«Antes que te vayas» [NamKook]

XXXII

Era de noche, Jungkook había intentado dormir, pero le fue imposible conciliar el sueño. Tenía un presentimiento, algo que jamás le había pasado. Se levantó de su cama y se fijó en la hora en su celular.

10:40 PM 

Sin pensarlo mucho, se cambió su pijama, tomó un paraguas y salió silenciosamente de casa. Estaba seguro que habrían problemas a la mañana siguiente. No le importaba mucho. 

Para ir al río tuvo que utilizar su vieja bicicleta, hacía tiempo que no la manejaba y la cadena estaba algo oxidada, pero necesitaba llegar rápido. 

La ciudad estaba extrañamente tranquila, quizás la lluvia al final había ganado ahuyentando a todos y forzarlos a quedarse en casa. Era bueno que no se encontraran tantos autos. Conforme se iba acercando al río, el olor a tierra mojada inundo sus pulmones, la lluvia había cesado un poco, y solo algunas gotas lograban chocar contra su frente. 

Aunque seguiría lloviendo, el cielo aún estaba nublado. 

Llegando al río, estacionó su bicicleta contra un árbol. La tierra era lodo ahora. 

Su corazón comenzó a agitarse cuando alcanzó a ver una silueta cerca del río, parecía dormida. Se apresuró a llegar, aunque con cautela, podría ser Namjoon, pero esperaba que no.

—Nam... —susurró al verlo. Su amigo estaba en algún grado de inconsciencia. Estaba sucio, y empapado—. No estás solo. Estoy aquí contigo —susurró acercándose a él para abrazarlo. No pudo contener su sollozo mientras lo hacía—. Todo estará bien. 

Después de recuperar un poco de su conmoción, tuvo que llamar a sus padres. No se le ocurrió otra cosa, y él solo quería llorar. Sus padres le dijeron que llamara a una ambulancia, y así lo hizo. 

La ambulancia llegó algunos minutos después que los padres de Jungkook arribaran el lugar.

—¿Estás bien? —preguntó su madre.

Jungkook asintió, sentía la garganta seca.

—¿Estará bien? —se preguntó con hilo de voz. 

Sus padres lo abrazaron en respuesta.

Quizás, quizás. quizás...