« ¡Treintainueve! »

1.2K 181 16
                                    


Capítulo 39 - El bosque de los lobos


(Povs Jimin)

Jungkook estaba inquieto, no queriendo pensar en lo que acababa de ver, pero sin poder evitarlo.

Lo dirigí hacia la rivera en la parte trasera de la mansión. No teníamos ganas de volver a la fogata con nuestros amigos. Todos estaban ebrios, aunque Jungkook no se quedó atrás. Luego del pavoneo en la entrada de la habitación, mi cuerpo estaba hecho trizas, y mi pantalón, húmedo... muy húmedo.

Jungkook tenía problemas para concentrarse y sacar sus manos de cualquier parte de mi cuerpo, pero eso a mí no me importaba. Aunque no era conveniente follar esa noche, mis hormonas ardían como estrellas explosivas, desafiando a las del cielo.

Me estaba muriendo, y se lo hice saber.

— Lo de Namjoon y Seokjin... creo que desestabilizó mis hormonas.

Me acerqué a él, que estaba sentado de espaldas sobre el único árbol del lugar.

Me miró con deseo, pero sin querer parecer desesperado, y luego rodeó mi cintura, apegándome a él y juntando sus labios con la tela fina de mi camisa; justo sobre mi vientre...

Mi vientre, donde yacía nuestro cachorro.

Jungkook suspiró profundo y levantó mi remera con su nariz. Ahora sus besos fueron directos a mi piel, haciéndome temblar en un escalofrío violento. Aún permanecía arrodillado entre sus piernas, mientras que él seguía acostado sobre el árbol con el cuerpo relajado. Masajeé sus hombros, lo hice jadear de satisfacción, y luego llevé mis manos alrededor de su cuello con cariño. Me sonrió, antes de lamer mi ombligo y besarme otra vez.

Tenía que decírselo.

— ¿Por qué no bebiste? - me preguntó y ganó su turno de la noche.

Porque estoy embarazado de tu hijo, pero tuve tanto miedo y viví tantas cosas turbulentas en los últimos días, que elegí callar. Pero quiero decírte la verdad ahora y quiero que me folles luego, porque te amo.

— Hay algo que debo decirte... - respondí sin embargo. Sus besos se extendieron por mis abdominales y me tensé. No pude advertir en qué momento salivó uno de sus dedos y corrió mi pantalón, haciéndose espacio en mi agujero y delineando mi músculo contraído - Kook, yo estoy...

— Quiero follarte... ¿me dejas follarte? - Jungkook me preguntó con dulzura - hueles tan bien cariño. Quiero llenarte de mí esta noche.

— Oh Kook... yo - levanté mi trasero y su dedo se metió completo en mí. Solté una corriente de lubricante exagerada y eso le sirvió de impulso para meter dos más.

— ¿Por qué no me lo dijiste? ¿Realmente creías que no lo notaría?

Mierda.

Creí que podría seducirlo y contarle mi secreto. Tomarlo desprevenido, y que su enojo no fuese demasiado grande. Pero fue al revés, y quien me sedujo fue él.

— Tenía miedo...

— ¿De qué? - no supe que responder, no era correcto temer de mi alfa - mi pequeño omega mentiroso. Nuestro cachorro será el más maravilloso del mundo porque tu serás el padre. Lo noté desde que sostuve tu mano luego de la última Noche Roja. Soy tu alfa, conozco tu aroma y cuerpo de principio a fin. Jamás podría no darme cuenta - suspendió su reproche solo para escucharme gemir, cuando metió un tercer y cuarto dedo. Con un poco de esfuerzo, podría meter un quinto y parte de su puño. Estaba tan dilatado y listo para él, que mi mente se nubló.

ℕ𝕠𝕔𝕙𝕖𝕤 ℝ𝕠𝕛𝕒𝕤  → KOOKMIN → OMEGAVERSEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora