XL

218 56 5
                                    

Namjoon odiaba los hospitales, y sin embargo se encontraba una vez más en uno. El olor característico inundaba sus fosas nasales, y le provocaba nauseas. La angustía le consumía lentamente, los padres de Jungkook estaban hablando con el médico en turno. No entendía mucho, y eso lo molestaba. 

Las horas pasaron lenta y dolorosamente. La espera lo estaba aniquilando. 

Después de mucho tiempo, la madre de Jungkook le dijo que podía pasar a verlo.

―Sé fuerte ―le dijo a Namjoon, pero él no estaba seguro sobre ello. Él quería llorar. 

Jungkook apenas podía mantener sus ojos abiertos, estaba pálido y su respiración no sonaba bien. Namjoon no pudo evitarlo: él lloró.

―Quédate ―susurró.

Jungkook negó levemente con su cabeza, un movimiento casi imperceptible.

―No puedo ―murmuró―. Perdóname. 

―No hay nada que perdonar, yo te quiero, Kookie ―sollozó sujetando su mano fuertemente. 

Jungkook sonrió.

―Yo te quiero más, pero... ―Apretó la mano de Namjoon con un poco más de fuerza―. Tengo que irme.

―Lo sé.

―Estaré a tu lado si lo necesitas... 

―Lo sé.

―¿Puedo irme ahora?

La mano de Namjoon apretó el agarré por inercia, estuvo algunos segundos sin decir algo, mirando a Jungkook.

―Sí ―dijo sintiendo como algo dentro de sí se quebraba. 

Estaba hecho. 

―Siempre te voy a querer ―susurró Jungkook. 

«Antes que te vayas» [NamKook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora