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—Ve a casa — su mejor amigo y su hermano estaban a su lado intentando consolarlo, su cuerpo estaba tan pesado que por más que intentaban levantarlo de la silla no lo lograban. —Amiga ve a casa a cambiarte de ropa, ponte algo cómodo y negro. Por Ellie —solo con eso lograron hacerlo reaccionar, mirando un poco receloso a su mejor amigo; meliodas se levantó de su lugar con un andar lento y salió de el lugar seguido por su hermano menor. Al menos tenía apoyo de la gente pero su pena no desaparecía 

—Te voy a acompañar, no vaya a ser que hagas una estupidez — meliodas rió con ironía. No quería vestirse de negro por su linda albina, no quería estar sentado toda una noche sabiendo que ella estaba en una caja eternamente dormida. Su Elizabeth ya no estaba ahí para abrazarlo ni consolarlo como solía hacerlo. Inconscientemente se abrazó a si mismo imaginando que eran los brazos de su novia y se soltó a llorar una vez más mientras agachaba su cabeza. La extrañaba tanto que sentía que ya había pasado más de 3000 años solo y sin su amada 

Smooth criminalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora