«Antes que te vayas» [NamKook]

XXIV

La lluvia no cesó durante todo el día siguiente, Namjoon estaba algo preocupado porque eso le impedía ir hasta el río. Además, podría ser peligroso, y no creía que Jungkook se arriesgaría a ir también... ¿O sí?

Fue a la universidad, se encontró con Jimin, después de clases decidieron ir a una cafetería y charlar. Namjoon no estaba prestando mucha atención a lo que Jimin decía, sabía que estaba siendo descortés, pero no podía dejar de pensar en Jungkook. Se sentía desanimado, enojado y frustrado, si algo le sucedía él no podía contactarlo. Él debió preguntar.

—¿Por qué suspiras? —preguntó Jimin deteniendo el anécdota que uno de sus tíos le había contado de cuando trabajaba en una heladería.

—¿Eh? —Namjoon volvió en sí, miró a su amigo y parpadeó.

—¿Qué te pasa? —Jimin elevó su ceja izquierda para enfatizar—. Hace días que estás raro.

Namjoon pasó dos de sus dedos por sus labios simulando un zipper.

—No puedo decirte... aún. —Se apresuró a decir esto último rápidamente para evitar que Jimin se molestara.

—Mmh... Sí, ya veo. Espero que sea una historia buena.

Namjoon sonrió entristecido, tragando saliva.

—También yo.

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No pudo contenerse, no le importaba si estaba lloviendo a cántaros o si había relámpagos aunque a decir verdad le provocaban mucho miedo, pero tenía la seguridad que Jungkook estaría ahí. ¿Cómo lo sabe? Algo le decía a Namjoon que Jungkook era un chico impulsivo.

Tomó su paraguas, su traje impermeable y salió con su corazón palpitando rápidamente.

A medio camino pensó que quizás era una locura lo que estaba haciendo, apenas conocía a ese chico, pero había algo en su mirada... Había algo en él. Namjoon quería conocerlo. Namjoon quería estar ahí. No sabía cómo explicarlo.

La lluvia arreció y su paraguas casi fue llevado por el viento provocando una pequeña pelea por ver quién se quedaba con él. Namjoon soltó un par de maldiciones hasta que el paraguas volvió a protegerlo del agua.

El camino hasta su lugar se había enlodado, así que sus pasos fueron cuidadosos. Notó que el río estaba un poco crecido, y se veía muy peligroso. Quizás sí fue una mala idea... Sobretodo porque no veía a la vista a Jungkook.

Decidió caminar hasta donde solían sentarse y miró a su alrededor, la lluvia se había apaciguado un poco, pero no veía a nadie más que a él. Ciertamente, estaba un poco triste y desilusionado. Quería ver con tantas ganas a su amigo, y estaba tan preocupado por él. Necesitaba asegurarse que estaba bien, que seguía vivo...

—¡Solo un loco se atrevería a venir aquí cuando está lloviendo! —Escuchó gritar a Jungkook detrás de él.

Ni siquiera había volteado cuando en su pecho se instaló una tranquilidad profunda con tan solo escuchar su voz.

—¡Entonces creo que somos dos! —gritó Namjoon mirándolo, atravesando el sonido de la lluvia.

Jungkook caminó hasta él y lo miró.
—Tonto, ¿qué haces aquí? —preguntó sonriendo divertido.

—Eso debería preguntarte yo —refutó Nam—. ¿Has estado bien? Estaba...

Jungkook negó con la cabeza. 

—Estoy bien. He tenido algunos exámenes de rutina y ya no me quedaron ánimos para salir. Parece que fue buena idea salir hoy.

—Lo mismo digo. Me levanté esta mañana y pensé que sería buena idea salir con esta lluvia torrencial que puede enfermarme con cuarenta grados de temperatura, ¿acaso no es linda?

Jungkook lo miró con un puchero.

—El que se va a enfermar soy yo, ¿sabes que no traigo paraguas?

Namjoon abrió sus ojos en asombro, y quiso golpearse su frente varias veces. Algo le decía que Jungkook se veía más empapado que él, pues solo llevaba puesto un traje impermeable amarillo algo viejo.

Se aproximó más hacia él y colocó el paraguas justo en medio de los dos. Namjoon lo miró con un gesto de disculpa, Jungkook sonrió agradecido.

—¿Qué te parece una taza de chocolate caliente? —preguntó Namjoon sin analizarlo tanto. Estaba harto de pensar.

—Buena idea. ¿A dónde iremos? —Jungkook se emocionó ante la idea de una bebida caliente.

—¿Quieres ir a mi casa?

—Claro, ¿por qué no?

Namjoon le guiñó un ojo con descaro y rió ante la aparente inocencia de Jungkook.

—Eres un tonto.

—Tú lo eres más —dijo Namjoon mientras comenzaban a caminar de regreso a la calle.

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