Cap 28. Sueño insoportable

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- Roooowan- lo escuché de llamarme, y empezó a reír-
- ¿Tom?-
- Vaya, eres adivina- pude ver su retorcida sonrisa-
- ¡No me hagas nada, por favor!- le pedí echándome al suelo mientras me cubría con los brazos, y él se acercó a mí-
- Tranquila- me dijo, y acarició mi cabello- Conmigo estás a salvo-
- ¡No!- me abrazó mientras yo seguía llorando, pero debo decir que me relajó tener algo donde refugiarme. Y qué mejor que esconderme en su chaqueta en un momento en el que él es el depredador y yo el cordero a punto de ser asesinado- No me hagas daño, Tom-
- No, hoy no-
- ¿Por qué me haces esto?-
- Porque yo te quiero para mí, no para mí hermano. Y, porque eres la mejor para poder hacerlo- volví a llorar, pues estaba más asustada aún- No, no tiembles, no eres un flan- .e miró con sus ojos diabólicos, y me besó la frente- Hoy no, cielo. Tranquila-
- No me toques-
- Te tocaré cuando a mí me dé la real gana, ¿no te enteraste aún?- se separó de mí, y se quitó la sudadera-
- Vale, vale. Lo siento, Tom-
- Demasiado tarde, pequeña-
- ¡NO!-
- ¡CÁLLATE SI NO TE QUIERES LLEVAR UN CORREAZO! ¡ME HAS HARTADO CON TUS QUEJAS, ASI QUE SÍ, HOY SÍ!-
- ¡NOOO!- le pedí llorando, pero él no me hizo caso. Enseguida me puso de rodillas en el suelo, y me puso las manos en la espalda-
- Me gusta ponerte así, es más provocador- empezó a reír-
- Déjame, por favor-
- ¡COMO VUELVAS A SUPLICAR, TE VOY AL DESGARRAR, Y NI MI HERMANO SE PODRÁ APROVECHAR DE TÍ!- me gritó, y yo seguí llorando-
- ¡Lo siento!- le medio grité yo también, y me dio guantazos en las caderas hasta que noté que me ardían-
- Me encanta hacerte sufrir, cariño. Aunque luego sé que te encanta-
- Eres un guarro-
- Y tú una zorra. Esta es la tercera vez que te voy a hacer mía, a la de cuatro suele llegar el bebé- empezó a reír de nuevo- ¿Qué pensaría mi hermano si se entera de que tienes un bebé con tu cuñado?-
- ¡NOOO!- le pedí- Al menos, póntela, por favor-
- Delicada- al menos me hizo caso el eso-
- Suéltame las manos, por favor-
- No, porque saldrás corriendo-
- ¡Déjame de vivir en paz, Tom!- me dio tal golpe en el lado izquierdo del trasero que noté toda su mano ardiendo en él, y empecé a llorar de nuevo-
- ¡LLORA PARA MÍ, SO IDIOTA!-
- ¡PARA YA!- lo peor era cuando me manoseaba por todos lados, como si yo fuese un peluche, un juguete. Me odié una vez más. Bill se volvería a pelear con él, y Tom se pondría a violarme por cuarta vez después- ¡ME HACES DAÑO!-
- ¡TE VOY A DESGARRAR!-
- ¡NO!- pero noté perfectamente cómo me rompía el bruto, me dañaba. Joder, ¿por qué era tan malo conmigo?-
- ¡AHORA ENTIENDO A BILL CUANDO DICE QUE TE AMA, NENA!- medio jadeó, y me agarró de las caderas-
- ¡YA BASTA, TOM!- le pedí, pero él, cómo no, pasó de todo: mis dolores, mis sufrimientos, y mis pensamientos. No me podía quitar de la cabeza a Bill enfadado con Tom, peleándose y diciéndole de nuevo que soy suya, que no me toque, y que está desterrado-
- Esta vez van a ser tres-
- ¡Nooo!- los cuarenta minutos más largos de mi vida. Dios mío, me moría, sangraba, y a él no le importaba. Le rogaba, y él lo hacía aún peor-
- Nena, con la sangre es mejor- negué aterrorizada, y él se separó de mí- Estás desangrandote como una cerda-
- ¡Me has hecho mucho daño!- le dije llorando, e intenté calmar mi dolor acariciando mis piernas-
- Duerme bien, cariño. Estarás agotada- me dijo, y me arropó hasta el pecho- Mañana volveré-
- No, no vuelvas si no es para bien. Tom, por favor- le rogué acariciando su mejilla para que no me hiciera más daño, y él cogió mi mano dándome un beso en ella- Déjame ya, me has tenido tres veces-
- Yo quiero más. No te amo, pero te necesito, y necesito hacértelo. Mientras que Bill no esté, se acabó el tema. Duerme bien- me besó la frente, y sus manos se fueron a mis caderas- Preciosas curvas, cielo-
- Ya vale- susurré llorando, y él se fue-
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- Oye, Rowan- lo escuché, y no dudé en abrir los ojos- Rowan, estás sangrado-
- ¿Qué?- miré las sábanas repletas de sangre, y me levanté rápidamente. Nada me dolía, excepto la barriga, mi periodo es super puntual. Eché a lavar esas sábanas, y me volví a acostar, estaba fatal-
- ¿Estás bien? Estabas llorando- lo miré-
- He tenido otra pesadilla- le dije, y él suspiró- No puedo, Bill. Está constantemente en mi cabeza, haciéndome cosas malas, hablándome mal, y pegándome. No puedo dormir, no puedo estudiar bien, no puedo hacer nada. Me rindo, no puedo más-
- Tranquila, mi amor- me abrazó, y me calmó dándome caricias en el cabello con su suave mano- No puede volver, está desterrado-
- Lo siento-
- No, no lo sientas, no tienes culpa- me miró- Te quiero, princesa. Siempre te voy a proteger-
- Gracias- cuando me calmé, finalizó sus caricias con un beso tierno y cálido en los labios-
- Piensa en una cosa, cielo- lo miré- ¿Qué pasa dentro de seis meses?- sonreí- ¿Ves? En eso debes pensar, cielo-
- Te agradezco esto, Billy- me besó la frente ahora-
- Estoy deseando que llegue el día-
- Lo sé, yo también- sonrió él-
- Señora de las tierras oscuras-
- Ambos seremos señores oficialmente, Billy- sonreímos, y yo me acurruqué con él. Lo abracé poniendo mi brazo libre bajo su espalda, y apoyé la cabeza en su pecho. Lo sentía de respirar, y me sentía feliz. Él me abrazó también, y los dos nos dormimos al rato-

Satanás en persona. (Bill Kaulitz-Tokio hotel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora