CAPITANES /Versátil/ [FINALIZADA]

XXII. Homofobia (3)

- Yibo...

- ..

- Yibo

- Wang Yibo, van a ser las ocho - La voz del adormecido Xiao Zhan sonaba diferente por su garganta reseca. Ni siquiera había abierto los ojos, pero la alarma de su celular había sonado y empezó a palmear la cabeza de su novio a su lado, apenas y empezaba a recordar la noche anterior. Le gustaba pasar los dedos por entre los finos cabellos castaños.

- Cinco minutos. - Con voz ronca Yibo se acercó más a el y hundió su rostro en el cuello de su novio, no queriendo salir de la cama y sin tan siquiera abrir los ojos tampoco, ya que como solía pasar después de las discusiones se habían dedicado a deleitarse con el cuerpo del otro hasta que se cansaban.

Zhan empezó a acomodar los cabellos del castaño tratando de hacerle despertar, pero en vez de ponerse de pie, los dos empezaron a compartir besos matutinos.

- Vas a llegar tarde. - Sus voces sonaban aún adormecidas.

Yibo se desperezó un poco sin separarse de los labios de su novio y le abrazó más fuerte enredando aún más sus cuerpos semidesnudos.

- Buenos días. - Finalmente dijo para después bostezar con los brazos estirados aunque quería reprochar ya que en esa época del semestre era normal que los estudiantes ya estuvieran agotados y anhelantes por las vacaciones.

Más besos fueron repartidos entre sus labios y sus cuellos, los cuales se empezaron a ser acompañados de caricias. Era usual que aprovecharán los fines de semana, ya que entre semana muchas veces terminaban completamente agotados por los exámenes, los trabajos, las clases, la labor y los entrenamientos. Era una suerte verse antes de dormir.

- Por un demonio. Si me tientas así... No respondo idiota. - Zhan apretó sus dientes y murmuró cuando su novio había aferrado sus labios a su cuello, lo que le hizo contener sonidos en su garganta, tratando de salvar la situación. Sabiendo que esos gemidos ahogados y evitados eran demasiado lujuriosos a los oídos del otro, quien lo follaría a todas horas, en todo lugar y delante de quien sea, si pudiera y sin importarle nada más.

Yibo profundizó más el contacto y los dos que respiraban el mismo aliento y saboreaban los mismos fluidos, empezaron a sentir que hacía falta más, tenían necesidad de más. Hacía falta saciarse del cuerpo desnudo de su novio una vez más.

- La labor .... Mnnn... Social... Mierda... Yibo... - Xiao Zhan apenas pudo decir cuando la lengua de Yibo saboreaba una vez más su piel blanquecina haciéndole temblar un poco.

- Un poquito - La voz gruesa de Yibo que reflejaba su perdición sonó, con lo que Zhan se giró encima del castaño ejerciendo toda su fuerza sobre el cuerpo de Yibo apretándole las manos contra la cama.