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—¿¡QUE DIJISTE ESTUPIDO!?—Exclame ofendida y levantándome del césped.

—¡ME ENGAÑASTE! ¡NO LO PUEDO CREER!—Grito indignado y después de mirarnos por unos segundos nos empezamos a reír.

—¡Mierda, Cuatro! No tienes idea de cuánto me costo esto para que tú salieras con lo mismo.

—¿Me engañaste con Cinco verdad?—Me dijo aun riendo y yo lo empujé.

—Cállate.

—Siempre tuve razón, siempre has estado enamorada de él.

—¿¡Siempre!?.

—Por favor Ocho ¿crees que no note desde hace meses las miradas que le dabas? Me parecía extraño porque él te molestaba pero notaba como te atraía—Hablo él como si fuera lo más obvio del mundo y yo me quede pensando.

¿Cinco ya ma gustaba desde antes y yo jamás me di cuenta?.

—Entonces ¿porque hiciste todo el show de que estabas enamorado de mi?—Le dije burlesca.

—¡Ahg! Solo confundí el amor que siento como hermano por ti por otra cosa porque Seis me lo decía pero era extraño. Al inicio en verdad creí que si me gustabas pero después me di cuenta de que solo era amor de hermanos y por eso me alejé de ti—Pareció que se quitó un gran peso de encima y yo suspiré aliviada.

—Creí que te rompería el corazón y jamás querrías volver a saber de mi.

—Yo igual, si te bese hoy fue para tratar de sentir algo pero era inútil—Se tiró de nuevo en el césped.

—¿Y tu con quien me engañaste?—Pregunte curiosa.

—No quiero hablar de eso ahora.

—¡Vamos! Si me engañaste merezco saber quien fue la zorra que me quitó a mi hombre—Bromeé y él se rió pero inmediatamente se puso serio.

—Fue con un chico—Dijo y yo me quedé muda por la impresión—¿Esta tan mal?.

—Creí que te gustaban las chicas—Hable con lo único que se me ocurrió.

—Si me gustan pero también los chicos ¿crees que esta mal?—Me pregunto con un tono triste.

—¡Hey! Para nada, nada de lo que sientas estará mal jamás—Puse una de mis mano en su hombro sonriéndole.

—Eres la mejor, de verdad—Dijo y ambos nos abrazamos para después volver a reír a carcajadas—¿Y qué show entre Cinco y tu?.

—Somos novia y novio ¿puedes creerlo? ¡TENGO NOVIO!—Exclame alzando mis brazos al aire y el se burlo de mi.

—Comenzaba a creer que en verdad tendría que casarme contigo y ser infeliz por el resto de mi vida—Hizo un gesto de terror y yo lo golpeé sin mucha fuerza—Me alegro por ti aunque no sé cómo soportas a Cinco, es más, no sé ni siquiera que le ves. Es como un anciano en el cuerpo de un adolescente.

—¡Oye! Cinco tiene lo suyo, es hermoso—Dije embobada al recordar todo lo que sentía dentro de mi al besarlo.

—Andas de caliente ¿eh?—Bromeo haciendo que mis mejillas ardieran y el riera al notarlo—Ahora podré molestarlo con que yo fui tú primer beso y él no.

♒︎

Después de seguir charlando sobre Cinco y su enamorado secreto por un rato, fuimos a cenar. Al contrario de lo que creía, había un ambiente muy tenso en la mesa. Creí que todo sería color de rosas pero nunca pensé en Siste. Ella no era como Cuatro, ella si sentía algo por Cinco y nosotros habíamos roto su corazón por nuestras tonterías.

Quizás y debería pedirle perdón...

Después de cenar intenté ir con Tres a platicarle las noticas pero ella me ignoró para irse con Siete. Aunque me indigno un poco, lo entendía, yo también estaría molesta conmigo.
Y como no tuve de otra, me encerré en mi habitación.

Coloque música en volumen bajo y pintaba mientras la escuchaba. Pintaba bien hasta cierto punto y casi todas mis obras se las daba a mamá, le fascinaba verlas.

Derrame un poco de pintura amarilla sobre el piso al sentir la presencia de Cinco en mi habitación.

—¡Carajo Cinco!—Dije con una mano en el pecho—¿¡Podrías entrar como las personas normales!?.

—¿Hablaste con Cuatro?—Me ignoró y se sentó en mi cama. Yo bufé y con una toalla limpie la mancha de pintura.

—Si, lo hice. Y al parecer el tampoco sentía nada por mi, solo estaba confundido—Dije para tranquilizarlo pero escuché como carraspeaba su lengua.

—Eso te dijo a ti.

—El también me engaño a mi, no tienes que preocuparte más por si hay algo entre nosotros—Me levante del suelo, él soltó el aire contenido en sus pulmones.

—Siete no lo tomo tan bien, me siento mal por haberla lastimado—Dijo en un hilo de voz y yo me acerqué a él.

—Se que con el tiempo te perdonara, quizás a mi no pero sé que a ti si—Lo anime y deposite un beso en su mejilla.

—Ella no merecía toda esta mierda—Se recargó en mi hombro y suspiro.

—No yo sé que no pero no puedes hacer nada más, lo importante es que ya te disculpaste con ella—Tome su mano en señal de apoyo y el de la nada dejó un beso en mi boca sacándome una sonrisa.

—¿Sabias que eres un ángel?—Me dijo haciendo que sintiera mis mejillas colorarse y aparte mi mirada.

—¿Y tú sabías que ya es muy noche para que estés aquí? Podemos meternos en problemas—Dije cambiando de tema.

—No importa, quiero estar contigo.

—Te quiero Cinco—

—Yo te quiero a ti, Ocho—Me contesto y nos dimos un pequeño beso—¿Te gustaría ir a ver las estrellas?.

Me emocione como una niña pequeña y me levante de mi cama tomando sus manos entre las mías y sonriendo de oreja a oreja.

—¡Por supuesto que si quiero!—Solte y el entrelazo nuestras manos y nos teletransporto hacia el jardín.

Me maree un poco y él me tomo por la cintura.

—Lo siento, debí avisarte.

—Creo que vomitaré encima de ti—Dije y fingí vomitar en él y él se aterró.

Comencé a reír y el también.

—Tonta—Me dijo y yo le saqué la lengua.

Nos tiramos en el césped y me maravillé al ver el cielo lleno de estrellas.

—Es hermoso...—Dije y entrelacé mi mano con la de Cinco.

—No tanto como lo eres tú—Dijo y yo me giré para dejar un beso en su mejilla—Cada veintiocho de mes vendremos a ver las estrellas para recordar que hoy unimos nuestras vidas.

—Así será, espero y esto dure por siempre—Hable con sinceridad y el hizo que me acurrucara sobre su pecho.

—¿Sabes? Antes de ti, no tenia planes para mi vida más que estar aquí. Pero ahora que te tengo, no podría quedarme atrapado aquí por siempre.

—¿A que te refieres?.

—Espero que cuando seamos mayores, nos vayamos para irnos juntos y cumplir cada uno de tus sueños—Beso mi cabeza.

—¿Y cuáles son tus sueños?—Pregunte curiosa.

—Mi sueño ya se hizo realidad. Eres tú Número Ocho—Dijo mientras sonreía y por una vez más en el día, unimos nuestros labios en un suave y lento beso.

Con que así se sentía estar enamorada.
Lo había imaginado miles de veces pero se siente mil veces mejor estarlo viviendo.

𝐁𝐮𝐬𝐜𝐚́𝐧𝐝𝐨𝐭𝐞 | CINCO HARGREEVES Donde viven las historias. Descúbrelo ahora