ℕ𝕠𝕔𝕙𝕖𝕤 ℝ𝕠𝕛𝕒𝕤 → KOOKMIN → OMEGAVERSE

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(Advertencia, capítulo extenso)

Capítulo 43

Jisoo percibió el aroma Jungkook y se sintió aliviada, a pesar de saber que el alfa intentaría matarla luego de esta tarde. No tenía planes ni ganas de esconder su culpabilidad, se había equivocado desde el minuto uno, al oponerse a la relación entre Jihyun y Lalisa.

— Lo siento Jihyun… - dijo con fuerzas nulas, la bala en su muslo le hizo creer que podría morir de dolor con solo hablar - creí que si Lisa desaparecía de tu vida, tú seguirías siendo mi amigo y mi compañero más leal dentro de las Noches Rojas. Jamás pensé que serías un infiltrado… jamás desconfié de ti.

Baekhyun quiso reír con amargura, pero solo logró toser y ahogarse con su propia sangre a un costado.

Jihyun seguía sin poder moverse, incluso la luz que entraba por las ventanas hacía arder su piel y su vista. El encierro durante meses lo había vuelto un trozo de carne débil.

— Jisoo… - no supo cómo, pero el joven alfa logró hablar - se un buen lobo y todo será perdonado.

La alfa miró a su amigo con arrepentimiento y se tapó la boca, dispuesta a no llorar.

Jihyun quería dedicarle las mismas palabras a Baekhyun, pero algo entre ellos estaba roto y sin posibilidad de arreglo. Las lágrimas que soltó fueron demasiado para él, que no lloraba hace meses, que no experimentaba nada más que agonía.

— Baek… - lo intentó de todas maneras.

— Ya hice mi parte Park… por ti - la tos y la sangre hicieron flaquear al omega nuevamente - traje a tu hermano y a su jodido alfa hasta ti. Ya no me avergüences.

Fue su modo de pedir perdón mediante acciones, Baekhyun decidió que no merecía la pena ni la aceptación del alfa prisionero. Creyó enamorarse, creyó equivocarse, creyó que olvidaría a Chanyeol por él. Lo cierto era que había perdido a Jihyun de todas maneras, pero también al alfa que hoy en día era el dueño de su corazón.

Chanyeol sucumbió al pedido de Jungkook, el cual le había rogado que matara a los betas que sostenían a su madre y querían herirla. Todos sabían que era el momento de atacar: el presidente y los líderes estaban acorralados, porque su propio ejército les había dado la espalda.

Los hermanos Wang y Jungkook fueron los primeros en entrar a la mansión escondida del Bosque Perla. Ésta era muy semejante a la mansión que los había cobijado en los últimos días. Grandes piezas arquitectónicas del Sur, pensó Jimin, y luego bajó entre piedras con mucho cuidado… a pesar de que Jungkook no quería que se involucrara en el asalto. El omega estaba embarazado, pero creía que aún podía pelear, porque era su misión y porque jamás viviría en paz con él mismo si no lo intentaba.

Pero el vínculo entre Jimin y Jungkook vibró violento cuanto el alfa cruzó la puerta y se perdió en las paredes frías del lugar. Algo había ocurrido, lo suficientemente grande para darle un mareo escandaloso al omega peligris. Sus músculos se tensaron y sintió su sangre hervir… era imposible experimentar eso debido a las bajas temperaturas, pero en aquella situación juraba que lo estaba viviendo.