Cap 27. ¿Aceptarías?

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***(2 años de relación)

- Billy, estate quieto- dijo riendo ante mis besos en el cuello cuando nos despertamos-
- Es que, tienes sabor a sandía- volvió a reír- Amo ese perfume-
- ¿Te comes mi perfume?- reí-
- No. Solamente te como a tí cuando lo llevas- le hice un par de pedorretas, y ella rió- Te quiero-
- Y yo a tí- le vi el chupetón que tenía en el cuello-
- ¿Y esto?-
- ¿El qué?-
- Esto del cuello- se tocó la zona del cuello donde la tenía, y sonrió-
- Un chupetón de un diablo travieso-
- ¿Es mío?-
- ¿De quién va a ser si no?- me miró- ¿Te pones celoso de tu propio chupetón?-
- Déjame, me confundí- le dije sonrojado, y escondí mi rostro en su espalda-
- ¡Qué celoso eres!- me dijo riendo, y dejó de darme la espalda- Aaw, mírate. Tan sonrojadito y tierno-
- No- reí yo también, y los dos nos miramos- Tú me sonrojas-
- Me encanta hacerlo-
- Jejeje- le dije poniendo mi cara más seria, porque sabía que a ella le encantaba que hiciera eso-
- Me voy a duchar-
- Vale- ella se levantó después de recoger su cabello, y yo me estiré de mientras-
- Vago-
- Me encanta estar aquí, es muy cómoda. Vente, anda-
- Tengo universidad, Billy- me miró- No puedo-
- Sí puedes-
- ¿Serás tú el que me mantenga aquí?- me volvió a mirar- ¿Lo pagarás todo tú?-
- Yo te voy a cuidar siempre- me levanté yo, y me acerqué a ella- Mira, somos dos gotas de agua- le dije pegando mi mejilla derecha a la suya, y ella rió- Mmm, que tiernita estás- le di un bocado de la mejilla, y ella rió-
- Billy, ya. Me sonrojas-
- Eso quiero- le dije sonriendo, y ella también sonrió- ¿A caso estamos pensando igual?-
- Creo que sí- me dio a mí un bocado ahora, y se metió al baño- ¿Vienes?-
- Espera- me cogí la ropa que me iba a poner, iba a salir a comprar algo especial para ella después de ducharme. Por la tarde me pondría a encargarme del infierno- Oye- me miró- Tú has cambiado-
- ¿A qué te refieres?-
- Que te estás desarrollando más aún- me dio un puñetazo en el hombro haciéndome reír-
- ¡No me mires entonces, bobo!-
- No te enfades conmigo. Te enfadas por decirte guapa, desde luego. No hay quien te entienda-
- A tí tampoco- empezamos a reír los dos cuando nos volvimos a mirar- Cariño, somos unos niños aún. Nos reímos por todo-
- No es una cosa mala- me enjuague yo- Me gusta ser así-
- ¿Ves? Eres tan tierno-
- Más que tú no- le dije estrujando sus mejillas-
- Te quiero, idiota- me dijo roja, y se cruzó de brazos-
- No te enfades, boba-
- "No te enfades, boba"-
- Eres una niña pequeña- le dije abrazándola-
- ¡Ahora no vengas suplicando perdón!-
- ¿Me tengo que arrodillar?-
- No estaría mal- dijo riendo- Es broma, Billy-
- Muy bien, como tú quieras- me arrodillé, y cogí sus manos- ¿Me perdonas?-
- Claro que sí. Estaba de broma, bobo- rió- ¡Las ocho me os cuarto!-
- Si tienes la universidad aquí al lado- se salió de la ducha rápidamente-
- No me da tiempo- me dijo corriendo por toda la habitación en busca de su ropa, y cuando se vistió, me dio un beso- Nos vemos esta tarde, cariño. ¡Te amo!-
- ¡Y yo!- le dije sonriendo, y ella me lanzó un beso mientras bajaba las escaleras. Me rendí en la cama, estaba agotado, ayer no paré de hacer cosas. Lo estaba preparando todo para que fuera perfecto, pero, ¿y si me dice que no? Aunque, lo dudo, la verdad-
- ¡Bill!- escuché a Gustav, así que me asomé por la ventana- ¡¿Estás listo?!-
- ¡Sí!- sonreí, y bajé abajo- Hola, Winnie Pooh-
- Que gracioso eres- empecé a reír-
- ¿Qué tal, melenas?- saludé a Georg, y también lo abracé-
- ¿Y tú?-
- Estoy nervioso, chicos- les dije, y ellos dos rieron-
- Irá bien, ya verás- me dijo Georg dándome seguridad- Venga, vamos a comprarlo-
- Vale- fuimos al centro comercial, aquí hay de todo, es una cuidad más, y fuimos directos a la joyería- ¿Podéis hablar por mi? Estoy temblando-
- ¡Bill, cálmate- me dijeron a la vez-
- Mírate, pareces un flan-
- ¡Ya lo sé!- dije repeinando mi cabello hacia atrás, nervioso- Allá vamos-
- Tú puedes, y lo sabes- me animó Georg- Vas a dar un paso que ya sí que sí te hará señor de las tierras oscuras-
- Está bien- suspiré, y me acerqué al mostrador-
- Buenos días, Bill. ¿En qué te puedo ayudar?- me preguntó la muchacha de la joyería sonriendo-
- Ya sabes el pedido-
- Ooh, cierto- me lo entregó- Perdona, se me había pasado-
- No pasa nada- sonreí- Aquí tienes-
- Te ha costado un dineral-
- Ya lo sé. Pero bueno, valdrá la pena después- sonreí- Hasta otra-
- Hasta otra. Y, enhorabuena- sonreí de nuevo, y lo cogí-
- ¿Era para tanto, hombre de poca fe?- me preguntó mi Winnie Pooh, y yo rodé los ojos-
- Calla, anda-
- Respóndeme-
- No, Gus, no era para tanto- le dije con cansancio, y él rió-
- Así me gusta-
- Continuemos, par de peleones- dijo Georg, y avanzamos por el centro comercial- Entonces, ¿es verdad lo del destierro de Belcebú? Vamos a hablar con ese nombre para no nombrarlo-
- Claro que es verdad- le dije, y lo miré- Mi novia es sagrada, y sólo yo tengo el derecho de tocarla de esa manera. Tom la ha violado ya dos veces, y pareció querer atacar de nuevo el otro día, que lo vi paseando por aquí estando desterrado-
- Joder- miré a Gus- Tío, lo siento-
- Ya no volverá. Y, si lo hace, tendrá que pasar por encima de mi cadáver para volver a tocarla-
- Eres muy protector-
- Solo con lo que más quiero, Georg- sonrió- Chicos, sabéis cómo la quiero desde que la vi siendo un bebé-
- Claro que nos acordamos- dijo Georg-
- Viniste a casa como loco diciendo: "¡YA TENGO FUTURA NOVIA!"- los tres reímos- Oye, ¿qué pasó con Antonella?-
- Eso. Nunca nos llegaste a contar, Bill-
- Tenía amantes, varios, y se acojonó cuando le dije la verdad. Así que, mejor, me quité un peso de encima-
- Hay que ver- dijo Georg-
- Bueno, hoy no hay que mirar atrás. Bill, alégrate, y olvídalo todo. Céntrate en el momento planeado, y en lo mucho que vais a disfrutar juntos- sonreí-
- Gracias, Gus. A tí también, idiota- los tres nos volvimos a reír, y nos echamos varias fotos. Me hacía falta una mañana con ellos, estaba últimamente tan liado con esto de heredar todo el infierno y con lo de ella hoy que no he tenido tiempo de disfrutar con mis amigos. Fuimos a tomarnos una cerveza bien fría, apetecía, la verdad. Y además, ya tengo los veinte años en edad humana. En edad de demonio ya estoy empezando a ser un joven adulto-
- Me divertí- dijo Georg- Gracias, chicos. Hasta mañana. Me cuentas, marica- me dijo dándome un golpecito en el brazo-
- ¡Auch!- los dos nos reímos- Soy marica en la teoría, no en la práctica-
- Aish, que me da algo- dijo riendo- Hasta mañana, nenas-
- ¡El marica eres tú, bombón!- le dije con voz cursi, y él rió sacándome el dedo del medio-
- Hay que ver- dijo Gustav riendo- Bill, todo saldrá bien- miró la hora- Me voy, quedé con mi...amiga-
- ¿Por qué te lo has pensado?- él se sonrojó un poco- ¡Yo sabía que tú y Linda teníais algo!-
- ¡No hace falta que lo vayas gritando a los cuatro vientos, niño!- empecé a reír de nuevo- Hasta mañana, Mickey. Cuéntame luego-
- Sí. Hasta mañana, Winnie- se fue riendo, y lo miré de marcharse. Linda llegó, y los dos se fueron como verdaderos tortolitos. Me recordó a ella, y las veces que habíamos salido solos. ¿Estoy listo realmente? Ya lo tengo todo, no me puedo rajar-

***
- Siento haber tardado un poco más, cielo- me dijo, y me abrazó- Te he echado de menos-
- Y yo a tí también, pequeña inmortal- nos dimos un beso- Ven, te tengo algo-
- ¿Sí?- asentí- Yo también-
- Súbase, por favor- se subió conmigo en la moto, y la llevé a un lugar algo más apartado, donde el cielo ya empezaba a tornarse de negro por la noche- Cariño, esto es muy fuerte-
- ¿Un perrito?- reí-
- Algo mejor que eso- le dije, y sonreí. La acomodé en el suelo, y yo me senté delante suya- Te quiero, que lo sepas. Y siempre te querré-
- Y yo también, Billy- sonrió- Yo primera-
- Vale- sacó un gran libro de la mochila, pero no era un libro cualquiera- Ooh-
- Lo hice hace poco- abrí el álbum de fotos, y sonreí- Todas nuestras fotos, todas, todas, todas están ahí-
- ¿Todas?- asintió- Aaah, ya veo- rió- Esa está bonita aunque estemos tan solo con las sábanas-
- Ya lo sé, por eso la puse- sonrió- Y esta con el gatito de Georg-
- Me encanta, cielo- le dije sonriendo, y seguí viendo las fotos- ¿Sabes qué? Es una gata-
- Yo pensé que era gato-
- ¿Sabes cómo lo sé?-
- ¿Cómo?-
- Ha tenido gatitos- los dos ahogamos una expresión tierna a la vez- ¡Son tan monos!-
- ¡Le voy a robar uno!- dijo riendo, y yo también reí- Qué tierno- asentí-
- Me encantan, cielo. Gracias- le dije, y la abracé- Yo también te quería dar algo- cerré el álbum, lo seguiría viendo más tarde-
- Espero que no te hayas pasado, el mío es demasiado humilde-
- El tuyo es perfecto- le dije, y ella volvió a sonreír- Vente aquí- dije haciéndole hueco en mis piernas cruzadas, y ella se sentó-
- Me encanta tu perfil- le sonreí-
- Y a mí me encantas tú- rió- Mira, intenta mantener la calma, ¿vale?-
- Está bien- yo mismo empecé a temblar-
- ¿Aceptarías?- me miró-
- ¿A qué?- saqué la cajita de detrás de mí espalda, y la abrí delante de ella-
- A casarte conmigo- estaba con el corazón a mil, temblando como una gelatina, y rezando por su respuesta-
- Bill, ¿esto es de verdad?-
- Claro que sí- le dije, y le sonreí- Quiero estar contigo siempre, Rowan. Y llevó esperando desde que naciste hasta ahora para pedirte esto-
- ¡¿Me acabas de pedir matrimonio?!- dijo reaccionando al fin, y yo asentí sonriendo aún- Oh, joder. No me mires- dijo riendo-
- ¿Estás...?- la miré- ¡Aaaah, se ha emocionado mi niña!-
- ¡Calla, hombre!- los dos nos reímos, y ella me miró- ¿Dónde hay que firmar?-
- ¡¿Aceptarías?!-
- ¡Claro que sí, tarado!- me dijo sonriendo-
- ¡ME VOY A CASAR!- dije contento levantándome, y a ella también la levanté- ¡NOS VAMOS A CASAR, ROWAN!-
- ¡Ya lo sé!- los dos gritamos de pura alegría, y luego nos empezamos a reír mientras jugábamos. Al final acabamos tirados en el césped, ella encima mía, y yo dándole cariñitos por la espalda-
- Esto te pertenece- le dije poniendo el anillo en su dedo, y ella me miró de nuevo- Te quiero mucho, Rowan. Sé que soy pesado-
- No, no me molesta. Al revés, más me enamoras- sonreí, y ella me abrazó- Yo a tí también, Bill- los dos suspiramos-
- Gracias- me volvió a mirar- Por aceptar mi petición, por eso me he arrodillado esta mañana. Estaba muy nervioso-
- Gracias a tí por pedírmelo- los dos sonreímos, y nos dimos un pico en los labios- Me encantas- me susurró, y eso fue un verdadero susurro de amor-
- Tú le encantas más-
- ¿A quién?-
- A Satanás- sonrió, y me dio otro beso- Can I drive you home?- sonreí-
- Can I crush into your life?-
- Can you fix my Soul?-
- Can you break my heart tonight?- los dos nos miramos a los ojos-
- Some angels don't cry. And we are, and we are-
- Just the two of them and we falling trought the sky-
- And tonight-
- I get down on you-
- Get down on you- me gustaba cuando me seguía las canciones-
- Blessed kisses waiting- los dos nos volvimos a sonreír, y nos abrazamos de nuevo dándonos un tierno y largo beso. Desde luego que esa canción era mi favorita, me recordaba a ella- Me siento tan feliz, Billy-
- Lo sé, yo también- le dije- Te amo- ella me volvió a mirar, y dejó un beso sobre mi frente en forma de cariño-

¡Aaaw, que lindo! Ahora se van a acoplar en plan amorosos todo el tiempo que estén antes de casarse, porque cuando se casen, todo cambiará ✨💕🦄🌚🌝

Satanás en persona. (Bill Kaulitz-Tokio hotel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora