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Taehyung y Jungkook se sentían demasiado cómodos con la presencia del otro, ambos habían olvidado por completo su contrato, sintiéndose como si todo fuese real.

Y Jungkook quería que así fuera, tenía un plan que consideraba perfecto.

Dejarían atrás el contrato para formalizar ambos una relación donde todas sus acciones no tendrían la etiqueta de "falso", o eso era lo que él deseaba, lo que no sabía era si su peligris también lo quería.

Sabía que aquellos besos y apodos no eran solo por que estaba "obligado" a seguir el contrato, pero aún podía haber una posibilidad de que no estuviera preparado, ese pensamiento lo mantenía algo nervioso, por lo que iba alargando cada vez más la propuesta.

Necesitaba distraerse un poco.

Ahora la pareja junto a Ye in se encontraban en el sofá jugando con las nintendo switch's a un juego llamado "Fall Guys" los dos menores riéndose al ver que Jungkook perdía en la mayoría de los juegos.

— En la próxima voy a ganar.

— Lo que tú digas, cariño~ – Taehyung se acercó al mayor dándole un beso en su mejilla, logrando relajarlo rápidamente, pero aún así el pelinegro tenía un puchero muy tierno en su rostro.

Ye in observaba a ambos ahora con otros ojos, la mínima acción de ambos lo hacía dudar de si lo que había visto en la computadora de su primo era real, ambos se veían completamente como una pareja, incluso el día que conoció a Taehyung y ambos se emborracharon, había algo que no cuadraba, pero seguía sin entender que era.

Si ellos realmente eran lo que habían dicho; Taehyung un ladrón y Jungkook una víctima, ¿por qué ahora estaban comiéndose las bocas como si nada hubiese sucedido entre ellos?

El teléfono del castaño lo saco de su mente, ignorando a la pareja, contestó.

Mientras tanto Jungkook se había olvidado por completo del videojuego, ahora estaba concentrado en besar a Taehyung, y en acariciar su cintura, haciéndolo reír entre el beso.

Ye in volvió luego de unos minutos, ahora con su estuche de  su instrumento en manos y otra mochila en su hombro, al encontrar a ambos centrados, habló algo incómodo, con su mirada dirigiéndose a la puerta.

Aún si había decidido no interferir con sus sentimientos, no significaba que no sintiera un extraño dolor en su corazón al ver a su primo hacer lo que él nunca podría.

— Uhmm, tengo que irme, voy a practicar para mi concurso de violín, los veo luego.

— Adiós, mucha suerteee – ambos se despidieron pero cuando por fin el castaño cruzó la puerta, Taehyung dejó un pequeño golpesito en el pecho del contrario.

— Vas a traumar a tu primo, Jungkook. – entrecerró sus ojos, pero la sonrisa socarrona del pelinegro que se hizo presente lo distrajo.

— Solo fue un besito, cariño – y volvió a atacar los labios del peligris, sosteniendo su cuerpo, hasta atraerlo a su regazo, siguiendo con las caricias bajo su camisa, sintiendo la suavidad de su piel.

— Sí, claro – habló entre el beso, pero era imposible quejarse más si Jungkook seguía tocándole, y besándole sin detenerse, con delicadeza, posó sus manos en las mejillas del mayor, intensificando el beso.

El mayor sin aguantar más, se puso de pie, sosteniendo los muslos del peligris, el menor rápidamente rodeó con sus piernas la cintura del contrario y se sostuvo por sus hombros.

Sin importarles sus videojuegos, Jungkook comenzó a subir las escaleras con algo de cautela, sintiendo infinito el camino a la habitación.

Decir que Jeon no estaba desesperado por este momento, sería una completa mentira, él tenía una vida sexual algo activida, pero nunca lo había deseado demasiado como en este momento que tenía al menor entre sus brazos.

Un pobre con gustos de rico | KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora