''Camila, sabes que esto viene pasando desde hace mucho tiempo.''
''No podemos seguir haciendo esto, Shawn.'' Sollozo consciente de que se me está rompiendo el corazón al igual que el suyo. ''Realmente no quería perderte, pero no quiero seguir jugan...
La música a todo volumen casi ahoga mis confusos pensamientos. Los focos y los pequeños faroles con velas ambientan lo alto del tejado en la ciudad de Nueva York en pleno verano, escenario de mi cumpleaños número 21. Qué rápido pasa el tiempo. Ahora me he unido al grupo de los que pueden beber legalmente en este país, y ciertamente lo estoy aprovechando. Me zumba la cabeza; no al punto de desmayarme pero mi equilibrio es bastante precario. ¡Shawn, basta con el alcohol! Apoyo mi espalda en el barandal, recibiendo con gusto la brisa que me despeja la mente un poco y contrarresta el calor que siento esta noche. Estoy sudando tan pronto y la fiesta está lejos de acabar.
Observo a mí alrededor con atención. Mis amigos disfrutan de la buena comida y se pasean los cócteles de un lado a otro, desapareciendo bandejas enteras que son reemplazadas por el staff que contrató Andrew. No tuve ningún problema en traer a todos aquí, con todas las comodidades que se merecen por ser parte de mi vida. Estoy agradecido por cada uno de ellos.
Mamá y papá esperan en la entrada el dichoso pastel que enviaron a hacer, mientras mi hermana está destruyendo la improvisada pista de baile con mi novia entre el mar de gente. Sonrío al ver a Camila intentar enseñarle la Macarena sin mucho éxito. Ambas se ríen por algo que no escucho y mi corazón se agita de felicidad al verlas abrazarse con cariño. Esto es maravilloso...
Camila me atrapa mirándolas y toma la mano de mi hermana que se detiene por una bebida para ella antes de correr hacia mí en sus tacones altos.
- ¿Cómo están mis chicas de rojo?- Bromeo acercando a Camila para robarle un casto beso que molesta a mi hermana.
- ¡Las gemelas nos estamos divirtiendo!- Grita Aali chocando su cadera con Camila y bebe de su vaso con contenido desconocido para mí.
- ¿Qué estás tomando?- Inquiero con el ceño fruncido. Camila se ríe por lo bajo dando golpecitos en mi costado.
- Un cóctel sin alcohol.- Su tono es inocente y se aleja de mí para que no lo compruebe por mí mismo.- Viejo, relájate.
- No estoy viejo, ¿ok?- Me quejo atrapándola antes de que se vaya muy lejos, plantando un beso en su mejilla muy a su pesar.
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El flash de una cámara llama mi atención y volteo a ver a mi sonriente novia con su teléfono en las manos apuntando hacia nosotros.
- Se ven tan lindos cuando pelean.- Murmura juguetona mirando la foto que acaba de tomar.
- Y eso que no has visto gran cosa.- Se burla Aali empujándome lejos de ella para pararse al lado de mi novia.- Mila, ¿me acompañas al baño?
