—Número Ocho por favor concéntrate—Me reprendió Alice por tercera ocasión.
Estaba enfadada de ensayar tanto. Hoy sería la fiesta de papá y Alice me tenía aquí encerrada desde las 9:00am y ya eran las 11:30am.
—Alice, por favor ya basta. Harás que me salgan callos en los dedos—Me queje y ella resoplo.
—Esta bien, tampoco quiero agobiarte tanto. Por favor practica unas horas antes del evento de tu padre. No quiero problemas con el—Asentí con mi cabeza y ella recogió sus cosas.
Me quede mirando como se alistaba para marcharse y al seguirla con la mirada hasta la puerta, sonreí al ver a Cinco recargado en el marco.
—¿Acaso me espiabas?—Bromee y el camino hacia donde yo estaba. Besando mi frente.
—Te admiraba, más bien—Dijo Cinco y yo me puse de pie para abrazarlo.
—¿Te parece si salimos al jardín a pintar?—Le pregunté emocionada. Él se alejó de mí y tomó una de mis manos.
—No me hace ilusión pero por ti haría lo que fuera—Beso mi mano y yo sonreí como boba.
Aún me costaba creer lo lindo que él era conmigo ¿Era el mismo Cinco que yo solía conocer?.
Entrelace nuestras manos y lo guíe hasta mi habitación para buscar las acuarelas, mi cuaderno de dibujo y todas las cosas que necesitaba.
—¿No te da nervios tocar frente a todos los invitados de papá?—Hablo mientras yo rebuscaba en mis cajones.
—La verdad es que no ¿a ti te dará pena bailar?—Le conteste sin mirarlo y alzando mi cuaderno.
—Para nada—Sentí como me rodeaba con sus brazos por la cintura y ponía su rostro en mi hombro—Todos verán que bailo con la chica más bella que existe.
Me giré para unir nuestros labios. Cinco enredo sus brazos en mis caderas y yo dejé caer al suelo mi cuaderno para posicionar mis manos en sus mejillas.
Sus labios eran tan suaves... No podía entender aún todo lo que me provocaba el tenerlo así de cerca pero jamás había sentido algo tan bueno.—Te quiero, Cinco—Le dije uniendo nuestras frentes y note como él sonreía.
—Me gusta oírte decir que me quieres.
—Te quiero, te quiero, te quiero, te quiero Cinco Hargreeves—Hable y fui callada por sus labios.
Después de una larga sesión de besos, ambos bajamos y salimos al jardín para comenzar a pintar. Yo sabía de sobra que a él no le gustaba ni disfrutaba de esto pero lo hacía por mi.
Solté una pequeña risa al ver el desastre que tenía Cinco en su hoja.
—No te burles, sabes que soy pésimo—Dijo el entre dientes y yo reí más fuerte—Déjame ver qué pintas tu—Se asomo a ver mi hoja y vi como sus ojos brillaron.
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𝐁𝐮𝐬𝐜𝐚́𝐧𝐝𝐨𝐭𝐞 | CINCO HARGREEVES
Фанфик𝐶𝑢𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑡𝑒 𝑣𝑎𝑠, 𝑒𝑙 𝑐𝑖𝑒𝑙𝑜 𝑠𝑒 𝑣𝑢𝑒𝑙𝑣𝑒 𝑐𝑎𝑟𝑚𝑒𝑠𝑖́. 𝐴𝑠𝑖́ 𝑞𝑢𝑒 𝑒𝑠𝑝𝑒𝑟𝑜 𝑒𝑙 𝑎𝑚𝑎𝑛𝑒𝑐𝑒𝑟 𝘩𝑎𝑠𝑡𝑎 𝑞𝑢𝑒, 𝑐𝑎𝑑𝑎 𝑞𝑢𝑒 𝑏𝑟𝑖𝑙𝑙𝑎𝑠, 𝑚𝑒 𝑎𝑦𝑢𝑑𝑎𝑠 𝑎 𝑑𝑒𝑓𝑖𝑛𝑖𝑟 𝑐𝑜𝑚𝑜 𝑟𝑒𝑐𝑜𝑟𝑑𝑎𝑟𝑚𝑒 𝑎 𝑚...