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Miraba por mi ventana las nubes y a mis hermanos entrenando.
Papá y mamá me habían dejado venir a mi habitación para estar más cómoda pero claramente no estaba en condiciones de entrenar, moverme con normalidad era complicado sin sentir mucho dolor.

Entrenaban sus poderes, todos contra todos. A Cuatro le estaban poniendo una paliza, pobre. Y como siempre, Cinco llevaba la ventaja.

Sonreí sin querer al mirarlo pero me regañe a mi misma.

Tienes que superarlo Número Ocho Hargreeves.

Las cosas con mis hermanos se habían relajado un poco. Tres se portaba amable al igual que Uno. Los únicos que no me dirigían la palabra eran Siete y Dos pero no me importaba. Ah, y claro, Cinco tampoco me hablaba pero yo tampoco tenía intención de hacerlo.

—Hey ahí estás—Dijo Cuatro llamando mi atención y le sonreí.

—¿Como ha estado el entrenamiento?—Le pregunté y le hice un espacio en el pequeño sofá donde me encontraba.

—Pesado como siempre—Dijo el sentándose a mi lado y dejando un beso en mis labios—¿Tu cómo estás?.

—Adolorida—Dije sonriendo contagiándole a él la sonrisa—Mamá vendrá en un rato a cambiarme las gasas y el vendaje.

—Pues aprovechemos el rato que tenemos antes de que mamá venga—Me dijo acercándome a él con su brazo en mi cintura.

Unimos nuestros labios y ambos los movíamos lentamente.

No nos habíamos vuelto a besar desde ayer cuando vino a disculparse porque yo lo evitaba, me parecía extraño.

El acariciaba mi cintura mientras yo tenía mis manos en su cuello.
Apretaba fuertemente mis ojos para sentir algo, una pizca de emoción o lo que fuera pero no podía ¿así de aburrido era besar a alguien?.

Ya veo que no me perdía de la gran cosa.

—Hey par de calenturientos—La voz de Tres hizo que yo me apartara de golpe muriéndome de la vergüenza.

—¿Se te antojo Tres?—Dijo burlesco Cuatro.

—Vamos a hacer un picnic ¿quieren venir?—Nos pregunto Uno quien estaba detrás de número Tres acompañando de Seis y Dos.

—Estamos algo ocupados...

—Por supuesto que si ¿verdad?—Lo interrumpí. Me habían salvado.

El hizo un puchero y yo me levanté para salir de mí cuarto pero Cuatro me alcanzo y entrelazo nuestros dedos para caminar juntos.

—¿Y si papá se entera? Nos irá mal—Dijo Seis asustado.

—Papá salió, Pogo está dormido y mamá no se entera nunca de nada—Dijo restándole importancia Tres.

—Deberíamos invitar a Cinco y a Siete—Habló número uno.

—¿A Siete? No a ella no—Dijo cuatro y yo le di un manotazo.

—¿Porque no? Ella también es nuestra hermana—Dije yo.

—Bien vayamos a buscarlos—Ordenó Tres y caminamos rumbo al cuarto de Cinco.

Me puse algo nerviosa. Siempre me sentía nerviosa cuando sabía que lo vería.

Todos nos paramos frente a su puerta y uno tocó. Siete la abrió y yo fruncí el ceño ¿que hacía ella aquí?.

—¿Y Cinco?—Le preguntó Tres y Cinco inmediatamente se asomó.

—¿Que quieren?—Dijo el con su típico tono cortante.

𝐁𝐮𝐬𝐜𝐚́𝐧𝐝𝐨𝐭𝐞 | CINCO HARGREEVES Donde viven las historias. Descúbrelo ahora