Bill. ¿Hasta qué punto han llegado tus celos?- me miró de nuevo-
- Pequeña, por favor-
- Creía que tenías total confianza en mí. Pero, ya veo que no es así- se secó las mejillas- Ahora entiendo por qué te llamas Satanás-
- Rowan, por favor, princesa....- empezó a caminar alejándose de mí, y yo me quedé ahí plantado. Joder, soy tan idiota. No debí de ponerme así con ella, no tiene por qué soportar mis comportamientos agresivos- ¡Rowan!-
- ¡Déjame!- empecé a correr detrás de ella- ¡No me sigas!-
- ¡Espera un momento!- le pedí, y no paramos de correr en un rato- Cariño, por favor-
- ¡Que me dejes!- me dio un puñetazo en el vientre, y salió corriendo-
- Joder, duele- eso sí que me dejó sin aliento, como no duelen (sarcasmo). Ya la llamaría, o intentaría quedar para solucionar esto. Todo por culpa de Belcebú-

Tragediaaaa

Satanás en persona. (Bill Kaulitz-Tokio hotel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora