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—¿Las encontraste?—

—Hay muchas más — murmuro, las que ella dos le habían mandado las guardo en la caja mientras que las que no eran su letra las iba sacando. Aproximadamente le mando 6 cartas a lo largo de su noviazgo, ellos estaban por cumplir el año de salir juntos

—Déjame ver— con la mirada oscurecida, celoso de las palabras vulgares que ese maldito le mandaba meliodas le extendí las cartas a su mejor amigo y otras más a su hermano. Ambos la leyeron poniéndose de igual forma que su amigo mientras las leían —Es un maldito acosador loco —

—Siemore ha estado presente, siempre la vigilaba. Lo que ella me decía no era locura suya —

—¿Qué?—

—Una vez me dijo que miro que alguien la seguía— empezó relatando cabizbajo —Ese día le ofrecí que se durmiera conmigo pues se veía muy asustada, al día siguiente estaba más calmada como si nada pasaba — 

—¿No volvió a suceder?— meliodas negó, esa era la única pista de el posible asesino de su amada, esa y las cartas que tenían entre sus manos, juraba matarlo no solo por lo que le hizo, sino también por cómo le hablaba en esos trozos de papel 

Smooth criminalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora