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Buscaba desesperado entre las cosas de ella, había regalos que él le había dado, había una caja envuelta de la cual tenía curiosidad de abrir y también había fotos de su niñez, adolescencia e incluso adultos. Finalmente cuando sacó todo el papeleo se sentó en la cama empezando a leer solo las primeras frases para descartar letras

Querida Elizabeth: 

Te adoramos con toda nuestra alma...

Es en definitiva era suya 

Linda Ellie. ¿Que nos has hecho? Ya no siento miedo de él, ya no me siento atrapado. Eres maravillosa. Extraño cuando no estás a mi lado, ambos esperamos el momento en el que regreses para poder abrazarte. Te haz robado cada suspiro, cada palpitar y cada lágrima mía...

Esa también era suya 

Oh Elizabeth, desde que te llevo observando y conociendo me has encantado. Eres hermosa, dulce y tan sexy. No puedo evitar mirarte como mujer, mucho menos cuando me provocas de esa forma, con solo verte me pongo duro, eres maravillosa y haces que mi corazón palpite como loco. Te adoro Elizabet lioness 

Esa, no era su letra. La carta seguía y seguía con partes en las que quería matar a aquella persona pues le hablaba muy vulgar. Desde mencionando sus bragas negras o el hecho de seguirla con la mirada. Había partes donde le dedicaba palabras de amor que estaba seguro la hicieron suspirar, tal vez ella pensó que esa carta ella suya por las desviaciones, que empezaba tierna hablando él y que aquellas partes oscuras venían de su demonio 

Smooth criminalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora