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Capítulo 6 - Casa Grande

Zona Sur, La Casa Grande, Bosque Perla

A pesar de que algunos participantes de las Noches Rojas no estaban ahí por obligación o secuestro - era el caso de Jimin, por ejemplo - todos debían pasar por un chequeo médico creado e implementado por los alfas de la organización. Nadie quería comprar a un omega infértil  o de excesiva experiencia sexual, tampoco querían betas normales ya que era sabido que no podían dar cachorros. 

Jennie le había advertido de esto a Jimin, y por eso se encontraba el doble de nervioso... cuando su supervisora, Jisoo, lo llevó por los pasillos de la Casa Grande, supo que no podría evitar el chequeo de un doctor de manera privada.

— Así que... Park Jimin, 24 años, aparentemente venido aquí por su propia voluntad. Eres un omega increíble. Mierda... sáquenlo de aquí y llévenlo con la doctora Shim - la alfa le indicó a los guardias, ambos betas prácticamente sin aroma. Jimin se sintió curioso por eso y por la posición jerárquica de la alfa que lo estaba escaneando - Recuérdame agradecer a Jennie por mi nueva adquisición, omega.

Jimin se sintió fastidioso, pero sabía que la tortura estaba lejos de empezar. Aquella alfa podía ser su nueva jefa o incluso una supervisora. Algo así como una casamentera en la historia de las regiones del Norte y del Sur.

Jimin ingresó a una habitación alejada, junto a una omega de edad mayor, que parecía ser doctora. Al menos eso indicaba su bata y el estetoscopio que rodeaba su cuello. La señora se encargó de mirarlo durante bastante tiempo para hacerlo sentir incómodo, mientras no paraba de anotar cosas en su cuaderno. Bufó cansada, antes de dar un último vistazo a su planilla de antecedentes.

— ¿Cuándo fue la última vez que tuviste tu celo? - le preguntó, sin una pizca de pudor.

— Solo tuve mi primer celo de pequeño, cuando descubrí que era un omega. Luego, nunca más.

— Entonces deduzco que jamás has estado preñado o marcado. ¿Verdad?

— Exacto.

La doctora se quedó en silencio, fingiendo que las características de Jimin no habían llamado su atención y encendido sus sentidos. Lo miró a los ojos y sonrió, de una manera muy perversa para él.

— Eres un omega realmente especial. Solo los omegas puros gozan de no tener celos hasta que su lobo elija a un compañero para toda la vida. Es necesaria una marca o un vínculo, casi imposible, entre predestinados.

— ¿Es eso algo malo?

— Claro que no. Los omegas puros son más difíciles de encontrar y los alfas enloquecen por emparejarse con ellos... se sienten más fuertes cuando logran que su lobo sea aceptado por un omega así. Imagínate lo mucho que importa para su orgullo frágil, el saber que un omega virgen solo puede reaccionar a ellos y a nadie más.

— Oh... comprendo. Aunque no estoy seguro de que eso sea tan bueno - Jimin respondió atando cabos.

Jamás se había sentido atraído por ningún alfa de manera alevosa, solo simples deseos carnales y roces sugerentes con sus compañeros de colegio y universidad. El alcohol lo había desinhibido en el pasado, pero ahora ya no existía nada de eso.

Jamás había presentado celos, mucho menos calores matutinos. Todo era inerte y aburrido para él, y tal vez por eso, le era tan fácil separarse en su totalidad de los sentimientos y pensamientos de los alfas. Todo eso su madre lo supo a temprana edad, pero decidió no hacer nada, para dejarlo experimentar durante su infancia.

— ¿Alguna enfermedad que deba tener en cuenta, Park?

— No señora.

— ¿Hace cuánto no tomas supresores? ¿Te han pedido que no lo hagas para poder venir aquí?

ℕ𝕠𝕔𝕙𝕖𝕤 ℝ𝕠𝕛𝕒𝕤  → KOOKMIN → OMEGAVERSEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora