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El pequeño Taehyung de catorce años, se encontraba caminando junto a MinJae, ambos sostenían sus manos y paseaban por el centro comercial.

Se habían saltado sus clases una vez más, sinceramente a Tae no le encantaba perderselas, pero era agradable cuando MinJae le tomaba de las manos o le daba besitos, se emocionaba muchísimo cuando lo hacían.

— Mm, Niki dijo que le esperáramos en la cafetería.

— Y ¿por qué vamos a esperar a Niki? – el peligris sabía que cuando alguno de sus amigos estaba presente se alejaba de él y se portaba mas seco.

— Es obvio, quiero mis cigarrillos, y ese cabrón me debe una cajetilla.

Taehyung asintió con una mueca, pero cuando ambos se adentraron al local, sonrió al ver lo lindo que era el ambiente, la música y los postres.

— Pide algo si quieres, voy a llamar a ese idiota.

Al escuchar aquello el de sonrisa cuadrada se formo en una fila, donde estaba la caja, mientras esta avanzaba, observaba los postres decidiendose por lo que iba a elegir.

— Me da una rebanada de pastel arcoiris y un Bubble tea, ¿por favor? – la chica asintió, dándole el precio, el menor tomó su monedero de pollito, sacando su dinero para pagar, tal vez se iba a quedar sin comer en los recesos toda la semana, pero quería tanto probar esa experiencia de estar en un café.

La chica le entrego un aparato que comenzaría a vibrar cuando la orden estuviera lista su orden.

Asi que comenzó a caminar, a una mesa, para esperar, cuando MinJae se acercó a él, al parecer había terminado su llamada.

— ¿Qué pediste?

— Té de burbujas, nunca lo e probado.

— Una vez oí que un niño se asfixió al tomar esa cosa, si te quieres asfixiar con algo que sea por placer, dímelo. – le guiñó el ojo a su acompañante, pero el azabache solo hizo una sonrisa que se volvió una mueca a los pocos segundos.

— Creo que no debí faltar ahora, tengo que recoger a Yeonjun en la salida...

— Aún puedes hacerlo, el mocoso ni se dará cuenta que nos fuimos a la calle. – al de piel canela no le agradaba demasiado que le dijera aquellos apodos a su hermanito, pero sabía que su acompañante era demasiado tosco y esa era su forma de hablar con todo el mundo.

Cuando se sentaron, nisiquiera tomó mucho tiempo cuando el chico de oyuelos se levantará para ir con su amigo que estaba esperando, nisiquiera le había avisado al menor, solo se había retirado fuera del local, para comenzar a caminar a algún lado con este chico.

Taehyung suspiró, pero también se levantó para caminar a la mesa que tenía solo una silla, no tenía sentido estar en una para dos.

Cuando de pronto un chico apurado le empujó por accidente, casi caía de no ser que se sostuvo de una mesa.

Cuando escucho algo caer detrás de él, se sorprendió muchísimo de ver a un hombre con traje sentado en la mesa de que la que se había sostenido, era demasiado atractivo, y a decir verdad, tenía un aura imponente.

Este le miró con su ceño fruncido, levantándose, Taehyung comenzó a hacer reverencias disculpándose, rogando que aquel hombre no le gritara o peor aún; le cobrará el desastre.

Un pobre con gustos de rico | KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora