•Run boy run•

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Narrador omnisciente

Cinco había estado muy callado durante el transcurso del día.
Ocho pensaba que estaba enojado pero no se atrevía a preguntarle, creía que él preguntar haría que se molestara más.

—¿Que quieres hacer hoy?—Le pregunto Ocho a Cinco mirándolo pero él no la miraba, no la había mirado en un buen rato.

—Lo que quieras—Le contesto a secas.

—¿Ocurre algo?—Pregunto con miedo Número Ocho. Tenía que saber qué ocurría con su novio.

—No ¿porque preguntas?—Dice Cinco.

—Has estado muy callado ¿te hice enojar?—Ocho se acerca hasta donde Cinco estaba y el por fin la mira.

—Para nada Ocho, tranquila—Ocho suelta el aire que tenía contenido y lo abraza, Cinco de igual manera la abraza y ambos se recuestan en la cama del chico.

Cinco no sabía si decírselo o no. Era su novia, su única amiga en la academia pero no sabía cómo tocar el tema. Soltó un suspiro y miro hacia el techo.

—Quiero viajar en el tiempo—Soltó Cinco y la chica quedó en blanco.

No sabía que decirle, ni siquiera sabía nada sobre el tema, solo lo que su padre decía, que era bastante peligroso.

—¿Que no es peligroso?—Dijo con desconfianza.

—Eso es lo que papá dice, pero solo lo hace para retenerme—Habla Cinco molesto recordando como Reginald le había prohibido intentarlo.

—No creo que debas hacerlo—Dice Ocho mirando a los ojos a Cinco y el frunce el ceño.

—¿¡Porque no!? ¡Necesito volverme mejor!—Exclama levantándose de la cama.

—Porque no sabemos que pueda pasar y si papá dice que es peligroso, por ahora, creo que deberías esperar a que él decida entrenarte—Dijo guardando la calma Ocho pero a Cinco no le gusto su respuesta.

—¿No crees que pueda hacerlo?—Pregunto muy molesto desconcertando a Ocho.

—¿Pero que dices Cinco?.

Ocho se levantó y trató de tocar a Cinco pero él se apartó bruscamente.

—Crees que no soy capaz de hacerlo, me crees un inútil—Hablo enfadado.

—¿¡Quien diablos dijo eso!? No estes metiendo palabras a mi boca. Solo te digo que yo también creo que es peligroso y no deberías arriesgarte—Hablo ahora también enfadada Ocho.

—Si me quisieras me apoyarías en lo que quiero—Le contesto indignado Cinco.

—¡Justamente porque te quiero es que no quiero que te arriesgues así!—Se exalto Ocho. No podía creer el drama que Cinco estaba haciendo, le parecía una estupidez.

—Vete, no quiero hablar contigo—La echo de su habitación y ella entre abrió su boca sorprendida.

—¿Te vas a poner así por una idiotez?—Ocho se acercó a él y tomó sus manos.

—No quiero una novia que no me apoya, vete—Cinco la soltó.

—No quiero una novia que no me apoya, vete—Cinco la soltó

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𝐁𝐮𝐬𝐜𝐚́𝐧𝐝𝐨𝐭𝐞 | CINCO HARGREEVES Donde viven las historias. Descúbrelo ahora