Bully Love [Loliplay]

08: Vegetta

La ciudad se llenaba de una suave brisa helada, que despejaría a cualquiera de mal tiempo.

Aquella brisa helada pasaba por cualquier cosa u objeto, y, en éste caso, por la ventana del moreno, rozando con su piel, causándole así, un escalofrío. caminaba apresurado por su habitación, moviendo su cuerpo de un lado a otro, ya que, se le hacía tarde esa mañana para llegar a tiempo a dicha preparatoria.

Paso la noche en vela, solo pensando. Haciendo teorías, y, pensando de sobre manera el que haría, como sería, que pasaría al hablar con esa persona la cuál aún no conocía.

Tomando prendas, relativamente iguales a las del día anterior, vistió la ropa con su cuerpo ya limpio y preparado. De igual manera, un cubre bocas, pero con el pequeño detalle de usar anteojos de sol. Cosa que, cubría casi al completo su rostro. Se llamaría a si mismo una parca moderna, comparándose a las personas que asistían a velorios. Vestía completamente negro, y eso resaltaba más su piel, y ojos. Si, definitivamente pensaba que era un loco.

No era un asunto como para vestir así, pero quería ejecutar bien su papel. De ninguna manera le gustaría que aquél pelirrojo de ojos oliva lo encontrara, y, "arruinara" sus planes de investigación hacía él. Aunque, no sabía si en algún momento cercano cruzaran palabras. Se sentiría extraño, incluso, avergonzado desde su último encuentro. Y pensaba, que él pelirrojo quizá se sentiría igual.

No estaba en sus planes tomar el desayuno ese día, solo quería llegar a tiempo a la preparatoria si no quería una queja y posible castigo o suspensión. Ya había pasado por eso, y ahora que sus padres estaban de vuelta; no seria de su agrado un reproche innecesario.

Agradecía internamente a los Dioses. Ya que un reclamo no consiguió, pero cansancio por larga caminata, si.

Se le hacía extraño el que la maestra de Matemáticas aquél día no llegara, o, se retrasara. Y por lo que había oído, demás maestros a otras clases no asistieron, suponiendo que estaban en reunión.

Desde su lugar divisó como su amigo de ojos ambarinos llegaba, y aprovechando que la instructora no se hallaba, se sentó en la banca de enfrente, girando su cuerpo para quedar en posición, a prestar su atención al moreno menor, charlando de manera amena de cosas triviales. Al parecer, el chico hasta el momento no había notado su vestir, estaba distraído visualmente. Cuando por fin calló en su vestir, ladeó la cabeza, inspeccionándolo más, mirando de manera confundida antes de su hablar.