CAPITANES /Versátil/ [FINALIZADA]

XIX. Terminamos.

— Xiao Zhan... Cálmate. —  Murmuró Yibo  cuando estaban en el medio de la fraternidad y aunque no habían realizado ninguna interacción en ese momento porque para las demás personas ellos seguían siendo sólo conocidos, no pudo evitar involucrarse conociendo las posibles consecuencias de una pelea.

— ¿Qué putas estabas mirando? — Le reclamó Zhan a He Peng. 

— Lo que yo estaba mirando no es tu problema. 

Xiao Zhan se lanzó sobre el. No soportó de ningún modo que el otro hubiera estado mirando al que ahora era "su chico" como un perro mira un pedazo de filete. Se enfureció. 

He Peng se burló y le levantó los hombros y el pelinegro no lo toleró más y cuando iba encajarle su puño en la mandíbula,  otros hermanos le detuvieron  y le recordaron a ambos su matricula condicional. Además que las peleas estaban prohibidas dentro de la casa.  No era la primera vez que lo sorprendía pero cada vez se veía más descarado e incluso adoptaba posiciones que aumentaban su morbo. 

La mueca  morbosa que hacía era horrible.  

La pareja se apartó. 

— ¿Qué mierda hizo ahora?. ¿Por qué estás  como puto loco? — Preguntó el castaño.  

Zhan no supo que decir entonces. 

¿Qué le iba a decir? 

¿Por qué se había enfurecido tanto? 

— Ese idiota siempre ha tratado de  sobrepasarse con la gente. — Yibo se acercó tanto que las caderas de los dos quedaron muy juntas mientras Zhan estaba  medio sentado en la mesa del escritorio de su habitación. 

— Eso fue hace tiempo. — Yibo que estaba sólo a unos centimetros rozo sus labios en la mejila del que estaba calmando su ira. 

Y con los besos, Xiao Zhan se vio rendido. No podía mentir... No a la persona que tenía en frente. 

—  El te estaba mirando de una manera tan asquerosa. Parecía que te iba a comer con la mirada. 

Yibo  se separó y le hizo una mueca de asco... Entonces se le ocurrió algo. 

— ¿Tu... estabas celoso?. 
— Ahs... Claro que no.

Xiao Zhan bajó la mirada y posó sus manos en las caderas de Yibo apretándole contra el. 

—  Mejor no hablemos de eso. — 

— Espera... Espera... — Zhan exclamó cuando casi se besaban. 

— ¿Qué?! 

— Por ese puto imbécil, casi olvido mi examen en 10 minutos.  — Le dio un corto beso y huyó antes hacer cualquier otra cosa que le impidiera llegar a su clase a tiempo o ni siquiera llegar.