𝐁𝐮𝐬𝐜𝐚́𝐧𝐝𝐨𝐭𝐞 | CINCO HARGREEVES

•03•

No lo mire ni le respondí, seguí en mi trabajo.

—Si no fueras tan floja y dejarás de estorbar a la hora de luchar, no me desagradarías tanto—Dijo y yo controlé mi risa por su comentario tan arrogante.

Seguí limpiando pero vi como él estaba parado mirándome con el ceño fruncido. Le pase por un lado para pasar al otro extremo de la biblioteca y comenzar a sacudir el polvo.

Solté un pequeño grito cuando se teletransporto frente a mi y me tomo de los hombros.

—¿Que sucede contigo? ¿Porque no hablas?—Pregunto cabreado.

Quite sus brazos de mis hombros y seguí con lo mío. Quería que notara que había pintado mi raya con el. No quería hablarle, no quería tener ninguna conexión con el más que compartir el mismo techo.

Durante este último año él había comenzado a meterse conmigo. Empezó con pequeñas bromas inocentes, luego subió a comentarios hirientes pero ahora sobrepasaba todo. Siempre encontraba una manera peor que la anterior para molestarme y lo peor del caso es que papá no me creía cuando le decía lo que ocurría. Porque claro, Cinco siempre ha sido de sus favoritos y sé que yo no.

Nunca he tenido méritos para que papá confíe en mi palabra. Junto con Cuatro, soy la más floja al momento de entrenar e ir a misiones. No me gusta encargarme del trabajo que deberían hacer los policías, yo quería una adolescencia normal y ya cuando tuviera 18, papá podía mandarme a la guerra si quisiera.

♒︎

Pasaron tres largas horas en las cuales apenas y llevábamos la mitad del trabajo hecho. Desde hace un rato que escuchamos que nuestros hermanos habían vuelto. Yo estaba muy cansada y solo quería ir a ducharme y tener una noche de chicas con Tres y Siete pero dudaba si terminaríamos a tiempo.

Comencé a creer que papá hizo que Dos destrozara este lugar para que nosotros lo limpiáramos.

—Psss—Escuche un sonido del otro lado de la puerta.

Vi como Cinco se acercó antes de que yo pudiera hacerlo.

—¿Que quieres Cuatro?—Dijo Cinco fastidiado.

—No te hable a ti, le hable a mi esposa—Le respondió y yo sonreí levemente.

—¿Que sucede?—Dije dulcemente. Siempre tenía ese tono con el.

—Papá descubrió la relación entre Uno y Tres y los ha castigado—Entre abrí mi boca por la sorpresa que me había llevado.

—¿¡Qué!? ¿¡Como pasó eso!?—Pregunte preocupada.

—No tengo tiempo para decirte, papá los traerá para que los ayuden a limpiar, te veo el rato.

—Está bien, te veo en un rato—Le dije y puse mi mano en la puerta. Lo extrañaba, el tiempo se me pasaba mas lento sin sus tonterías.

—TE AMO—Grito Cuatro a lo lejos y yo solté una risa.

—¿Que sucede con todos en esta casa? Son unos incestuosos—Dijo Cinco con desagrado y yo lo miré mal.

Pasaron unos dos minutos cuando la puerta se abrió dejando ver a Tres llorando, Uno serio y papá enfurecido.

—Número Uno y Número Tres les ayudarán a limpiar y ninguno de los cuatro cenará esta noche—Dijo el viejo y yo apreté mis puños.

¿Como nos castigaba sin alimentarnos?. Eso era demasiado.
Cuando papá se fue, Tres soltó un sollozo y yo corrí a abrazarla.

—Hey...—La rodeé con mis brazos—¿que sucedió?.