CAPITANES /Versátil/ [FINALIZADA]

XXX. Paciencia

— Ahh. Yibo... Yibo... Ten compasión. Ya no más... — Dijo Wenhan quejandose. Su trasero estaba tan rojo pero el castaño no parecía tener intenciones de detenerse su mirada estaba encendida y tenía ese brillo  de picardia.

— Yibo... Después no me podré ni sentar. —

Los cuatro habían entrado a las duchas cuando  YiXuan y Wenhan habían apostado para descifrar lo que tenía Yibo tatuado en su pelvis en un lugar muy privado. Habían visto desde lejos o por lo general Yibo se cubría rápidamente...

— Ese HdP nos está escondiendo algo!! — Le comentó Yixuan a Wenhan esa vez 

Apostaron para ver quien se daba por enterado primero y además....

— Digo que se tatuó algo como lo que escribió aquella vez en su pantalón. "Mi polla es libre de gluten"

Wenhan le pegó en su cien. — Serás pendejo. Si lo esta escondiendo es porque seguro es algo más comprometedor y más íntimo.

Los dos esperaron su mejor oportunidad.

— Jajajajaja.... Te marcaron como ganado. — Se burló el rubio cuando descubrió el nombre de Xiao Zhan en la pelvis de su amigo. Yibo no pensó dos veces y sin importarle que todos estaban totalmente desnudos, tomó su toalla,  empezó a golpearlo con fuerza y como era de esperarse los cuerpos de todos estaban mojados  por lo que parecía que dolían un poco más. Wenhan brincaba de un lado a otro tratando de huir de su atacante.

— Eso te pasa por idiota. — Yixuan abrió la boca y no, no debió haberlo hecho.

—¿Qué mierda?... Si tu también querías saber, por eso apostamos. — Wenhan no dudo en delatarlo y por supuesto Yibo empezó a arremeter contra su otro amigo y el delator se burlaba mientras sobaba su colorado trasero.

— ¿Y entonces qué? ¿Hasta que putas horas los espero?— Sungjoo entró a las duchas enojado y todos los demás   como si fueran niños pequeños se afanaron para ir a su siguiente clase.

Por supuesto el rubio no perdió su oportunidad para desquitarse de Yibo cuando a la hora del almuerzo e n la cual ya se estaba haciendo bastante común que Xiao Zhan almorzara con ellos. Cuando vio que el pelinegro se acercaba, de manera maldadosa dijo... 

— Ahh Yibo. Me diste muy duro... Me duele mucho mi trasero. 

Yibo sólo se rió hasta que escuchó la voz de la persona que estaba detrás de el. 

—  ¿De qué carajos estás hablando? —  

Yibo se tensó un poco y no sabía si reir o explicar, pero entonces con sus manos hizo un gesto negando. 

—  No, Zhan Ge. No es lo que piensas. —  Vio la intención de su novio de darle con la silla. 

Entonces Zhan trató de reflexionar...