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No se sabía que estaba por ocurrir, Taehyung sabía que cosas buenas no serían, pero en realidad lo estaba disfrutando y demasiado.

Su dulce suegra -falsa-, le estaba consintiendo, pidiendo comida excesivamente deliciosa para él.

Lograba sentir la pesada mirada del millonario, pero tan solo le sonreía como si nada, como si no le hubiera robado varios miles de dólares.

— Cuéntame, ¿qué edad tienes?

— Veinte, señorita~.

Oww, eres realmente adorable, pero no me digas señorita, dime suegrita~.

Se podía notar la felicidad de la señora Jeon desde lejos, era extraño para el azabache, si fuese la situación al revés, su madre estaría haciendo preguntas, pero con un semblante serio, como si estuviera cuestionando en una cárcel.

Pero como no era el caso, se encontraba muy contento de que no lo estuvieran llevando a la prisión ahora mismo.

— Sí, suegrita~.

Jihyo chilló de felicidad al escuchar aquellas palabras, Jungkook nunca creyó que su madre estaría tan contenta con esa noticia, al parecer este era un mejor regalo que la pulcera que ahora posaba su -falso- novio.

— ¿Y dónde se conocieron?

El menor metió más comida a su boca, usando los palillos para distraerse y no responderle a la señora, pero Jungkook respondió con completa tranquilidad, al menos podría responder algo con sinceridad.

— En una fiesta a la que me invitó namjoon.

La castaña simplemente se mantenía con una sonrisa gigante, era hermoso ver a su pequeño conejito, estaba con alguien, así como lo había dicho, no le importaba que fuese hombre o mujer, con que le hiciera feliz, y eso parecía ser, puesto a que Jungkook no quitaba su mirada encima de su lindo yerno.

Sí, desde que ví a jungkookie no pude dejar de pensar en él.. – claramente aquello era mentira, nunca antes había visto a ese apuesto hombre, o eso era lo que él creía.

Se tomó la libertad de recargar su cabeza en el hombro de Jeon y junto sus manos, dejando un suave vaivén de caricias en esta.

Tenía que hacer el cuento más creíble, o si no, le iría aún peor con el señor Jeon.

— ¡Son tan lindos juntos!, Me siento tan contenta de que mi hijo tenga alguien con quién compartir todo.

« Su hijo es tan generoso que me compartió un poco de su fortuna, señora. »

Su sonrisa fingida parecía real, Taehyung debería ser actor, uno bueno, porque hace unos minutos había llorado por el supuesto rechazo que le dio el mayor.

— Oh, Taehyung, ¿qué hacías en el clóset hace unos momentos?, ¡me diste un buen susto!

Pues verá..

Al piel acanelada se le pusieron los pelos de punta, debía pensar en algo razonable para responder a eso.

— Sabía que te ibas a poner como loca con las preguntas mamá, así que le dije que se escondiera ahí.

Eso no es verdad, como sea, estoy tan feliz, ¡mis amigas se tienen que enterar de esto!

Salió de la mesa, con el celular en manos, pero Taehyung sintió miedo que lo haya dejado a solas con el hombre que tenía a su lado.

El silencio se apoderó del comedor, donde solo lo interrumpía el sonido de las masticadas lentas de Kim.

— Taehyung, Kim Taehyung, veinte años, vives en el barrio abedul, número de casa 117, tienes dos hermanos, y tus padres.

Un pobre con gustos de rico | KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora