XLVI

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Los días lluviosos continuaron por varios días más, Namjoon admiraba la lluvia caer desde la ventana de su habitación. 

Namjoon les escribía cartas continuamente.

Namjoon visitaba a los padres de Jungkook algunos días al mes.

Namjoon salía a dar paseos por el río solo para recordarlo, y recordar aquellos momentos vividos.

Le gustaba sentir el aire en su cara, olía a petricor y añoranza. 

Namjoon se reunía con los amigos de Jungkook, ahora eran sus amigos también.

Namjoon iba regularmente a terapia, probablemente le estaba haciendo bien.

Namjoon solía abrazar la antigua almohada de su madre cuando sentía que no iba a estar bien.

Le gustaba recordar la cara de su madre, feliz y carismática. 

Namjoon lloraba por las noches, a veces se sentía muy solo.

Namjoon se sentaba en aquella banca del parque, guardándose sus sentimientos.

Namjoon sentía que todo iba a terminar mal.

Le gustaba sobre pensar las cosas, angustiantes y terroríficas. 

Pero Namjoon quería seguir, seguir intentando...

—Un paso a la vez —murmuraba para sí—. Un paso a la vez...

Entonces, Namjoon hablaba con Jimin, con sus otros amigos, con los padres de Jungkook.

 Namjoon recordaba buenos momentos.

Namjoon daba gracias por haberlos tenido en su vida.

Namjoon daba gracias por aprender.

Namjoon dejaba que el dolor saliera desde el fondo de su pecho, lo expulsaba en forma de palabras, en forma de cartas, cantando y gritando en su habitación. 

Namjoon llenaba sus vacíos consigo mismo.

Namjoon, no quería irse. 



«Antes que te vayas» [NamKook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora