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—No fui yo—

—Personas como tú son expertas en mentir — meliodas puso los ojos en blanco — Puede que me estés mintiendo —

—¡Era el amor de mi vida!— su grito junto a el golpe en el escritorio le hizo caer de nuevo en su asiento mientras las lágrimas empezaban a caer sin control alguno —Es la mujer que más he amado en mi vida. No tengo razones para matarla, íbamos a casarnos en unos meses — tenía buenos argumentos pero eso apenas iba comenzando, por ahora quedaba fuera como sospechosos pero eso no lo descartaba por completo —Cuando encuentren a el culpable, estará más seguro adentro de la cárcel que afuera, por qué si llego a estar frente a frente con esa persona juro que lo matare. El día que salga, juro que lo matearé — y no dijo nada más, solo se limpió las lágrimas recargando su espalda y cubriendo su rostro

Smooth criminalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora