XXXIX

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La brisa soplaba delicadamente y hacía que el cabello de Jungkook se moviera con gracia. Mantenía una sonrisa enorme en su rostro mientras observaba a Namjoon buscar pequeños cangrejos en la arena.

Habían planeado este viaje desde hace algunas semanas, la playa estaba solitaria a esa hora. El atardecer estaba próximo, el ruido de las olas lo hacían divagar en sus pensamientos. La arena se colaba entre sus dedos mientras se iba acercando a Namjoon, pudo observar su silueta delgada, pero no débil, y eso lo hizo sonreír. 

Grabó en su mente el detalle de su sonrisa y sus lindos hoyuelos, sus ojos alargados y a veces intimidantes, el movimiento de sus manos, el color de su cabello, y la forma en cómo se reía. Sabía que era una de las últimas veces que lo vería de esa manera, así que decidió tomar varias fotos sin que Namjoon se percatase. Sus ojos se volvieron cristalinos, un nudo en su garganta apareció.

―¿Estás bien? ―preguntó Namjoon comenzando a caminar hacia él.

Jungkook sonrió mientras asentía.

Comenzó a correr en dirección opuesta, y Namjoon no dudó en perseguirlo. 

―¡Atrápame! ―gritó Jungkook y soltando pequeñas risas―. ¡Atrápame y no me sueltes nunca!

Namjoon rió y corrió más fuerte detrás de él.



«Antes que te vayas» [NamKook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora