***(año y medio de relación)
- ¡Mi bonita sobrina!- le dije a la bebé de mi hermano haciéndole cosquillas, y ella rió- ¡¿Quién es la bebé más bonita?!- nos miramos- ¡Tú, eres tú!-
- Te la vas a comer como sigas así- dijo mi hermano apareciendo- Ven con papá, cariño-
- Ahora eres el meloso-
- ¡Calla! Te dije que cambiaría, y así hice. ¿Contento?-
- La verdad es que sí- sonreí-
- A ella le gusta que papá le haga mimitos, ¿verdad?- él la miró, y fue la primera vez que lo vi de sonreír. Pero, de sonreír se verdad, de felicidad- Por cierto, estuve hablando con Rowan-
- ¿Anda, sí?- asintió, y se sentó a mi lado- ¿Qué te contó?-
- Me alejaría de ella, eh-
- ¿Por qué?-
- Me dijo que lo que tenía contigo era solo un juego, Bill- me miró- ¡Mi amor, me estás babeando!- rió mirando a su bebé-
- ¿Cómo que un juego?-
- Que sólo te quiere para- movió un poco sus caderas- Yo me alejaría. Y, dice que le gusto-
- Anda ya-
- Que sí, Bill. Ahora que he cambiado, vas y desconfías de mí- me volvió a mirar-
- ¿De verdad te dijo eso?-
- Sí. Pero, no le hagas daño. Deja que ella te diga la verdad-
- Pero, si ya estábamos reconciliandonos de nuevo-
- Lo siento- me sentí tan mal, tan engañado. La mujer a la que se lo había dado todo va y me engaña. Esto es muy fuerte, demasiada información para mí- ¿Dónde vas?-
- A dejarle las cosas bien claras-
- Noo. Tranquilo, respira-
- De tranquilo nada- suspiré- Hasta ahora-
- No le hagas daño-
- Luego hablamos- le dije, y salí hacia su casa. Ella dormía, entré por su ventana, y nadie había el hogar de los López- ¡Rowan!-
- ¡Joder, Bill!- empezó a reír- Vente aquí, amor-
- Ya, amor- le dije de brazos cruzados-
- ¿Qué le pasa a mi diablillo, eh?-
- ¿Que qué me pasa?- reí- No te hagas la tonta, sé toda la verdad- suspiró-
- Está bien- así que era verdad- Fui yo quien se comió las galletas, ¿vale? No fue mi madre. Lo siento. Estaba mala con lo mío y tenía ganas de chocolate-
- ¿Qué? No, no me refiero a eso-
- Entonces, ¿a qué verdad te refieres?-
- A que me engañas- empezó a reír- ¡¿De qué te ríes?!-
- ¡¿Vas a empezar otra vez?!- siguió riendo- Bill, ¿cómo te voy a engañar? Deja tus inseguridades, por favor-
- ¡Me engañas con Tom!- abrió la boca, parecía indignada-
- ¡BILL KAULITZ TRÜMPER!- odiaba que me llamara así- ¡¿CÓMO SE TE OCURRE ACUSARME DE TAL ACTO SIN SER VERDAD?!-
- ¡ME LO HA DICHO TOM!-
- ¡CLARO! ¡TE LO HA DICHO EL HERMANO QUE HA INTENTADO MATARME CUATRO VECES, VAS Y LO CREES! ¡GENIAL, BILL!- me miró- ¿Eres idiota o te lo haces?-
- Aquí la idiota eres tú, Rowan- me enfadé con ella, y mucho-
- ¿Cómo se te ocurren esas ideas, Bill?-
- No te hagas la víctima-
- ¡¿Sigues sin creerme, eh?!- se levantó de la cama, y se acercó a mí- !¿Sigues pensando que los besos que te doy son falsos, Bill?! ¡¿Sigues pensando que me entrego a tí por gusto, Bill?! ¡¿Sigues pensando que todo lo que llevamos juntos es una mentira, Bill?!-
- Lo es, Rowan- ella empezó a llorar-
- ¡Eres un idiota!-
- ¡Si no llega a ser por Tom, no hubiera sabido la verdad! ¡Me entregué en cuerpo y alma a tí, Rowan, por dios!-
- Si no me vas a creer, vete- me miró- Lo dejo-
- ¿Qué?-
- Dejo esto, Bill. Está claro que no se puede contigo. Siempre crees que soy la infiel, cuando te amo más que a mi vida. No son simples palabras bonitas, es lo que siento, y lo que tú no eres capaz de ver- me cogió el rostro con sus suaves y finas manos, me encantaban- Te amo, Bill. Y nadie va a cambiar eso. Pero, nadie te hará cambiar a tí, tienes que hacerlo por tí mismo, y confiar en los demás. Piénsalo bien, porque yo lo dejo- el pecho se me hundió hacia adentro del dolor que sentí. Eso sentí, que se me enterraba- Lo dejo, no puedo más- me dijo aún llorando- No puedo estar con alguien que no confía en mí- me dio un beso en la punta de la nariz, y se separó de mí con un gracioso y tierno rubor- Me voy a duchar. Adiós, Bill-
- Espera- me metí en el baño con ella, quien ya tenía su camiseta del pijama quitada-
- ¿Qué te pasa?- me miró- ¿No te dejé las cosas lo suficientemente claras?-
- Yo también te amo, Rowan. Prométeme que todo es mentira, por favor, que tú solo me quieres a mí-
- Por supuesto que sí, Bill. Solo a tí- me dijo, y suspiró- Échale un vistazo a lo que quieras, insisto. Verás con quién hablo, de qué hablo, y cuando hablo. Busca, desarma mi habitación que no tendrás ni una sola prueba de infidelidad-
- Confío en tus palabras. Pero, no dejes esto, por favor-
- Yo tampoco quiero dejarlo- empezó a llorar de nuevo- Pero, no cambias. Siempre estás saltando a la más mínima mentira, Bill. No sabía que fueses así de desconfiado hasta con tu novia. ¿Cuántas novias has tenido tú como yo, eh? Porque yo nunca he tenido un novio como tú: tan tierno y tan sonriente que dan ganas de despertar, y siempre ver que esa sonrisa te acompaña cada mañana. Que te abraza, que te mima, que te calienta a propósito, que te hace chantaje con los ojitos de corderito que pone, que te cuida como una bebé, y que te espera siempre esté donde esté. Quien te da besos sin tener porqué, quien te avaricia sintiendo cada parte de tu cuerpo sin importar el defecto de la persona, quien te da todo de ella y no espera nada a cambio...- me volvió a mirar- Me tengo que duchar, ¿te importa?-
- Claro que no- me empecé a quitar la ropa yo también, no la iba a dejar sola, no quería que se fuera de mi lado-
- ¿Qué haces?- cerré la cortina de la ducha-
- Te quiero, Rowan- le di un abrazo, que se me hizo muy corto, porque ella me salpicó con el agua- ¡Eh!-
- ¡Estás mojado!- me dijo riendo-
- ¡No vale, estaba desprevenido!- reía como loca. Esta vez llenó la bañera, y los dos nos estuvimos hablando ahí. Ella jugaba tiernamente con las pompitas, y reía cuando una se explotaba- Eres muy tierna-
- Gracias- sopló una pompa de su mano, y llegó a la mía- ¡Te quiere!-
- ¿Has visto?- sonrió, y se acercó a mí- Creo que no cabemos-
- Sí cabemos, no estoy tan gorda-
- Nunca estuviste gorda, cariño- se sentó a mi lado, y los dos nos miramos-
- Que cabello tan bonito, Billy- acarició mi cabello, y sonrió- Me encanta-
- Tú me encantas a mí-
- Oye- la volví a mirar- ¿Hay algo que esté haciendo para que desconfíes de mí?-
- No, en absoluto. Pero, Tom me contó que tú le dijiste que solo me utilizabas para acostarme contigo, y que todo lo demás era falso-
- Claro, claro. Entonces yo ahora te pido matrimonio y es falso también, ¿no?-
- Ojalá casarme contigo- sonrió- Echaba de menos verte sonreír-
- Y yo te echaba de menos a tí- los dos estuvimos compartiendo besos durante un largo rato, incluso nos intercambiamos la ropa. Éramos, por muchos obstáculos, la pareja inseparable-Casiii
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Satanás en persona. (Bill Kaulitz-Tokio hotel)
Fanfiction»Sufre un gran cambio en su vida. Ella se muda a Alemania, sus padres se han separado, y su madre no quiere seguir en su país natal. Ambas empiezan una nueva vida, ella es la manager de uno de los grupos que están siendo el puntazo, y su hija no pue...