- ¡Bill!- dije contenta al verlo, y los dos nos abrazamos-
- Te he echado tanto de menos, pequeñaja- sonreí-
- He estado muy ocupada con la escuela, me piden muchos trabajos, y no puedo dejarlos-
- Serás la favorita de los profesores- los dos nos reímos- Que bien volver a verte-
- Igual te digo- sonrió- ¿Listo para hacer hacer música?-
- Por supuesto- entramos al estudio, y yo me senté frente a la mesa de mezcla-
- ¿Listo?- él asintió, y yo le di a lo que ya teníamos grabado. Empezó a cantar, y yo sonreí. Me gustaba mucho, mucho demasiado, era más que una simple atracción. Él y William son gemelos, en serio, son idénticos. Aún sigo pensando que Bill es William y que William es Bill. William lleva unas noches sin venir, tal vez esté ocupado en su tierra, en fin-
- ¿Cómo ha salido?- me dijo por el micrófono para poder escucharlo, y sonreí escuchando la grabación-
- Te ha salido genial, Billy- él también sonrió, y nos miramos- Am...creo que está perfecta. ¿Quieres escucharla?-
- Sí- se levantó, y salió de la cabina de grabación- Está genial-
- Cantas muy bien- me dio un beso en la mejilla, y sentí que los colores se me subían por el rostro entero-
- Te haas convertido en una música de estudio, eh- reí-
- Gracias- lo miré-
- ¿Qué haces esta tarde?- abrí la boca en mis adentros. ¿A caso esto sería una cita?-
- Nada. Supongo que me quedaré dibujando, porque no tengo nada que hacer- me miró-
- Podríamos quedar- sonrió- ¿Qué te parece?-
- Me..me encantaría- lo miré sonriendo-
- Dime dónde vives- le di mi dirección, y él la apuntó en su libreta- Me llego a las cinco y media, como...- se calló-
- ¿Como qué?- negó-
- Da igual- me sonrió- ¿Seguimos grabando?-
- Vale- se levantó de al lado mía, y empezamos a grabar de nuevo. Todo fue tan genial, tan tierno, tan bonito-
- ¡Vente!- me dijo cogiéndome del brazo, y me metió al estudio con él. Estuvimos cantando, bailando, riendo, jugando, y compartimos unos refrescos también-
- A ver si me sale- rió- Tom te va a matar-
- Lo sé- reí- Venga, inténtalo- .e estuvo enseñando el punteo de Wenn Nichts mehr geht, pero no me terminó de salir bien del todo- Solo te hace falta mejorarla-
- Me gusta- sonreí- ¿Por qué no han venido los demás?-
- No sé. A mí me dijeron que nos veríamos más tarde, pero, no han aparecido aún- le devolví la guitarra, y él puso música antes de guardarla- Aish, November Rain-
- Me gusta mucho Guns N Roses- me miró-
- A mí también- sonreí- Me recuerda a los bailes de tercero de secundaria-
- Vamos a bailar- reí- ¿No quieres?-
- ¿Contigo?- asintiendo se le formó una sonrisa- No pensé que me lo pedirías-
- Si no quieres no, solo es que esta canción es preciosa. Y bueno, me gusta bailarla con alguien- me miró de nuevo-
- Venga, a bailar- le dije sonriendo, y él también sonrió- Me voy a llevar por las películas-
- No- nos miramos- Deja las películas a un lado, déjate llevar por la música. Eso es lo bonito- me encantaba su forma de ver las cosas. Después de bailar esa canción con él, me miró de una forma... Esa mirada solo me la daba William, no Bill. Esto es nuevo-
- Bailas muy bien- sonreí- Gracias-
- A tí- los dos terminamos algunas canciones, y salimos de la agencia-
- Vente a almorzar a mi casa- nos miramos- ¿Quieres? Sólo he quemado una sartén en mi vida- los dos nos reímos-
- Bueno, vale- bien, aceptó. Hice de almorzar pasta, y él me estuvo ayudando- Se le añade leche, el ketchup, y la mostaza- me miró-
- Que raro- sonrió-
- Espera a probarla- hizo un tipo de salsa, y yo la probé con la pasta-
- Billy, por dios- sonreí- Me encanta-
- ¿Tú ves? A mí hermano y a mí nos gusta mucho-
- Normal- me lo acabé entero, igual que él- Creo que voy a explotar- rió-
- Yo también. No suelo comer tanto- entre los dos recogimos los platos sucios, y nos fuimos al salón a ver una película- ¿Cuáles tienes?-
- De terror, de anime, de risa...- lo miré- ¿Qué te gusta más?- saqué la caja de películas del mueble-
- Terror-
- Igual entonces- sonreí- Tengo seven-
- ¡Esa me encanta! El tío va matando cumpliendo un pecado capital por asesinato-
- Yo la quise ver con doce años. Desde entonces, no la he vuelto a poner, me dio miedo- rió- No te rías, malo-
- ¿Se sabe algo de tu demonio?- suspiré-
- Está todo el día conmigo- sonrió-
- Te quiere-
- Joder, que si me quiere. Siempre está con "Mi amor", o "cariño", o "cielo", o "princesa"- reí- Y siempre está cariñoso conmigo-
- Mientras sea cariñoso, no tengo problema. Quiero que seas feliz-
- ¿Crees que soy su novia?- volví a reír- No, no lo soy. A mí me gusta otro chico-
- ¿Puedo saberlo?- lo miré-
- No, por ahora no. Ya te lo contaré- saqué la película- Pero, ese chico no es normal. Es descomunalmente tierno-
- Joder, ¿más que yo?- volvimos a reír- Es broma. ¿Está en tu instituto?- negué-
- Es difícil, Bill- le di al play, y eché las cortinas- ¿Preparado para no dormir?-
- Esa eres tú- rió-
- Espera, voy a por algo de picar- saqué dos paquetes de porquerías. Uno era de gomitas y otro de patatas fritas-
- ¡Mis gomitas!- me lo arrebató de las manos riendo-
- Yo me quedaré con las patatas- de vez en cuando me dan alguna gominola, y yo le daba alguna patata. Pero, no se esforzaba tampoco en darme mucho más, y yo quería más gomitas- ¡Dame unas cuantas más!-
- ¡Nein!- dijo escondiendolo detrás de su espalda, y me sacó la lengua. Ahí estaba ese piercing, el que tanto deseaba morder. Lo sé, suena un poco raro, pero es así-
- ¡Tú lo has buscado!- le dije, y le empecé a hacer cosquillas en los costados. Él reía, y se retorcía como un gusano con mis manos en sus costillas-
- ¡No te las daré!- se metí una mano bajo su espalda, y él seguía riendo- ¡No!-
- ¡Toma ya!- me levanté corriendo por toda la casa, y él no tardó en correr detrás mía-
- ¡Ven aquí!-
- ¡No!- entré a mi habitación corriendo, e intenté cerrar- ¡No, no!- dije cuando abrió la puerta, y los dos nos volvimos a reír-
- No tienes escapatoria- dijo con una sonrisa algo malvada, y avanzó lentamente hacia mí-
- Eh, espera. Vamos a hacer un trato-
- No, nada de tratos- me dijo, y yo caí en mi cama- Devuélveme las gomitas-
- No- rió-
- Mal hecho, pequeña- me dijo riendo aún, y se empezó a subir a la cama-
- Bill, no te las voy a dar- reí-
- Que sepas que vas a sufrir las consecuencias- volví a reír, y él me miró- Último aviso, dame-
- No- le dije, y él empezó a avanzar más aún- Eh, para. Mi madre puede venir, y podría pensar algo incorrecto-
- ¡Oye!- rió sonrojado- Dame las gomitas-
- ¡No!- me metí bajo la colcha, y empezamos a reír mientras intentaba destaparme- ¡No, Billy!- me empezó a hacer cosquillas y pedorretas en el cuello y en la mejilla, eso me hacía más cosquillas- Bill, Bill, ya- le pedí cansada mientras suspiraba- Me hiciste cosquillas-
- Ya veo- nos miramos, y volvimos a reírnos- No me lo he pasado tan bien en mi vida, pequeña-
- Ni yo- puse el paquete de gomitas en medio- Adelante-
- No, espera- lo abrió entero, y repartió lo que quedaba en dos-
- Gracias-
- Gracias a tí, princesa- sonrió. Mi mente hizo "¡Pum!" en ese momento. Esa sonrisa, ese tono de voz, ese rostro-
- Bill-me miró- ¿A caso eres familia de William?-
- ¿Tu demonio?- asentí- No. ¿Por qué?-
- Es que, sois tan idénticos- suspiré- Él no se deja ver del todo. Dice que ya mismo sabré la verdad, pero, que aún no-
- ¿Estás enamorada de él?- reí-
- Un poco. Aish, que lío- dije alborotando mi cabello- Es que, cada vez que viene, siempre me trae algo. Siempre me está dando sus tiernos besos, me abraza, me dice "Te quiero", cómo está mi niña favorita, eres mi amor- rió- Es demasiado tierno conmigo. Es el mismísimo Satanás, Bill. ¿Puedes creerlo?-
- ¿Por qué no prácticas tus besos conmigo? Así, cuando lo vayas a besar, lo sorprendes- sonrió-
- ¿Crees eso? Se me da fatal-
- Seguro que a él le encantan tus besos-
- ¿Estarías dispuesto a hacer eso?- asintió-
- Al fin y al cabo, todo se lo estás dando a él. El amor que sientes es fuerte y bonito. Además, no creo que se te dé tan mal-
- No lo sabes bien- se sentó más cerca mía- Soy novata-
- Ya supongo que no habiendo besado a Satanás- sonreí- Venga, tú puedes, sin miedo. Imagina que no soy yo, que soy él. ¿Cómo me besarías?-
- Vergüenza me da esto- rió-
- Mira, voy a cerrar los ojos- los cerró, y esperó a que le diera un beso-
- Reacciona como si fueras él- le dije, y él asintió. Me acerqué temerosa de hacerlo mal, y cogí su rostro con cariño. Me acerqué un poco más, sintiendo su respiración cada vez más cerca, y sus labios rozaron los míos. Abrí los ojos, él aún los tenía cerrados, pero estaba sonrojado hasta la punta de la nariz. No sé ni por qué estaba haciendo esto, solo quería besarlo, ya está, para eso estuve practicando con William. Él, bueno, no es que me guste, solo le tengo un cariño especial. Tuve que mentirle. Me sorprendí cuando me siguió el beso, y al final sentí ese piercing en mi boca. ¿Éramos franceses ahora o qué? Solamente sé que me gustó como me daba caricias en el cielo de la boca, me encanto- ¿Así reaccionaría él?- pregunté recién separada de él-
- Dudo que su reacción sea otra- me miró- Me ha gustado mucho....tu manera de besar-
- G-Gracias- le dije nerviosa, y los dos bajamos la mirada algo avergonzados- Tu boca sabe a gomitas-
- Igual que la tuya- nos reímos algo tímidos- Me ha gustado en verdad- me miró algo rojo aún-
- A mí también- sonreí, y en eso escuchamos la puerta de casa- Mi madre-
- Me lo puedo imaginar-
- ¡Estoy en casa, cariño!- bajamos, y ella sonrió- ¡Bill! Estuve escuchando las grabaciones, están geniales-
- Me ayuda mucho- dijo echando su brazo por mis hombros- Es una hacha en la mesa de mezcla, la verdad es que quería hablar contigo sobre eso-
- Claro. Un segundo que suelte esto, y ya estoy aquí- asentí, y ella subió arriba-
- ¿Qué tienes que hablar con ella?- me miró-
- Ahora lo verás- nos sentamos en el sofá donde estábamos viendo la película, así que la quité, porque igualmente la veríamos en otro momento-
- ¡Ya estoy aquí!- se sentó frente a nosotros- Hablad primero vosotros. ¿Cómo es que hoy estás aquí, Bill?-
- Me invitó a comer- sonreí-
- Luego estábamos viendo Seven-
- Ooh, me gusta mucho- sonrió- ¿Qué ocurre con mi hija y la mesa de mezcla?-
- La necesitamos, Catherine, como una dj. Queríamos ver si podría trabajar con nosotros a partir de este nuevo álbum, que como sabes, saldrá dentro de dos años- mi madre asintió- Porque, ella sabe darle el toque que Tokio hotel buscamos a nuestras nuevas canciones. Entonces, queríamos saber si podría venirse a nuestro grupo-
- Tendría que seguir estudiando-
- Por supuesto, sus estudios lo primero. Yo aún sigo estudiando, solo que de manera virtual. Imagina la que se liaría si yo fuese al instituto, o Tom-
- Ya ves- rió- Por mí, está bien. Sólo que eso, los estudios y, que ella quiera- los dos me miraron-
- Claro que quiero- dije sonriendo-
- Bienvenida, entonces- dijo Bill sonriendome, y puso su mano-
- Fuera las manos, hombre- le dije, y le di un abrazo-
- Aish, gracias- dijo él riendo, y me abrazó también-
- Que ilusión me hace- le dije sonriendo-
- Me alegro de que hayas aceptado- me miró- Verás cuando se lo cuente al resto-
- Tengo algo que deciros- los dos la miramos-
- ¿Qué pasa?- pregunté-
- Nos iremos de gira por Europa- él sonrió- Y, ella vendrá- dijo mirándome con una sonrisa-
- ¡Toma ya!- dije contenta volviendo a abrazarlo, y él rió- ¡Me voy con vosotros!-
- Déjala que se flipe- oí a mi madre decir, y él sólo rió-
- ¿Ya?- me preguntó cuando me relajé un poco, así que asentí-
- ¡Voy a preparar la maleta!- dije quitando los brazos de Billy de mi cintura, y me levanté eufórica subiendo las escaleras-
- ¡No nos vamos hasta dentro de una semana!- me dijo él, y sonrió-
- ¡Me da igual!- esta gira me divertía mucho. Pero, lo que yo no sabía, era que toda la verdad sería dicha-
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Satanás en persona. (Bill Kaulitz-Tokio hotel)
Fanfic»Sufre un gran cambio en su vida. Ella se muda a Alemania, sus padres se han separado, y su madre no quiere seguir en su país natal. Ambas empiezan una nueva vida, ella es la manager de uno de los grupos que están siendo el puntazo, y su hija no pue...