CAPITANES /Versátil/ [FINALIZADA]

XXIV. Rude

⚠️BUENO COMO YA MENCIONÉ SERÁN DOS O TRES SEMANAS QUE ESTARÉ PERDIDA POR MOTIVOS PERSONALES... ASÍ QUE LES DEJO ESTE CAPÍTULO PARA QUE PUEDAN ESPERAR PACIENTEMENTE. EL FINAL DE LA HISTORIA.⚠️

Dosifiquen😅🤭🤭🤭🤭

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La inspiración para el cap: (bueno cambié la letra un poco) 

¿Puedo tener a su hijo por el resto de mi vida?

Diga que si, porque necesito saber

Dice: Nunca tendrás mi bendición hasta que muera. Mala suerte, mi amigo, la respuesta es ¡no!

¿Por qué tienes que ser tan grosero?

¿No sabes que soy humano también?

¿Por qué tienes que ser tan rudo?

Voy a quedarme con el de todos modos

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El padre de Yibo  estaba furioso y aunque  hubiera podido hablar con el como había pretendido sobre aquella relación que seguía siendo para el sólo una forma muy  directa de llevarle la contraría, y aunque también los ánimos entre los dos se  hubieran calmado después de la conversación con la señora Wang. El mayor no dudo un segundo  en asistir a la Universidad cuando en una llamada de las cortas que tenían el castaño se quejó por lo que había sucedido con su equipo. 

No sólo el, sino que asistió con un primo cercano que se dedicaba a ejercer las leyes. El no se había sacrificado toda su vida para que cualquiera mirara a su hijo por encima del hombro... Sin importar los problemas que tuvieran entre ellos... Eso, el no lo pasaría por alto. 

El era tanto o más orgulloso que su hijo... Y ahora Wang Yibo parecía entender muchas de las actitudes del mayor.. Así que le dejo hacer su parte, sobretodo porque le encantaba el basketball y sus amigos también le habían prometido que no volverían si no estaba el. 

— Señor Wang. Que gusto verle. Bien pueda siga. — Saludó el rector.

— Es una lástima que no pueda decir lo mismo señor Rector. 

— ¿Ahora que sucedió con estos chicos?. ¿Está peleando de nuevo con el joven Xiao?... Parece que tienen una vida bastante movida. 

El señor Wang no supo si el rector estaba hablando de manera sarcástica, pero no pudo evitar lanzar una mirada recriminadora a su hijo. 

Le daba agrieras que relacionaran ese nombre con el de su Yibo... Sobretodo cuando a su mente volvía aquella tenebrosa escena de la habitación.